Papercut #Papercut .1 (CORRIGIENDO)

Capítulo 8.

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-¿Estás ahí?

Yo por supuesto que estaba allí, bueno mi cuerpo lo estaba más no mi cabeza y mis pensamientos. Tal vez Júpiter o Saturno eran mis destinos.

-¿Hola?

Yo miro mi teléfono con incredulidad, estoy haciendo el jodido ridículo, pero pensándolo bien cualquiera haría el ridículo si tu ídolo te llama por Facetime.

Bendita seas aplicación.

- Hola.- respondo tratando de calmar mis nervios, quería gritar pero para eso estaba mordisqueando mi labio y apretando el celular para contenerme.

-Pensaba que te había dado una parálisis o algo parecido.- dice con una sonrisa.

-Debo estar soñando.- digo en un susurro inaudible.

- Pues eso mismo pienso yo.- Dice el mirando a otro lado.

Me reacomodo en el sillón, y pongo el plato de spaghetti con albóndigas a un lado, debo terminarlo antes de que se enfríe, pero tengo miedo de espantarlo por mi forma tan cavernícola y nada femenina de comer.

-Así que.... ¿Porqué me llamas a mi?- digo matando esa duda que rondaba en mi cabeza.

- Pues, primero no tenía con quien hablar y quería conocerte.-

-De tantas personas en este mundo que quisieran hablar contigo, eliges a la loca que jamás descansa por estar estudiando y trabajando.- Digo irónica.

El levanta sus cejas y sonríe.

- Pues, perdón pero quería conocer a la chica que se coló en mi show sólo para verme, y que además cargue porque se desmayó.- demandó, yo de inmediato me sonrojé, viéndolo así yo soy una chica que esta mal de la cabeza.

- Yo... lo siento.- dije bajando la mirada, a pesar de que era a través de un aparato, me sentia como si lo tuviera en frente de mi.

-No, no lo sientas. Me encantó.- dijo, yo levanté la mirada confundida y el sonrió.

-¿Qué cosa?-

-Ver ese lunar.- y seguimos con ese tema del misterioso lunar, que no se donde diablos esta.

-¿Dónde estaba el lunar?- dije mirándolo, el fingió inocencia, estaba que me derretia con sólo verlo pero, debo saber donde estaba.

-Te dije que no te diría hasta que aceptes salir conmigo.- dijo pasando sus manos por cabello y pegando su cabeza a una almohada y acomodandose.

-Tu tienes novia.- solté, deberían darme el premio a la mayor imbécil, pero jamás seré plato de segunda mesa de nadie.

-Jamás dije que fuésemos a ser algo. Sólo quiero conocerte, me das curiosidad.- sentí mis ilusiones romperse en pedacitos al igual que mi corazón, soy muy ilusa al pensar que el terminaría con una super modelo por mi, la chica que vende donas y recoge cabellos del suelo en una peluquería.

Me abrace a mi misma y me quedé muda, quería llorar. Tal vez yo piense que el es cruel, pero sólo esta siendo realista, un chico como el no se fijará en una chica que tiene padres horribles y que sólo tiene a su abuela, el jamás se fijará en la chica que no tiene un perfecto cuerpo y no tiene dinero.