Capítulo 15.

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Me apegó a el y yo sólo me concentraba en probar sus labios, Dios sabe a paraíso.

El se separa lentamente, y sin dejar mis labios lejos les da un suave tirón con sus dientes, el gruñe y aprieto la toalla a mi cuerpo. No, se supone que yo estoy dolida, y además debo entregar mi trabajo.

Me separo de el bruscamente y el me mira, sus ojos ya no son celestes como anoche, ahora están grises, se ve jodidamente guapo con las mejillas rojas, el cabello despeinado (obra mía) y los labios hinchados.

Mierda, lo quiero seguir besando.

-¿Qué ocurre?- dijo confundido.

-Vete.-dije apuntando a la puerta.

-Pero, no entiendo, pensé que habíamos arreglado el problema.- dice rascando su nuca, el cree que con un beso se resuelve todo. 

¡Pues no! Caroline en este momento me estuviese acribillando a que lo besara o que lo metiera en mi armario y lo haga mi sumiso, pero lamento decepcionarla porque lo voy a correr de mi casa.

-¿Tú crees que con un beso voy a ceder? ¡No amigo! Las cosas no son tan fáciles.-digo enojada, jamás me enojo, pero claro el puede tener una novia que le da besos a su antojo, o muchas chicas que le ofrecen sexo ¿Ese no es el sueño de todo hombre? ¿El ser un promiscuo de por vida? 

-Yo, bueno quiero que hablemos, sobre esto y el beso y..-lo corto, no voy a ser segunda mesa de nadie, se que tal vez no soy una persona llamativa ni muy conocida o bonita, pero al menos tengo respeto hacia mi misma.

-Deja esto así, yo no voy a volver a besarme contigo porque tú- lo señale.- tienes novia, y si no tienes respeto por mi, al menos tenlo por ella.

-Pero Jenna, no quise- lo vuelvo a interrumpir.

-No quiero saber de ti, sólo quiero hacer que nada paso, volvamos al rol en el que yo soy la loca fan que pudo conocer a su ídolo, y tu como el chico e ídolo de toda adolescente ¿Puedes al menos hacer eso por mi?- el negó a lo que lo miré incrédula y el se dio la vuelta para irse.

-Tu vales oro, y yo quiero más que simple oro, te quiero a ti.- dijo y salió por la puerta yo sólo me quede congelada.

-¡Me gusta ese sujetador!- y ahí me sonrojo, Dios ¿Qué acaba de pasar?

****

Resulta que Julian envió un mensaje diciendo que el llevo mi proyecto al colegio y que se lo dio a una de mis amigas, ya se que entró a mi casa, pero no me interesa, a pesar de ser uno de mis amores platónicos le agarre confianza.

Iba camino a la peluquería, esa de la cual una rubia plástica es la dueña, sus uñas son tan largas que pienso que me sacará un ojo en cualquier momento.

Camino por la larga acera donde pasan muchas personas, Miami es la ciudad donde más habitan latinos y bueno, no puedo decir que me caen mal porque mi mejor amiga tiene sangre latina.

Si, Lia.

Caroline tiene descendencia árabe, algo que la caracteriza por su nariz recta y ojos almendrados, en cambio Lia es alta y muy voluptuosa, coqueta y con pequeños ojos y largo cabello de color castaño, ambas son hermosas a su manera.

Y allí es donde salgo yo, la chica pequeña de estatura y que no intimida a nadie. Dicen que mi cabello me hace ver original, pero vamos, cualquiera puede colocarse un tinte de pelo color naranja y es una Jenna versión mejorada.

Mi cara redonda como tal panqueque, nariz puntiaguda y pómulos levantados no son muy atractivos, considerando mi piel pálida y mis hombros cubiertos de pequeños lunares.

Gloria, la dueña del salón de belleza me ve angustiada mientras yo paso la escoba por el lugar, debo recoger cada cabello o cada polvo que caiga al suelo, según las órdenes de Gloria.

No puedo quejarme, me pagan 10 dólares la hora, 2 dólares más de lo normal, y bueno, algunas veces cumplo hasta 24 horas semanal y es algo de dinero.

Trabajo desde las 2pm hasta las 8pm, ya a esa hora se está terminando de esconder el sol, por lo que me da tiempo de ir a mi casa sin que oscuresca, mi mamá casi nunca esta así que aprovechó para poder hacer mi propia comida y ver la tele en paz sin que ella me esté pidiendo que le haga cosas.

Mi padre por otro lado, es un imbécil que ni a mi graduación asistirá, me siento infeliz con los padres que tengo, pero quiero dejar en claro que cuando yo me vaya ellos me necesitarán.

Y no me importa para nada.

Camino unos pasos corriendo la escoba por el lugar, intentando no tropezar a nadie. Entra un grupo de chicas en el lugar, siendo muy chillonas para mi gusto, rubias esbeltas de facciones perfectas.

Intento no mirarlas, pero fue en vano ya que se acercaron a mi con expresión de burla y asco, la mas alta de ellas con coleta alta y zapatillas blancas se acerca a mi muy cerca, yo la esquivo y voy limpiando por otro lado, pero me sigue y me inspecciona.

-¿Trabajas aquí?- dice, su voz es acaramelada y me da repulsión.

Sólo asiento sin tomar le mucha importancia, me dirijo a la sección de limpieza y dejo la escoba, había estado trabajando toda la tarde y al menos unos 40 dólares me gané hoy, recojo mi mochila que se encuentra muy desgastada por el uso y peso de todos los días.

El día de mañana no había clases, el baile de fin de año había llegado tan pronto que aunque yo no vaya a ir, me siento deprimida porque se supone que estos momentos de la adolescencia son muy importantes, pero al parecer no me toco el típico padre celoso que me deje salir sólo con su permiso.

Ni la madre que me apoya en todo.

Ni un hermano súper celoso que me proteja.

Ni una hermana que me molesta la paciencia.

No me toco la vida perfecta.

Ni la familia perfecta.


******

¡Hola! Bueno, ayer en la noche se volvió a ir la electricidad, algo súper horrible que no me agrada en lo absoluto, mi laptop gracias a el Espíritu santo no se apagó y se quedo lo que había escrito guardado.

No se si se han dado cuenta (las pocas lectoras que hay, no se si hay lectores hombres), que la vida de Jenna es un completo desastre. 

Eso se irá arreglando un poco por mi parte de la imaginación.

Bye!

Papercut #Papercut .1 (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora