Veintisiete

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Me desperté enseguida porque recordé que me acababa de despertar no quería salir porque la presencia de aquel hombre me incomodaba, que haría mientras esperaba que se fuera pensé. Mire al rededor de mi habitación  wow mi sabana estaba llena de sangre ya sabia como pasar el rato.

Después de limpiar mi habitación escuche a mi abuela en la puerta.

TOC TOC. -Sunshine debemos hablar.

Cuando me dirija a abrir la puerta esta se abrió haciendo que me golpeara en la cara con la puerta, caí en el suelo tomándome la nariz.

-Abuela se supone que yo iba a abrir la puerta. -me movía por toda la habitación me arrojaba en la cama y me tiraba en el suelo.

-Sunshine cálmate no te pongas histérica no te a pasado nada.

Solté mi nariz y al ver mis manos estaban llenas de sangre, abrí los ojos y mire a mi abuela mi abuela estaba asustada.

-Abuela me rompiste las nariz!, que voy a hacer ahora me tendrán que operar, me voy a ver horrible.

Daba vueltas por todo el cuarto estaba muy nerviosa, hasta que plas una cachetada de mi abuela, en ese momento parecía una criminal con la nariz partida una marca de una cachetada con unos rasguños y cortadas en los brazos.

-¡ABUELA NO PUEDES SOLUCIONAR NADA CON UNA CACHETADA!.


La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora