Treinta y uno.

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Carlos me mira decepcionado. -Que mas se puede esperar de ti, que seas amiga de las que le hicieron eso a Emma.

-Carlos yo, yo. -fui interrumpida por el. -tu que Sunshine no intentes remediar las cosas ya lo hecho esta hecho ya no hay nada que hacer, la has vuelto a cagar.

-Yo lo siento-. Dije en vos baja y con la cabeza abajo, me aleje corrí hacia mi casa y me encontré de nuevo haciéndome daño en mi habitación tenia que dejar de hacer esto.

-Sunshine puedo pasar. Dice mi abuela.

-No, no puedes estoy desnuda.

-Pero si ambas tenemos lo mismo no seas tonta Sunshine.

Corrí a ponerle seguro a la puerta.

-¡¿Que pasa Sunshine abre la puerta ahora mismo si no quieres tener problema con migo?!

-Abuela no puedes pasar es que, es que estoy cagando espera un minuto.

-Sunshine abre la puerta no puedes estar haciendo eso porque le pusiste seguro a la puerta.

Mi abuela corrió por la llave de la puerta estaba en problemas mis sabanas estaban llenas de sangre y mis brazos aun peor.

-Sunshine te doy la oportunidad abres tu o abro yo cuento hasta tres.

-UNO.

Que voy a hacer mi abuela esta apunto de entrar o Dios mio que hago que hago.

-DOS.

Que hago estoy histérica Sunshine cálmate, cálmate ella no va a entrar o si no seria capaz.

-TRES.

-Abuela basta por favor no lo hagas te lo ruego te lo imploro por favor no entres.

-Querida si es grave debo ver que pasa.

(CRAC)

-¿Sunshine donde estas sal o sera peor?



La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora