Veinte

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Mire a todos lados esperando a que el trajera su dichoso celular, los minutos se volvían horas sentía que le tiempo pasaba muy lento, entonces se me ocurre ir a su habitación y apurarlo un poco, me acerque a la puerta no lo vi luego la abrí por completo tirándola contra la pared sin darme cuenta que el se encontraba detrás de la puerta al golpearlo cayo sobre mi.

-¡O CIELOS NO TRAES NADA PUESTO!. -bueno traía una toalla pero se callo.

Ambos estábamos en el suelo el intentaba levantarse pero estaba sudado y yo estaba bloqueada, el me miro mientras se desliaba por el suelo.

-Me ayudaras a levantarme o te quedaras mirando como me caigo desnudo.

-No que te sucede solo que se me haría imposible levantarte desnudo. -puse cara como de niña inocente.

-Sunshine. -dijo con tono exigente pero al mismo tiempo con picardía.

Trataba de no mirarlo pero me era casi imposible pequeñas carcajadas salían de mi boca era la peor situación del mundo.

-Esta bien te voy a ayudar pero, pero, pero cúbrete un poquito.

-No seas tonta Sunshine a poco tu eres tan inocente . -dijo con cara picara en su rostro.

-No solo es que es muy incomodo y punto.

-Bueno me ayudaras o no.

-Esta bien. -dije poco convencida.

Lo tome de la mano mientras su mirada burlesca me perseguía lo levante un poco y luego lo solté se golpeo algo fuerte.

-Contigo no se puede maldito modelo de Calvin Klein.

Salí furiosa de la habitación con un paso acelerado, sentí de pronto que me sostenían el brazo con fuerza.

-¿Dijiste que soy . -pequeña pausa acompañada de una mirada juguetona- un modelo de Calvin Klein?

-Yo nunca he dicho nada de eso. -reclame intentando zafarme pero no podía ademas de sexy, gracioso, modelo de Calvin Klein ahora era fuerte que mas le faltaba.

-Eres mas traviesa de lo que yo pensaba. -se acerco a mi lentamente haciéndome acelerar mi respiración.

-Suéltame. -dije mientras cerraba mis ojos con la misma lentitud con la que el se acerco a mi.

Me soltó pero no solo hizo eso, se acerco a mi suavemente torturándome con su demora hasta que salte hasta el y lo bese el se aferro a mi cintura y jugó con mi cabello, yo también me aferre a su cintura pero con ambas manos, el pausa aquel momento acercándose a mi para susurrarme algo al oído.

-Mi abuelo no estará esta noche.

Percatándome de lo que me había insinuado lo aleje de mi con furia, es cierto que moría por el en mis adentros pero no podía permitir que pensara de mi esa clase de cosas.

Lo mire seria. -Quien crees que soy yo una cualquiera. -le di la espalda y marche a la banca de al frente de su casa.

Me senté en aquella banca y empece a pensar.

Rayos ya se hace tarde y mi abuela aun debe estar enojada con migo donde pasare la noche.

Entonces el se acerco a la banca arrepentido y con cabizbajo, se sentó a un lado de aquella banca y me miro aun sabiendo que yo no lo vería.

-Sunshine lo siento si no fue mi intención ofenderte en ningún momento yo, yo, no se que me sucedió por lo general no soy así pero tu provocas en mi cosas, cosas (suspiro) cosas muy lindas.

No lo determine aunque lo que me dijo hizo que casi estallara de alegría en mis adentros.

-Sunshine lo siento no te puedo decir mas nada siento haber pensado que tu eras así, siento haberte hecho sentir incomoda, siento que mis besos te volvieran loca. -rió sexy mente y me dio un empujón.

-Eres muy seguro de ti mismo verdad. -le devolví el empujón y reí.

-Claro. -puso su brazo sobre mi hombro como si no lo hubiera a notar, lo mire y el me miro.

-Solo voy porque no quiero quedarme con mi abuela que conste.

El rió siempre reía y lo peor es que lo hacia de la manera mas sexy posible el sabia como volverme loca.

Entre una ves mas a su casa bueno la de su abuelo me senté de nuevo en el sofá y luego recordé el celular y luego recordé lo que le había hecho a mi novio me sentía culpable y no lo llame porque luego oír su vos haría que me remordiera la conciencia.

-¿Quieres gaseosa?

-Claro.

-Sunshine ya no quieres que te preste el celular?

Sunshine inventa una escusa inventa algo, a ya se.

-Es que recordé que le estaban arreglando su teléfono y no puede responder.

-Ooo en ese caso entonces mucho mejor. -me miro de la manera mas malvada.

-Como que mejor. -aquel muchacho me confundía hacia que perdiera el horizonte.

-No se porque tu estarías todo este rato hablando con el y yo tocando el violín.

-JAJAJAJA. -risa sarcástica.

Me dirijo a la cocina donde esta supuesta mente preparando la cena pase mi mano por su descubierta espalda.

-Carlos verdad que te vuelvo loco. -dije juguetona.

-Eso, eso, eso es mentira quien te dijo. -me miro a los ojos tratando de interrogarme, estaba muy asustado.

Reí como nunca me tire al suelo y empece a burlarme de el tanta era mi risa que las lagrimas salían de mis ojos.

-Tu, tu. -la risa me interrumpía su reacción era simplemente única- tu mismo me lo dijiste.

-Yo nunca te pude haber dicho eso. -estaba sonrojado.

-Si lo dijiste. -yo seguía en el suelo riendo a carcajadas.

El se lanzo sobre mi haciéndome cosquillas.

-Detente Carlos. -mi risa no me permitía hablar muy bien- Carlos, Carlos.

-Voy a hacerte cosquillas hasta que te dejes de burlar de mi.

-Esta bien esta bien no me burlare de ti.

El se detuvo y me mire yo lo mire también estaba muy agitada cayo sobre mi y y y.

Esperen el próximo capitulo para saber que sucedió, ADELANTO no es lo que ustedes creen.






La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora