Capitulo 12.

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Me echa con cuidado a un lado y entra en la habitación.
-Oh vamos pasa, se me ha olvidado.-le digo con ironía y subo los brazos hacia arriba desesperadamente. Los dejó caer a los lados y cierro la puerta con la pierna, dando un pequeño portazo.
Me vuelvo a sentar en el mismo lugar que antes y Harry lo único que hace es dar vueltas en la habitación. Yo tan sólo lo miro, no me aburro de hacerlo. Me encanta mirarlo, es muy guapo. Se pasa la mano por el pelo para apartarse lo de la cara. Se para un momento y miro a otro sitio, no quiero que se de cuenta que lo miro. Desde la playa no hemos hablado casi nada, le dije que no quería que me despidieran y el sólo hizo lo que tenía que hacer, no acercarse tanto a mí.
Me meto la mano en el bolsillo y encuentro el mechero que le he quitado a Ingrid mientras le hacia cosquillas. No creo que sea bueno que lo tenga ella. Empiezo a darle fuego y a fijarme la llama. Estoy así unos cuantos minutos, hasta que dejo de oír los pasos de Harry y de me doy cuenta de que me quita el mechero.
-Dámelo.-le digo y el lo pone en alto, yo me levantó e intento recuperarlo. Mierda, puedo subirme a la cama. El sólo empieza a reírse mientras me subo y lo alcanzo. Pero el me lo quita y me dice que pare. Señala una especie de cacharro en el techo.
-Es un detector de humo.-miro el cacharro y Harry coge la silla del escritorio, la pone debajo y llega de sobra. Aunque sin silla no llegaba, ya que la habitación tiene mucho de altura.
-No, ni se te ocurra. Van a saltar todas.-recuerdo que he visto el mismo cacharro en todas las habitaciones de la casa.
-No, no creo.-veo como aprieta el mechero y lo único que se me ocurre es subir a la cama, no llego. Así que pongo un pie en la silla que esta y el me mira.
-Mi espacio personal, por favor.-me mira sorprendido y yo bufo. Antes de que se encienda la llama lo apaga y me mira.
No ha saltado la alarma. Suspiro.
-¿Por que has venido?-le pregunto y pongo el otro pie en la silla. Mala idea, estamos demasiado juntos y nos vamos a caer.
-Para hablar.
-Ya estas tardando.-se gira para mirarme y lo miro. Le hago un signo con la mano para que empiece a hablar. Pero lleva sus manos a mi cadera y bajamos al suelo.
-Mejor.-me dice y me suelta.-Vamos a ver...-se pone la mano en la barbilla pensativo.-Hablemos primero de Ingrid. ¿Estais liadas?-abro los ojos como platos y me empiezo a reír. Me siento en la cama a y echo atrás la cabeza, al final me tumbo y me río muchísimo más.
-¿Por que crees eso?-me río aún más y me siento en la cama. ¿Pero que...?
-Pareciais muy acarameladas. No se.
-Bueno, somos así. Era el único apoyo que tenía en el internado. Pero me cuerdo que una vez, antes de salir con Adams-cuando pronuncio su nombre a Harry se le opone mala cara.- la bese.
Es verdad, no sabía como besar a un chico, y ella se había liado con alguien.
-¿Te gustó?-me pregunta sentándose a mi lado y yo pongo las piernas cruzadas, estilo india.
Lo unció que puedo hacer es reírme más.
-Es mi mejor amiga, vamos que no. Dijimos nada de sentimientos.-me encojo de hombros y el me dedica una sonrisa.
-¿Cuanto tiempo saliste con Adams?-le quito el mechero de la mano y el pone cara de ofendido.
-Un año y medio, si puede ser.-me incomodo hablar sobre el, pero ya le preguntaré yo algo.
-Es un cabron. Me cae mal.
-El sentimiento de odio hacia el es mutuo.-le pongo una mano en el hombro y asiento. Luego la retiró rápidamente.-¿Venias a preguntar sobre eso o...?
-La casa de enfrente. Hay alguien que no me da muy buena espina.-señala la ventana, aunque por este lado de la casa no se ve.
Frunzo el ceño, no entiendo.
-Vive alguien y no me da muy buena espina. ¿Le has visto la cara?-me pregunta con basnate preocupación.
-La verdad es que la cara no, pero cuando estaba con Ingrid vi que la cortina se movía. Sólo eso.-me encojo de hombros y el se levanta de la cama. Vuelve a dar vueltas por la habitación. Yo lo miro, como antes.
-Entonces tenía razón.-dice por lo bajito, pero yo lo he oído.
-Deja de dar vueltas, me pones nerviosa.-se para un momento y me mira con una  risa picara. Se acerca a ala cama y se sienta en frente de mi, con la mirada muy neutra y fría. Yo sólo pestañeo unas cuantas veces.
-Y ahora...¿estas nerviosa, a que si?-se acerca mucho más a mi, dirigiendose a mi oído. Muerde el lóbulo de este y un pequeño escalofrío recorre mi columna vertebral.
Si, estoy bastante nerviosa.
-Yo... Yo...-intento decir algo más, pero no puedo. Baja un poco la cabeza y sus rizos acarician mi nuca y me hace cosquillas.
-No hace falta que lo digas...-lo dice tan sexy... Tengo los ojos cerrados y me muerdo el labio.
Se que no puedo seguir así, no puede gustarme. Me van a echar de este trabajo y lo necesito más que nada. Quizá cuando encuentre el otro trabajo... Espera, el tenía novia.
Lo cojo de la camiseta y lo aparto con cuidado. Frunce el ceño.
-Tienes novia y... Me van a despedir.-trago saliva fuertemente y le miro a los ojos. Mierda, son mi perdición. Rompo el contacto visual mirando por la ventana, pero el me coge de la barbilla para mirarlo.
-La chica no era mi novia, y si no se enteran no hay problema.
-Ya pero... No me puedo arriesgar, lo perdería todo.-le figo y es cierto, este trabajo es todo lo que tengo, es mi casa.
-Quizá arriesgar sea lo correcto.-me guiña un ojo , se levanta de la cama y se va. Cierra la puerta con cuidado y me deja aquí sola, más confusa que nunca.
Me llevo las manos a la cara, parezco una adolescente en su primer lío. Bueno, tengo 18... Soy adulta. Me tumbo en la cama pensando en lo que me ha dicho. Indirectamente me ha dicho que le gusto, ¿no? Y yo se lo he dicho de alguna forma. Genial, esto va a ser muy incómodo.
Miró el reloj y sólo son las tres del mediodía. Lo mejor va a ser que baje abajo y...
Se abre la puerta de golpe y es Harry otra vez.
-Podrías tocar la puerta...-no responde. Viene directo hacia mi y coge el mechero. Se sube a la silla.
-Ni se te ocurra...-enciende el mechero y empieza a salir agua.-¡Haz que pare!
Lo único que hace es reírse y me subo a la silla. Creo que voy a explotar.
-¡Lo digo enserio! Haz que pare.-mi pelo ya esta mojado, aunque el agua sale como un aspersor. Lo miro y su pelo también esta mojado, junto con su ropa. Se ve tan adorable y sexy así...
Levanta los brazos en forma de paz y se baja de la silla. Se dirige riéndose a la puerta y antes de cerrar la e irse dice:
-Deberías de ponerte el otro uniforme.-da un pequeño portazo y rezo por que las otras alarmas no se hallan conectado.
Lo mejor va a ser que me de una buena ducha. Mi pelo va estar uy enmarañado y será lo mejor.
Me quito el uniforme mojado y lo dejó en el cesto que tengo en mi habitación. Luego lo llevaré para hacer la colada. Dejó el otro uniforme sobre la cama y me quito la ropa interior. Me enrolló en un toalla y cogo mi neceser. Salgo corriendo de la habitación y sin miraré atrás entró en el baño.
Abro el agua y espero a que se caliente. Cuando esta caliente entro y me lavó la cabeza y e doy una ducha rápida. Salgo, me seco y cepillo mi pelo.
Me ha sorprendido que halla entrado así a mi habitación. No me lo esperaba en absoluto, es un cabron. ¿Como se ha atrevido a entrar así? ¿Y si estaba desnuda? Bueno, en teoría había estado hace poco, pero me da igual. Es mi privacidad.
Lo que ha insinuado sobre Ingrid y yo ha sido brutal. Al recordarlo me vuelvo a reír. Es como una hermanan para mi y somos muy cariñosas. En cambio con Ashley es diferente, también me ayudó pero no de la misma forma que Ingrid. Ingrid... Me viene el mensaje de la semana pasada a la mente y creo que la llamare a la noche, para asegurarme de que este todo bien.
Término de cepillarle el pelo y enrolló la toalla al cuerpo. Salgo rápido del baño y voy a cerar la puerta.
-Ha sido una gran tentación no entrar.-oigo a alguien y se que es Harry. Me giro y esta en el balcón, fuera. Apoyado en la barandilla.
Le saco el dedo y entro rápidamente a mi cuarto. Echo el seguro y me empiezo a cambiar. Le tengo que preguntar cosas sobre su prima también,espero que la conozca bien o algo por lo menos.
Me recojo el pelo en un pequeño moño y miro el uniforme mojado. No esta sucio, sólo mojado. Decido sacarlo al balcón y ponerlo a secar. Así que hago eso. Salgo de la habitación y Harry sigue en su sitio. Cuando ve que voy en su dirección se cruza de brazos y salgo al balcón, tiendo el uniforme en la barandilla y me apoyo en esta.
-¿Por que has hecho eso?-le preguntó señalando mi habitación, voy a empezar por ahí y luego le preguntare por su prima.
-Se me habían quedado las ganas de encender el mechero.-me mira y yo desvío la mirada.-¿Vas acuidar la semana que viene a mi prima?-me sorprende que me lo pregunte, al fin y al cabo no tendré que sacar yo el tema.
-Si.-asiento y el bufa.-¿Que pasa?-me giro y ahora doy la espalda a las habitaciones. Tengo la puesta de sol justo delante.
-Nada. Me sorprende que no se lo digan a Adele. Se llevaban muy bien.-lo último lo dice con ironía.
-Habla.-le digo, quiero saber que paso.
-Adele y ella no se soportan. Bueno, mi prima es un ppoco insoportable. Espero que al tener casi 16 años este más espabilada.-suspira y se pone igual que yo, mirando al sol.
-Ya veo.
-Pero vosotras la llevareis bien.-me guiña un ojo y cojo la indirecta.
-Gracias.-es lo único que digo y se sorprende ante mi respuesta.
-¿Solo vas a decir eso?-me mira y luego a la puesta de sol.
-No tengo ganas de discutir, Harry.-estoy cansada y es lo que menos me apetece.
-Me lo tomaré como que me has dado la razón.-se ríe y yo lo ignoro. Pongo los ojos en blanco y lo miro.
-Ni lo sueñes.-entro dentro y bajo las escaleras. Oigo como el también baja abajo y entró a la cocina. Adele esta en la ventana. Se gira y cuando me ve sonríe.
-¿Que tal, forastera?-me dice en broma y me acerco a ella. Mira por encima de mi hombro y se que ha entrado Harry a la cocina.
-Adele.-la saluda y esta hace un gesto con la cabeza en forma de saludo.
-Una pregunta. ¿Como de insoportable es su prima?-señaló a Harry y ella se ríe.-¿Es igual que el?-intento decirlo bajo, pero se que Harry lo ha oído.
-Yo soy adorable-dice y Adele empieza  a reírse más. Oigo como se abre la nevera y se cierra. Me pongo apoyada contra la encimera y Adele justo en frente.
-Mm... Bueno quizá tu te lleves bien con ella.
-Te lo dije-dice Harry alargando las palabras y pasa por el otro lado de la mesa, para hablar con nosotras.
-La verdad es que no lo decía de esa manera, ella es joven y tu también. Tu la entiendes.-me pone una mano en el hombro y asiento.
-¿Que le gusta hacer?-le pregunta y ella se pone a pensar. Cruza de brazos y mira  a Harry. Este empieza a hablar.
-Es una vaga, resumiendo.
-Si eso es cierto-Adele asiente con la cabeza y los miro a los dos.
-¿No !le gusta la playa?-niegan con la cabeza- ¿El centro?-vuelven a negar ¿Ir de compras...?-lo unció que hacen es reírse.-No se me ocurre nada más.
-Bueno, lo mejor va a ser que la conozcas por ti misma.-da la vuelta y va a la nevera.-Heat, vamos a empezar a hacer la cena, ¿te parece bien?
-Claro.-asiento con la cabeza y voy donde ella.
-¿Que hay de cenar?-pregunta Harry uniéndose a nosotras, que estamos sacando las sartenes.
-Había pensado en unos rabiolis. ¿Sabes hacerlos?-me mira Adele y yo asiento.
-En los cursos de confina me enseñaron a hacer unos riquisimos.-les digo y Harry abre la nevera. Coge un refresco y lo abre.
-¿Con que los hacíais?-pregunta Adele mientras enciende el fuego y pone la sartén encima.
-Con trozitos de carne y queso por encima.-le digo sacando el paquete de estos del armario. Los dejo sobre la mesa y Harry pone algunas cosas sobre esta también.
-Voy a ayudaros.-dice y Adele le dice lo que tiene que hacer, pero yo creo que pasa de ella. El sabe como se hacen. Mientras yo hago la salsa y pelo unas pocas patatas y hago una ensalada.

Una hora más tarde servimos la cena Adele y yo y le agradece a Harry que halla ayudado. El se sienta en la mesa de la sala esperando a sus padres,que no tardan en bajar a cenar.
-Están riquisimos.-dicen cuando terminan y Adele entra al salón. Yo estoy recogiendo los platos.
-Gracias, Heather los ha hecho.-me sonrojo y me miran.
-Yo no he hecho todo. Ellos me han ayudado.-señalo a Harry y a Adele. Luego voy a la cocina a dejar los platos. Saco algunos helados y los pongo sobre un plato. Que leigan ellos el que quieran.
Cuando entro al salon veo que Adele y los jefes están hablando,mientras Harry esta con el teléfono. Se da cuenta de que dejó alfgo sobre la mesa y me mira con una sonrisa. Pongo los ojos en blanco y vuelvo a la cocina.
Empiezo a fregar los platos y notó que hay alguien más en la cocina. Espero a que sea Harry pero no ese así. Cuando me giro veo a un chico de mi edad que nunca he visto por aquí. Lleva unos pantalones nehgros pitillo, una camiseta negra y por encima una gabardina. Me da muy mala espina. Le miro de arriba abajo y me fijo que sólo se ven los ojos, tiene tapadala cara con un pasamontañas.
El chico tienen un cuchillo en la mano y me dice que este en silencio.

With your love nobody can Drag Me Down

Young Blood [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora