Capitulo Cinco

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Derek

Ahuecando la bebida en mis manos, observé sin atención al barman mientras mezclaba bebida tras bebida. He estado aquí por un par de horas, pero no pude moverme.

Ella debió haber me dicho...ella no debió guardar un secreto como este a mi. Layna fue abanada cuando niña así que entiendo porque siente la necesidad de simpatizar con gente que también estaba sola. Eso lo había entendido.

Pero no como podría simpatizar con él. No, nunca seria capaz de entender como podría simpatizar con el hombre que alejo a mi ángel de mi.

Suspirando, termine mi bebida y mire al barman llenar la nuevamente.

-¿Mala noche eh? –pregunto y me reí sin humor.

-Si supongo que se podría decir. ¿Puede llamarme un taxi? Se está haciendo tarde.

-No hay problema. –dijo.

Mientras se iba, alguien se sentó a mi lado, descansando su brazo en el mio.

-Hola.

Eche un vistazo para ver quién era, solo para ver a una chica de mi edad sonriéndome ampliamente. Era rubia, con piel bronceada y brillantes ojos cafés, usando un vestido rojo y ajustado, que le legaba a mitad del muslo.

Recorrió con la mano mi brazo.

-¿Cómo estas esta noche?

Tal vez estaba ebrio, pero no era estúpido.

Quitando su brazo me levante.

-Considerando el hecho de que te vi sentada por ahí besándote con el novio de alguien más, diría que no mi importa una mierda las relaciones. Pero me importan, así que gracias pero no gracias. –me gire para irme murmurando- Además, prefiero las pelirrojas.

∞∞∞

Cuando me tambalee dentro de la casa todas las luces estaban apagadas, y asumí que mi mamá y Layna se habían ido a dormir. Me recosté en el sofá para descansar por un momento pero me debí quedar dormido porque lo siguiente que escuche fue un espeluznante grito de arriba.

Antes de que mi mente pudiera comprehender lo que mi cuerpo hacia estaba a mitad de la escalera y corriendo lo más rápido que podía. Mientras llegue me encontré con mi mamá quien acababa de salir de su habitación luciendo frenética.

-¿Qué diablos fue eso? –susurró, sosteniendo una mano en su pecho.

No respondí y la empuje al pasar, con solo una persona en mi mente. Entre en la habitación segundos después y encendí la luz. Escanee la habitación rápidamente, y pude ver que no había nadie a excepción de Laya quien estaba tendida sobre la cama. Sus brazos y piernos descansaban en posiciones incómodas, su cabello rojo cubría su rostro y la cobija estaba en el suelo.

Camine inseguro hacia ella, suspirando de alivio cuando vi que su pecho subía y baja ¿Qué demonios acaba de pasar aquí?

Me senté lentamente en la cama e intente tocarle el hombro con gentiliza. Con un jadeo ella se levantó.

-¡Aléjate de mi! –lloriqueo, golpeado mi mano. Se alejó de mi y se acurruco en una esquina de la cama, con los ojos salvajes y ajenos. Seguí gritándome que me alejara peleado cuando intentaba sostenerla.

-¿Layna? ¡Layna soy yo! Soy yo, cálmate. –dije gentil empujándola a mi pecho- Soy yo. No tienes que temer.

-¿Derek? –sollozo en mi pecho- Derek, necesitamos llamar a la policía. Timothy estaba aquí.

You're Mine [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora