*Cinco años después*
Después de haberme presentado a su madre aquella noche en que había recuperado el reloj de mi abuela, Kisumi y yo decidimos darnos una oportunidad de conocernos mas y comenzamos a salir.
-¡Esto es un asalto!- Cubrió mis ojos con sus manos y se acerco a mi oído -Le recomiendo que no se abstenga y haga todo lo que le digo, de lo contrario...- Rió -Sufrirá las consecuencias- Mordió mi lóbulo haciendo que un quejido se saliera de mis labios.
-Kisumi- Me volvi, rodeando su cuello con mis brazos y depositando un beso en sus labios -, ¿donde estabas?
-Hayato quería ir a la piscina del hotel así que lo lleve pero tuve que esperar a mi madre para que lo cuidara- Sonrió y paso sus brazos por mi espalda baja -. Confió en que ella lo cuide mejor que yo.
-Oye, no tienes que atormentarte por eso, ¿sabes? Eres un excelente hermano para Hayato, él me lo ha dicho siempre.
-¿En serio?- Sus ojos brillaron.
-En serio- Sonreí y volví a besar sus labios.
Cuando nos separamos dio un pequeño sobresalto, como si hubiera recordado algo importante. Se separo de mi y fue a la mesita de noche junto a la cama para extraer un trozo de papel del primer cajón del mueble. Camino nuevamente a mi y extendió dicho papel.
-¿Que es esto?- Dije tomándolo, con una oleada de curiosidad.
-Es...- Fue interrumpido por el sonido de su celular.
Se disculpo y respondió la llamada, mientras yo me dedicaba a echar un vistazo. Era como un... ¿Mapa?
-¿Pero que...
-Lo siento, amor, pero mi madre quiere que baje un momento.
-¿Que es esto?- Señalé el papel que sostenía entre las manos.
-¿Eh?- Su mirada viajo a donde mi dedo señalaba y una sonrisa se asomo por su rostro -Ah, cierto. Es un mapa, ¿ves?- Comenzó a explicarme cada detalle de este.
-¿Quieres decir que... Hiciste un mapa para... Mi?
-Bueno, no sólo yo, Hayato también me ayudó- Me lanzó una sonrisa deslumbrante.
-Bien, ¿pero al menos me ayudaras?
-No puedo, te he dicho que mi madre quiere hablar conmigo. Pero se que podrás seguirlo, ¿si?- Se acerco para besar mi frente y salió presuroso al llamado de su madre.
Suspire con aires de frustración y volví mi vista al mapa.
-Bueno- Dije en voz alta -, tal vez sea algo bueno.
Pero, en el fondo, sabia que seria algo inesperado.
~
Me situé en el muelle de la playa, el primer lugar que indicaba el mapa, una vez ahí releí para avanzar al siguiente punto.
“Girar a la derecha, diez pasos. A la reina no le gusta esperar."
-¿Que?- Dije entrecerrando los ojos, avanzando.
Tuve que bajar a la arena y cuando hube recorrido la distancia prescrita me encontré frente a un pequeño castillo de arena al cual la marea casi alcanzaba.
Me incline y tome la pequeña nota que descansaba en la que era la entrada del castillo, en el trozo yacía la leyenda “La aventura recién comienza, ¿continuas?"