Seis

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Su abuela al ver su tristeza quiso contarle una historia muy curiosa.

-Sunshine alguna vez te conté la historia del panadero que amasaba panes con los pies. -dijo con una pequeña risa.

-No nunca. -dijo desinteresada  casi llorando.

-Quieres que te lo cuente.

Ella alzo sus hombros, en realidad no le interesaba mucho escuchar la historia del tal panadero que amasaba con los pies.

-Te lo contare. Un día fui a la plaza a comprar panes como ya tenia confianza con el panadero me asome por un espacio que había y fueras visto lo que yo vi el panadero estaba amasando el pan con los pies y su sudor caía en la masa y el seguía sin remordimiento, me fui corriendo y le dije a mi madre que nunca mas comprara panes en ese lugar mu pregunto la razón y le dije que simplemente no comprara.

-Enserio abuela. - dijo con una ligera sonrisa pintada en su rostro- y no le dijiste nada a tu madre yo le hubiera dicho.

-No yo tenia mucha confianza con aquel hombre para hacerle eso mientras en mi casa no se comiera esa pan no era mi problema, ademas en aquella época no habían las maquinas que hay ahora para hacer panes así que era difícil.

-Jejejeje. - Sunshine soltó una gran carcajada mientras se secaba las lagrimas que aun salían de sus ojos. -que interesante historia abuela.

-Sabia que te haría sentir mejor.

 -Me conoces muy bien abuela.

-Claro tienes mi sangre.

-Abuela que pasara con el hombre que le hizo esto a mis padres, esto no puede quedar así ellos no quedaran muertos sin que nada pase.

-No te preocupes Sunshine el gobierno lo solucionara todo y encontraran al culpable.

-No soy tan ilusa abuela se que no harán nada. 

La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora