Treinta y dos

9 0 0
                                    

Estaba bajo la cama mi respiración era acelerada temía que mi abuela me escuchara se acercaba a un paso lento muy lento parecía que quisiera matarme de la angustia.

-Buenas se encuentra doña Cecilia.

-Espere un minuto ya voy,  te has salvado Sunshine pero ahora nos veremos.

Sentí que mi respiración se restablecía y volvía a la normalidad no sabia que hacer en algún momento volvería y vería mi desastre y seguro me mataría mas de lo que ya estaba.


Salí de allí y fue cuando me percate de que había una ventana en mi habitación, maldición no habría o estaba trancada.

-Esta bien quedamos así hasta luego doña Cecilia.

-Hasta luego Mirta que le vaya bien.

Ooo Dios mio que voy a hacer o por Dios esta puerta esta muy trancada.

-Sunshine sal mi vida no puedes esconderte para siempre.

Voy a morir ooo porque yo porque wow se abrió.

Salí de hay pero que este es mi día de suerte ahora se rompe mi vestido mire adentro.

-Sunshine lo que tengas oculto dímelo yo estoy aquí para ti mi cielo.

Corrí no se podía poner peor era un callejón con arbustos de espinas no puede ser hoy es el mejor día de mi vida pero esta bien tengo que salir de aquí.

AUCH OOO MALDICIÓN POR DIOS NO PUDIERON PONER ARBOLES DE ALGODÓN HAY DUELE.

-¡SUNSHINE!, ya me colmaste la paciencia si te encuentro quedas castigada no veras mas a Carlos. 


La vida no es color de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora