Capítulo 4

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Cuando ves cambiar a una persona y jura no volver, te acostumbras a no verla, pero nosotras no prometimos no volver. Frank ha entrado en un pequeño estado de shock, donde la vista se nubla y todo se vuelve gris.

-¿Has visto un fantasma Frank?- ríe Alex cuando lo mira.

Giro la mirada, por lo visto, Alex no sabe que nosotras en un pasado, vivimos aquí cerca. Miro a Cory, que está coqueteando con Ale y observo que intercambian teléfonos. Ya lo sabía yo, lo bueno no cambia.

-¡FRANK! Despierta- alza un poco más la voz.
-Eh, si, si, si... ya va, unas cervezas para las gemelas- pasa dos birras por la mesa haciendo que resbalen hasta el punto donde están ellas- Un calimocho para Cory y...- para un momento, suspira con fuerza y repone- vodka rojo con zumo de cereza para vosotras.
-¿Como sabes lo que ellas quieren?- dice Ale enarcando una ceja- un momento,¿como os conoceis? ¿Qué está pasando?
- Digamos que somos viejos amigos- digo aguantándole la mirada a Frank.
-Exactamente- repone él- bueno, decidme, ¿Que haceis aquí?- apoya los codos encima de la barra.
-Simplemente hemos conseguido trabajo- se encoge Sara de hombros.
-Ahora las cabronas trabajan en "DOLCE"- nos señala Cory.
-"DOLCE"- alucina Alex.
-¿¡"DOLCE"!?- ahoga un grito Frank.
-Por eso os vestis tan bien- dice Ale mirando su simple ropa.
-Oh no, de eso nada, estas señoritas ya sabían vestir así de bien- sonríe Frank.
- Venimos de fábrica- reimos todos ante el comentario de Sara.
-Asique en "DOLCE"- asiente Frank como asimilándolo- es el edificio mas rico de Londres después de Harrods.
-Sí, suponemos- me encojo de hombros- vamos a tener que irnos, mañana trabajamos y ya es muy tarde- sonrío y saco dinero para pagar.
-Oh no, esta invita la casa- sonríe Frank- un placer teneros de nuevo, ¿pero volvéis andando?
-Ni hablar- rie Sara- tenemos coche- dice enseñando las llaves del Audi.
-Como habéis crecido, parece mentira que cumpliérais aquí los 17- y recuerdos furibundos me vienen a la cabeza.

Una parte es dolor, pero otra es una sensación difícil de explicar. Como cuando vas a la playa y te quema la arena pero te da igual porque corres hacia el agua. Así me siento.

-Sí, lo recuerdo- digo con un hilito de voz donde creo que nadie ha podido oirme- creo que nos tenemos que ir ya, ¿Sara?
-Si, claro- sonríe amablemente aunque puedo notar su incomodidad- volveremos a vernos.

Salimos de la taberna y, un aire frío choca con todas las facciones de mi cara. Y me hace respirar. Andamos en silencio hasta el coche. Alex, Ale y Cory se han ido por otro lado ya que Cory se ha ofrecido a llevarlas.
Encendemos la calefacción y Sara eleva el volumen de la voz porque nos encanta esta canción:" Puedes romper todo lo que hago, puedes romper todo lo soy como los cristales de un vaso, como las hojas de un papel, pero no olvides que no me destruirás y que renaceré del suelo como un rascacielos". Y me resulta irónico lo que significa para mi esa canción, porque él me destruyó, me partió en mil cachos, pero poco a poco, estoy recuperándome, lo noto.
Aparca justo delante de la puerta y lo agradezco porque estos tacones me están matando. Cuando entramos por la puerta, miramos el reloj moderno que cuelga justo en frente de nosotras. Se nos ha hecho muy tarde.
Dejamos los bolsos, me quito los zapatos y me voy a la ducha para relajarme. Cuando salgo, estoy tan cansada que caigo sobre la cama y me duermo.

Estoy durmiendo tranquilamente cuando empieza a sonar un ruido.

-¿Qué?¿Qué es ese ruido?- me levanto y pienso, pues claro, es mi móvil pero, ¿Quién es a estas horas?- ¿Sí?- digo con voz ronca.
-¿Paola?- y reconozco la voz- Soy Alex- y con la manera en que me lo dice, sé que está llorando- sé que te he despertado, pero mi hermana no me lo coge y no tenía otra persona con quien hablar.
-¿Que ha pasado Alex?¿Estás bien?¿Voy a por ti?- me asusta.
-Estoy bien, no hace falta que vengas, es sólo que, a mi novio, a veces se le cruzan los cables y se vuelve loco- sorbe por la nariz y pienso en Harry cuando le daban ataques de histeria.
-Sólo tienes que cogerlo por la cabeza y acariciarlo- digo pensando, pero cuando me doy cuenta, se lo he dicho en voy alta.
-¿Enserio?¿Sabes como ayudarme?- sorbe otra vez.
-Sí, solo tienes que hacer eso, bueno, con mi exnovio funcionaba- me rasco los ojos para no perder la compostura.
-Gra... Gracias, voy a ver si funciona- para y suspira- siento haberte llamado, pero Harry está pésimo, buenas noches.
-Harry...- me quedo anonadada, allí en Londres, el nombre de Harry es muy habitual, pero se llama Harry. Me entra un escalofrío, pero, aún así me duermo destapada.
Cuando me levanto, vuelvo a estar tapada, mi libro tirado en el suelo y la ventana abierta.

QECEE *editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora