Capitulo Uno

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Derek

Me desperté con el sol brillando en mi rostro. Bostezando, saque la mano hacia el lado derecho de la cama hasta que encontré un cuerpo tibio. Mi ángel.

Empujándola hacia mi, la envolví en mis brazos, descansando la cara en su cabello. Aunque me he despertado así todos los días desde hace un año, era algo lo que nunca me acostumbraría.

Layna se movió en mis brazos y abrió los ojos soñolientos, sonriendo ligeramente.

-Buenos días. -susurro.

Bese sus labios con gentileza.

-Ha pasado una semana.

Sus ojos se abrieron ante el reconocimiento y chillo feliz. Ha pasado todo una semana desde que ha tenido pesadillas.

Puede no parecer algo importante pero, desde que Timothy la secuestro, todas las noches sus pesadillas empeoraban. Cada noche se despertaba gritando, pensando que estaba con él. Pasaba mucho tempo antes de que se diera cuenta de que estaba aquí conmigo, e incluso cuando lo hacía, algunas veces no volvía a dormir.

Ha sido difícil para ella, pero ha estado mejorando, por lo cual yo estaba feliz. Igual de difícil que era para ella era para mi, solo saber que estaba sintiendo dolor pero ser incapaz de ayudarla. Si fuera cualquier otra cosa, haría que el dolor se fuera, pero esto estaba dentro de su cabeza, y no podía ayudarla.

-Deberíamos celebrar. –susurro, envolviendo los brazos en mi cuello y empujándose más cerca de mi- Deberíamos hacer tocino...

Estalle a carcajadas, y ella escondió su cabeza en mi cuello.

-¿Tocino?

Alzo la cabeza e hizo un puchero.

-¿Qué? Tengo hambre y se me antoja tocino... ¡No te burles de mi!

-¡Esta bien! Ye hare tocino ¿Qué tal? –le dije, incapaz de esconder la sonrisa en mi rostro.

Me miro con los ojos alarmados.

-¡NO! ¡Derek Jackson o te atrevas a acercarte a la cocina!

Fingí estar ofendido.

-¿Por qué no?

-Porque la última vez que te deje ahí terminamos sin cocina por meses ¿Recuerdas lo costosa que fue esa cocina? Pues, yo sí. Y no voy a pagar por eso de nuevo.

Puse los ojos en blanco.

-¿Cómo se suponía que tenía que saber que no se metía la pizza con la caja? No es mi culpa; deberían ponerlo en la caja.

Sacudió la cabeza levantándose, cubriéndose con la cobija.

-Es sentido común, D. Para ser tan inteligente, eres muy estúpido ¿Sabes?

Puse las manos detrás de la cabeza y observe mientras sacaba ropa de la cómoda. Después del ataque de pánico en el armario, decidimos que sería mejor no tener sus cosas allí, solo por precaución. Compramos unas cómodas en su lugar.

-¿Todavía te avergüenzas en frente de mi, Layna? Ya he visto todo de ti. –dije suavemente- ¿Sigues avergonzada de tu cicatriz?

No respondió, volteando el rostro para que no pudiera verla. Pero su silencio fue respuesta suficiente. Suspirando, me levante, deslizándome en mis pantalones que estaban en el suelo, y caminando hacia ella. La envolví con mis brazos desde atrás, descansando mi cabeza en su hombro.

-No tienes que avergonzarte delante de mi. Eres perfecta. –bese con suavidad su hombro desnudo, y luego rosé mis labios sobre su tatuaje. Cuatro pájaros volando, simbolizando los cuatro días que Timothy la tuvo- Vamos, -dije despacio- consigamos algo de tocino.

You're Mine [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora