Diez

28 1 0
                                    

Sunshine desempaco sus cosas eran tantas que se tubo que llevar cinco maletas solo en lo de ella y dos mas en las cosas de sus padres porque no se perdonaría nunca dejar tantos recuerdos y tantas cosas en el olvido ella sentía que era su deber que ellos no murieran hay si no me perduraran el la infinidad con los recuerdos.

-Sunshine voy a salir un rato no dejes entrar a nadie no sabemos si estas segura aun.

-Pero abuela no te bayas aun no quiero quedarme sola y si me hacen daño.

-Ya se aquí al lado hay un vecino que tiene a su nieto en casa le diré para que venga a cuidarte.

Salio una malvada sonrisa de mi rostro ese era el muchacho al que yo había visto mi abuela sabe como hacer feliz a alguien.

-Estas segura abuela.

-Si claro porque no lo estaría, que no puedo confiar en ti van a hacer algo malo mientras yo no estoy.

-Claro que no abuela pero es que yo no lo conozco muy bien no me puedes dejar sola con un desconocido.

-Bueno el va a venir para que lo conozcas.

-Pero abueela.

-Sunshine cariño yo se que el muchacho te gusta ademas necesitas amigos estar lejos de tus amigos y no los veras muy seguido así que necesitas un circulo social.

Puse una cara muy extraña como negando pero admitiendo. Ella salio y al poco tiempo llego el muchacho no traía camisa en que cosas pensaba solo lo observe me volvía loca.

-Hola. -dijo con una vos muuy tímida.

-Hola. -dije con una vos igual de tímida.

-La señora de la casa me dijo que te cuidara pero sin ofenderte no veo porque si estas algo grande.

-Pues no es mi culpa si mi abuela te mando a cuidarme yo se cuidarme sola y no necesito de un jovencito descamisado para que me cuide.

Miro su pecho descubierto con rapidez y se sonrojo.

-No me había percatado de que no traía camisa lo siento. -bajo la cabeza después de decirlo.

Me sentí culpable lo estaba haciendo sentir incomodo.

-Perdón no quería ser tan grosera. -voltee la mirada sonrojada no era el mejor comienzo.

-No importa yo soy el culpable a quien se le ocurre presentarse en una casa ajena sin camisa soy tan torpe.

-No, no fuiste tu fui yo debí haber sido mas amable pero en realidad no tengo muchas ganas e pasado por mucho y ya estoy agotada de la maldita amabilidad.

El estaba asustado no sabia que decir parece que lo había intimidado, hasta se estaba poniendo pálido.

 -Hola me llamo Sunshine mucho gusto. -apreté su mano mientras daba un paso adelante.

-Mu- mucho gusto Carlos.

Estaba tan asustado sus manos estaban frías y temblorosas, quería romper el hielo pero no sabia como. -mmm ya tengo una idea.

-Oye Carlos te gustaría enseñarme el lugar no se nada de el llegue hoy. -al momento de decirlo puse una cara tan inocente que ni yo me la creía pero el si bueno casi.

-Pero si tu abuela ve que salimos de la casa de seguro me meterá en un problema.

-No te preocupes el problema es para mi si mi abuela dice algo yo responderé, ok no tengas miedo.

-Pero es qu...

-Nada vamos pase todo el día en un hospital llorando quiero salir ver la luz del sol olvidarme de lo que sucedió por un minuto.

-Cla- claro pero solo si me dices que fue lo que paso.

-Te diré si me llevas a un parque necesito estar sentada mientras te cuento.

-Ok, pero si me dirás porque estabas en el hospital.

-Si claro solo si puedo.

-Solo si pue...

-Luego te lo explico mejor buscare dinero para un helado.

Espero que les guste mi historia, por favor compartan la hablen le a sus amigos de mi historia así yo seria feliz y Sunshine también jejeje.

BESOS BESOS 






La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora