Idiota

7. Plaga de polillas.

No sabia que hacer y que decir. O si siquiera tenia que decir algo. Simplemente estaba parada, perpleja. ¿Avanzaba o me quedaba aqui? ¿Hablaba o no?
Me decidi por las dos primeras opciones, ya que si me hubieran visto parada aqui mirandolos pensaran que estoy loca.
Me acerque a la mesa y todos levantaron su vista al sentir mi presencia. Mi vista paso por todos lo que estaban sentados en cada una de las sillas, terminando en Dylan.
-Hola a todos- dije mirandolo. Todos me respondieron con un saludo, menos el, quien me miraba con la misma intencidad que yo. Siempre hubo una tencion entre nosotros, y no sexual. Desde que termine con el ha guardado odio y rencor en su interior solo para mi. Nadie nunca en la vida podria romper con el, y yo lo hice. - ¿quienes son estos chicos?
-Oh, lo siento- se disculpo Lola- ellos son Carter, Nick y Diego. Chicos ella es Eleonore.
-Pero pueden llamarme Elle, un gusto- me parecio muy formal, pero ya lo habia dicho.

Carter era de estatura media. Tenia el cabello corto y castaño y unos ojos verdes complementaban su rostro tan bien delineado.
Nick era mas alto y parecia un oso de tan grande que era. Cabellos rubios y unos ojos celestes para morirse.
Diego era de estatura media, como Carter. Su cabello era castaño y sus ojos marrones. Era latino, se notaba como a kilometros de distancia. Era precioso.

-¿Y que haces aqui?- Dylan me saco de mis pensamientos. Estaban sentados en la mesa. Enfrentados.
-Phily me invito, no me dijo que ibas a estar aqui, ¿y tu?
-Me llamo Nick para invitarme.
-¿Sabias que yo iba a venir?
-Si, lo sabia. Pero eso no es importante. No pense que fueras a venir, y yo no puedo faltar a nada que me inviten, porque bueno, soy Dylan.
-Dylan por favor, deja el ego y la estupidez de lado por un momento.
-Lo se. Solo bromeaba- pude comprobar que si lo hacia cuando un destello de diversion paso fugazmente por sus ojos- ¿que hay de tu vida, Elle? ¿Algun chico?
¿Que pasaba con el Dylan rencoroso? El si que me odiaba, ¿donde esta?
-Oh, veo que amaneciste bien hoy.
-Es solo... es solo que he decidido superarlo, ¿sabes?- mire a mis amigas para ver si se encontraban husmeando en nuestra conversacion, pero no era asi. Eran ajenas a la charla que estaba teniendo con Dylan, cada uno hablaba con sus "citas"- no puedo vivir guardandote rencor. Se que lo has hecho para no salir lastimada, pero es que yo te queria. No iba a dejarte.

Ya habiamos tenido una conversacion asi hace un año. Solo que el ya no se dirigia a mi con odio, sino con paciencia y tranquilidad. Como hacia mucho no pasaba.

-Ponte en mi lugar, ¿si? Todas las chicas del puto instituto estaban a tus pies. Yo era una en miles. La mas fea e idiota de ellas, te lo aseguro. Y era imposible no sentirme insegura. Me aleje. Creo que hice lo correcto. Ahora ninguno de los dos esta atado al otro. Siendo el mas deseado de la escuela seria dificil mantener una relacion seria.
-Eleonore, cuando se esta enamorado uno es ciego a todo lo demas. Eras la unica chica en mi mundo- dijo, susurrando algo inalcanzable para mis oidos al terminar.
-No te he oido ¿Que has dicho?
-Que cuando se ama...
-Si si, eso si. Lo otro. Lo que dijiste luego.
-Oh, no es nada importante.
-Vamos, dimelo.
-¿Estas segura?- tomo mis manos entre las suyas.
Aturdida respodi- si.
-Que.. que.. que tal vez .. me gustes- rapidamente bajó la vista a nuestras manos unidas. Senti algo en mi estomago. No eran las tipicas mariposas. Eran nervios, incomodidad.
No dije nada. Permaneci estatica unos segundos. No me esperaba esto. Pestañe, recuperandome y largando un largo suspiro. No estaba lista para hablar de esto. Dos años habian pasado y ya lo habia superado del todo. Me costo mucho hacerlo, ya que lo queria muchisimo, pero lo habia logrado.
Me levante de la mesa dispuesta a irme. Dylan se levanto igual. Todos nos miraron algo sorprendidos.

-Yo.. yo me voy. G-Gracias por invitarme, adios.- dije.
-Eleonore, no es necesario, puedo irme yo- replicó el, mas yo ya me estaba dirijiendo a la entrada. Podia sentir sus pasos detras mio, sin importarme segui mi camino.
Abri la pesada puerta de vidrio, poniendo un pie fuera.

-¡Elle! ¡Eleonore!- sabia que era el.
-Dylan...- susurre dando una vuelta sobre mi eje para encararlo.
-Mira, se que es confuso y que probablemente me hayas olvidado por completo. Pero piensalo. No estoy pidiendo que te tires a mis brazos, solo digo que lo pienses. Podriamos ser como antes, ¿recuerdas? Soliamos ir al parque y hablar sobre nuestros libros favoritos, tambien recuerdo que solia espiarte por mi persiana cuando estabas en el porche de casa hablando con mi mama y cuando te...
-Si Dylan, recuerdo eso y fue algo muy bonito, pero hemos cambiado. Ahora eres otro Dylan, el que sale con chicas y se acuesta con ellas. Yo tambien cambie. No creo que lo mejor sea volver.
-Lo se. Solo piensalo. Solo te recuerdo que no estare aqui esperando por ti toda la vida, Eleonore.

Di por terminada la conversacion y me gire, yendo a casa. Sabia que Dann iba a regañarme cuando llegara, pero no me importó.
Necesitaba pensar todo esto, y creo que una vida no alcanzará para hacerlo. Me cuesta creer que Dylan siente algo por mi todavia. Creia que todos los sentimientos y la atraccion entre los dos estaban enterrados 3 metros bajo tierra. No esperaba que Lola tuviera razon.

Llegue a casa a eso de las siete de la tarde debido a que decidi parar en un parque a tomar un helado.

-¡ELEONORE MAYA BLAIR! ¿¡SABES QUE ACABAS DE GANARTE!?- grito Dann cuando apenas puse un pie en la casa.
-¿Un castigo?- hable timida.
-¡Exacto! No saldras en una semana, solo a la escuela, ¿entendido?

Dicho esto subi al baño de la casa a bañarme.
Se en que estan pensando, ¿tu hermano de apenas dos años mayor que tu acaba de castigarte? Y si. Cuando eramos niños mama y papa no solian darnos mucha atencion, asi que alguien debia disciplinarme, ese fue Dann. Desde pequeños el me castiga.

Termine de bañarme y camine a mi habitacion a cambiarme. Mi telefono sono.

Lola
Que paso? Debes contarme.

Eleonore
Lo se, mañana hablamos en la escuela, si? Besos :*

Tocaron mi puerta. Abri y encontre a un Caleb recien bañado con un plato de pizza en sus manos.

-Dann dice que comas esto- aviso sin una pisca de algun sentimiento, ya fuera diversion o alegria, en sus ojos.
-Bajare a comer en un segundo.
-No, el dice que comas esto en tu habitacion, Eleonore.
-¿Que? ¿Por que?
-Segun lo que escuche, estas castigada, pequeña Elle.
-No me llames asi... espera, ¿que hacias escuchando conversaciones ajenas?
-Yo solo estaba en mi habitacion y lo escuche.
-¿Tu habitacion? Esta es mi casa, Caleb.
-¿No te han contado? Mi casa esta infestada por una plaga de polillas, esta será mi casa por un largo tiempo- una sonrisa macabra se extendio por su rostro.
-¿¡QUE!?

¿¡QUE!? Ay no, Dios, ayudame.