Capitulo 16.

15 2 0
                                    

-Como has sido capaz...-me doy la vuelta y esta en la puerta apoyado- ¡Sabes lo mucho que me importa mi familia! ¿Eres consciente de eso? ¡Desde cuando lo sabes!-le grito y me hacerlo a el despacio, intentando mantener la calma. Paro en seco cuando unas lágrimas caen por mis mejillas.
-Ya te lo dije... Se que es duró, pero sólo puedes confiar en mi. Se casi todo sobre tu familia y pienso adivinarlo hasta que no puedas más.-se cruza de brazos.
-Dejame en paz. ¿Que vas a saber tu? ¡Me lo hubieras contado antes!-lo señaló con el dedo y vuelco a mirar el papel. Me hacerlo para cogerlo pero el agarra mi muñeca.-¿Que haces?-le espeto.
-No te lo puedes llevar.
-¿Como? ¿Eres consciente de que tiene información de mi familia?-me suelto de su agarre y miro otra vez el papel. En un rápido movimiento voy a poner mi mano en el papel, pero la suya llega antes y lo coge. Mierda.
-Si, eso lo se. Pero no te voy a dar información tan rapido. Tendrás que ganartelo.-dice con un tono bastante subidito.
-Eres un gilipollas. ¡Te odio!-levantó la mano y le doy en la mejilla lo más fuerte que puedo. Cuando !a quita hace una mueca y se toca la zona con la mano.
Antes de que diga nada salgo de la habitación y miro si no hay nadie. Voy corriendo por el pasillo y llego a las oficinas. Bajo la cabeza para que nadie vea mi cara. Cuando entro en el ascensor no hay nadie. Se cierran las puertas y me llevo las manos a la cara. Doy un sollozo que he estado guardando de antes y lloro mucho más. Cuando llegó a la planta que me tengo que bajar salgo corriendo de las oficinas, mirando el suelo. Me tropiezo con alguien pero no lo miro, me diculpo y sigo mi camino.
Necesito pensar todo lo que ha ocurrido y despejarme. Sigo andando por la avenida y llegó a un pequeño parque. No hay nadie. Me siento en un banco y pongo mis rodillas contra el pecho. ¿Por que ha hecho eso? Si lo sabía antes de que yo saliera del internado... ¿Por que no me lo dijo? ¿Es verdad lo que asegura el papel? Dios, necesito calmarme y volver a casa.
No, no puedo. Tengo que buscar otro trabajo. Tengo que encontrar unos baños públicos y limpiar mi cara. Veo unos a lo lejos y me acerco. Miró la señal que hay en las puerta y entro en el que sale una mujer. Entro y la verdad que no esta muy sucio. Sólo hay pintadas en las paredes. Ando hasta el espejo que hay y mi cara esta roja, mis labios hinchados y mis ojos rojos. ¿Como voy a buscar trabajo así? No me van a coger.
Me limpio la cara y luego me la seco con un pañuelo que tenía en el bolso. Entra una chica al baño y me mira frunciendo el ceño. Mira alrededor y luego se acerca a mi.
-¿Estas bien?-me pregunta poniendo su mano en mi hombro. Tiene un tono bastante preocupado.
-Eeh... Si... Yo ya me iba-digo rápidamente echando a la basura el papel de antes.
-Mi nombre es Jessica.-me tiende la mano y se la estrecho.
-Heather-intento sonreír y ella asiente.
-Dime... ¿Trabajas por aquí?
-Eso intento...-¿por que hablo con ella? Parece agradable, es bastante mona.
-¿Intentas buscar trabajo? Chica, no es por ofender, pero tienes una cara...-abre su bolso y saca maquillaje.-Toma, aplica un poco en tu cara.
-No, tranquila no hace falta.-lo rechazo pero ella insiste.
-No seas tonta. Toma-me lo vuelve a tender y esta vez acepto y me giro al espejo.
Me hago la raya de abajo y me queda bastante bien. Luego aplico un poco de corrector debajo de mis ojos y parece que estoy mejor. Por último rímel en mis pestañas. Me giro pero no esta Jessica.
-¿Jessica?-no responde. Guardó el maquillaje en el bolso y salgo corriendo del baño. Igual se ha ido afuera. Cuando estoy fuera no hay nadie. Sólo un chico corriendo y una mujer mayor paseando a su perro.

Después de estar media hora buscando trabajo por estas calles repletas de tiendas y cafeterías, me doy por vencida. Es imposible. No hay ningún cartel fuera y cuando preguntas solo te dicen "Lo siento, no podemos pagar a otra empleada." Eso lo entiendo, pero sería más fácil decir "no ya somos muchos para el jefe."
Empiezo a dirigirme a la parda del autobús, pero empieza a llover. Miró el suelo y las gotas son bastante grandes. Se avecina una gran tormenta. Empiezo a correr por las calles y la gente que esta alrededor hace lo mismo. Corren a buscar refugio.
Llegó a una calle sin salido y veo un relampago. Sin pensarlo dos veces, entró a una cafetería pequeña que esta al final. Cuando abro la puerta suena la pequeña campaña que hay encima de la puerta, ya que al abrirla suena. La camerare me mira cuando entró y sonríe. Veo que sólo hay un hombre al final de la cafetería.
Me siento en uno de los taburetes de la barra y la camarera se acerca a mi.
-¿Que te sirvo, cielo?-pregunta limpiando una copa y poniéndola debajo de la barra.
-Un té verde, por favor.-asiente con la cabeza y empieza a prepararlo.
Miró la hora y son las 12. Tengo que pasar por el supermercado.
Después de un minutyo me entrega el té y le pago. Doy un pequeño sorbo y miro el lugar.
-Nunca te he visto por aquí-afirma la camarera limpiando otro vaso. Tendrá unos 30 años.
-La verdad es que llevó dos semanas aquí.-dejo el té sobre la mesa y la miro.
-Vaya impresionante. Llegaste aquí hace dos semanas y parece que tienes trabajo.-señala el refresco y deja de limpiar. Ahora coge un paño de cocina h empieza a limpiar la barra.
-No tienes mucho trabajo aquí que digamos-digo señalando con la cabeza al hombre del fondo.
-No se como mantenemos la cafetería.-suspira y yo asiento.-Necesitamos un poco de movimiento...-pasa el paño por toda la barra y cuando llega a la otra punta, me fijo en el menú que hay al lado. Le echo un vistazo y se sienta junto a mi.
La verdad que el menú no es nada caro, pero para lo que tiene...
-Y dime, por tu expresión... ¿Que cambiarias?-pregunta apoyándose sobre un codo y la miro.
-La verdad-señalo el menu- es que todo.
-No tenemos cocinera, lo preparo yo todo.-cuando dice eso algo de ilumina en mi cabeza. -A mi se me da bien, de echo, trabajo de asistenta en una casa no muy lejos. También cocino.
-¿De veras? ¿Cual es tu especialidad?-el hombre que esta al fondo se levanta con el plato en la mano.
-Los desayunos, se me dan bastante bien-digo feliz y orgullosa. Es verdad, Adele siempre me felicita.
-¿Que sabes hacer?-el hombre deja eelmplato junto a mi.
-Gofres, tostadas, empanadillas, tortas...-me pone una mano en frente de mi cara y la sacude.
-Basta, sabes hacer muchas cosas-empoeza a reírse y echa la cabeza hacia atras.
-¡O la contratas tu, o me la llevo a casa!-dice el hombre antes de salir por la puerta.
-Parefe que le gustas a Ryan. Es el jefe del bar. Así que... ¿Te gustaría...?
-¡Si! ¡Por supuesto!-antes de que termine la pregunta lo digo.
Le cuento donde trabajo exactamente y donde vivo. Dice que el barrio donde estoy es muy caro y que vive gente bastante importante. Yo no le doy importancia. Su nombre es Emily y tiene 29 años. Dejó de estudiar para levantar el negocio que tenía su padre, pero este murió y tuvo que hacerlo sola y vender el local. Hasta que llegó Ryan. Compró el local y la contrato juntona otra chica que esta a las mañanas. Su marido trabaja en una de las oficinas del centro.
Hemos acordado que según vaya el negocio, me dará tanto dinero. Yo le he dicho que esta bien y que mañana vendré de ocho y media a doce. Hasta que se acaben los desayunos. Me ha dicho que a las mañanas suele estar otra chica, que ella abriera el local a las ocho menos diez.
Me despido de ella y voy al supermercado a comprar lo que me dijo Adele. No esta muy lejos, pero no se si abra una parada de bus más cercana.
Llegó a casa y en cuanto entró por la puerta, Adele acude a ayudar a coger las bolsas.
-¿Que tal popor el centro?-pregunta dejando las bolsas en la encimera de la cocina.
-Bien, bastante bien. Me ha pillado el chaparrón y he tenido que esperar a que escampe.-miento, no quiero que de entere que tengo otro trabajo. Puede que se lo diga a Elyse y John y me echen. O alguna cosa.
Adele sigue haciendo la comida y voy as mi habitación a cambiarme. Tengo el pantalón un poco mojado.
Cuando me cambio y bajo las escaleras, la puerta de la habitación de Alana se abre.
-¿La cimda esta lista?-pregunta saliendo de su habitación y cerrando la puerta. Apoyándose en ella.
-Mmm si... Creo que si.-no estoy seguro si Adele ha terminado.
-Vaya asistenta.-dice por lo bajo y no le hago caso.-Luego me tienes que acompañar aujn sitio, nueva cuidadora.-frunzo el ceño por el mote que me a puesto, aunque parece divertido. Pasa por mi lado y baja las escaleras. ¿A donde quiere ir? ¿Sabe que soy la responsable de cuidarla?

Young Blood [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora