Cap 14 Sendero, Anillos, Regreso

65 2 0
                                    

Las horas transcurren impávidas ante mis ojos, aún no puedo mover mi cuerpo y el sendero cada vez pareciera que se estrechara más, le doy instrucciones a Locke, cual es el lugar correcto para detenernos y comenzar mi búsqueda de los anillos, ese es el único momento donde debo estar sola, nadie debe ayudarme a encontrar los anillos, ya que para encontrarlos sólo debo escuchar los latidos de los corazones que sellaron su amor mientras los ocupaban.

-Es aquí- le digo a Locke, continuo: Puedes bajarme, ya me siento mucho mejor gracias a toda tu ayuda.

Locke baja su cuerpo con delicadeza para no realizar movimientos bruscos, el no cree la mejoría que Lucy profesa, para él, ella aún está delicada y no quiere que se lastime, estando él completamente en cuquillas, Lucy se aleja mostrándole lo bien que se encuentra, como si hubiera adivinado la preocupación de su guardián. Con una sonrisa resplandeciente, Lucy se comienza a caminar, Locke comienza a seguirla, no queriendo perderla de vista, sin embargo ese sentimiento, sólo ese pequeño sentimiento basto para detenerlo antes que lo hicieran las palabras de Lucy que nunca llegó a pronunciar, dando la vuelta sin mirar atrás.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Qué me ocurre? Los pensamientos del muchacho fluctuaban sólo entre esas preguntas, todo a su alrededor carecía de importancia, se encontraba inmerso en una burbuja que él creo, observaba y apretaba sus manos, se las acerco a su cara y pudo notar que el aroma de Lucy estaba impregnado en ellas, la dulce esencia de lo imposible.

-Es una locura el sólo creer que Lucy puede enamorarse de mí, ella no puede y no amará a nadie más que no sea Natsu, no sirve la esperanza en este caso y menos aún el hecho de que los humanos son seres cambiantes y pueden enamorarse una y otra vez, ella es diferente dentro de su especia, he vivido lo suficiente como humano para darme cuenta de que he perdido- Dijo Locke entre susurros observando el rumbo que tomó Lucy en busca de los artificios. Continuó: Me siento demasiado cansado y triste para quedarme aquí. Diciendo aquello, una luz dorada aparece y en un segundo dicha luz desaparece sin dejar huella Locke se fue. Cuando ella necesite de mi ayuda volveré, no antes, no después... en el momento preciso.

Lo siento Locke, lamento no volver a mirarte de nuevo, a detenerme a preguntarte ¿por qué pones ese rostro? Pero no puedo detenerme, mis pies avanzan por cuenta propia y mi cabeza erguida sólo ve hacia adelante. Nunca he sido egoísta, en ningún aspecto, sin embargo hay una persona que depende de mí, Natsu me espera, seré egoísta para salvarlo, sin arrepentirme de mis actos, dando explicaciones de estos una vez que haya terminado, pidiendo comprensión.

Lucy se adentra por entre los tupidos arbustos que obstruían su caminar, a su andar incesante observa que los arbustos se transformaban en frondosos árboles que ocultaban los rayos del sol que peleaban por entrar en el paraje, con la poca luminosidad el lugar era un paraíso para toda criatura nocturna, una luciérnagas pasaron por el costado de Lucy, dos pequeños insectos jugando entre ellas con sus luces traseras asiéndoles compañía sin siquiera inmutarse por la humana que los observaba, la muchacha encantada por el juego de ellas las sigue, sin darse cuenta recorre un obscuro trayecto, el frio del lugar coloca su piel de gallina, sale de su trance y recorre con su mirada el lugar donde el juego luminoso de aquellos insectos la habían traído. Asustada no sabe que hacer, hacia donde ir, cual es el camino que debe recorrer para volver.

¿Qué hago si me perdí? No hay luz de sol para guiarme por la sombra de una brújula improvisada para ir hacia el norte, todo es obscuridad, negro como las noches sin luna, donde las estrellas están tan lejanas que su luz no llega hasta nuestros ojos, mi visión resulta inútil en estos momentos, la temperatura siento que decae con los pasos de los segundos. ¿Qué hago?

La obscuridad es una amante obsesiva, despechada, controladora y siniestra. No deja que te marches, hace lo imposible por atraparte, cuando tratas de abandonarla vuelve con rencor y malicia. Los pensamientos de Natsu se llenan de metáforas hacia la negrura que lo envuelve, no hay otro pensamiento que lo saque de la envoltura del pesar que siente, no puede volver hacia la luz, la máxima luz que brindaba a su vida brillo y calor.

Caricias NocturnasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora