Salte de la cama al escuchar ruidos provinientes de la cocina. Rapidamente me puse mis pantuflas de patito dispuesta a dirijirme hacia el lugar de donde venian los sonidos. Me pare en puntitas de pie con el objetivo de ser silenciosa. Algo que se torno imposible cuando me di cuenta que lo que llevaba puesto en los pies hacia ruido de pato: un paso "cuack", paso "cuack". Me maldije por comprar estas pantuflas tan tiernas. La verdad es que no me pude resistir a tanta ternura. Pero ya no habia vuelta atras. Tenia los zapatos puestos en mis pies y ya estaba a un metro de la escalera. Volver y sacarmelos seria mas ruidoso.
Continue mi camino hacia la planta baja de la casa caminando en puntillas para hacer el menor ruido posible. Algo que no logre. En cuanto pise el primer escalon se escucharon unos sonidos raros de la habitacion de Dann por lo que supuse que se desperto, o lo desperte. No lo se. Mis suposiciones se confirmaron cuando un Dann medio dormido salio de su cuarto chocando contra el marco de su puerta. Abrio la boca para hablar pero inmediatamente hice una seña para que se callara. Se notaba su confusion. Bajo la mirada hacia mis pies e hizo mala cara. Lo mire algo avergonzada pero inmediatamente lo tire del brazo acercandolo a mi.-Hay alguien abajo- hable en susurros- escuche ruidos.
-¿Y que piensas hacer? ¿Bajar a hacerte la heroe?- hablabamos en susurros.
-¡Dann! Hay alguien alli y puede ser cualquier persona. Podria estar robando nuestras cosas ahora mismo- no habia pensado en que podia ser un ladron y creo que el tampoco ya que nos miramos alarmados- deberiamos bajar.
-Eso creo pero, si te quitaras esas cosas- señalo a mis pies- seria mejor- me las quite quedando descalza y bajamos. Andabamos sobre nuestros dedos tratando de ser sigilosos. Todo estaba oscuro a pesar de ser las 12:00. En ese momento en el que mire el reloj de mi celular fue cuando me di cuenta de que solo habia dormido dos horas desde mi llegada a casa hoy por la mañana. Las ventanas estaban cerradas y las luces de la casa apagadas. Solo se podia ver un poco gracias a una pequeña lampara en una esquina.
Vimos una sombra pasar por nuestro lado izquierdo lo que hizo a Dann tirarse a mis brazos.-¡Dann! ¡Madura!- quite mis brazos y cayo duro contra el piso- haz silencio- lo rete.
-Si. Que facil hacer silencio cuando caes al suelo, estupida.
Escuchamos otros ruidos. Alguien subia la escalera y se podia ver una sombra que al oir nuestro susurros y el golpe de mi hermano se quedo quieta durante unos segundos. Luego continuo su camino.
Decididos, agarramos a la persona de sus hombros y la tiramos al frio suelo. Se escucho un quejido y fue ahi cuando supe quien era. Pero ya era algo tarde, Dann se habia tirado arriba de ella y no la dejaba escapar.-¡Dann!- grite- ¡Dann, sueltala, que es mama imbecil!- me miro sorprendido y libero a mi madre. -¿Mama?- hablo el- ¿que haces a esta hora despierta?
-Dann querido, son las 12 de la mañana, es Domingo, ¿que esperas?
-Es que sueles levantarte tarde los Domingos- hable y mi hermanito me apoyo- y cuando llegue a casa a las 10 no estabas- rapidamente tape mi boca. Dann y mama me miraron con esa tipica ceja levantada acusatoria. Deberia aprender a cerra mi bocota.
-¿De donde llegaste a las 10, Eleonore?- hablo mama.
-Yo.. eh...
-¿Donde estabas Elle?- dijo Dann.
-Eh.. primero dinos donde estabas tu, madre.
-Bueno... yo...eh.. fui a.. ¡a ver unas cosas para conseguir un trabajo! Si, eso.
-Ya veo... y, ¿papa sabe sobre esto? ¿O debemos contarle?- indago Dann. Parecia como si mi problemita hubiera sido olvidado.
-No. Su padre no sabe nada porque quiero que sea una sorpresa para el.
-Ya veo. Me imagino lo feliz que se pondra cuando sepa que su esposa de cincuenta años luego de treinta años de vivir juntos y felizmente casados busca un trabajo- al decir esto Dann, mama se puso tensa. Te descubrimos mami.-¿Cuanto quieren para ni decirle nada a su padre?- finalizo Beth, mi madre.
-Yo quiero cien dolares y fiestas sin ningun limite de hora de llegada- propuso Dann.
-Yo quiero...- pense -quiero lo mismo que el y... que no preguntes ni nombres el tema de mi llegada de esta mañana.
-Si que son costosos- saco su billetera y nos repartio a cada uno un billete de cien dolares. Despues de esto subio a su cuarto.-¿Que crees que esta escondiendo mama, Dann?-nos sentamos en las banquetas de la cocina mientras comiamos nuestro desayuno preparado minutos antes.
-Tal vez es una traficante de esos penes de goma.
-¡Dann! Puede escucharte. Ademas, dijimos que dejariamos ese tema en el olvido.
-Nunca podre olvidar cuando encontramos cuatro de esos de diferente tipos en una caja con su nombre, Elle- solte una pequeña risa y seguimos comiendo.
Al terminar subi al baño y me di una ducha rapida. Me cambie simple y baje a hacer mis tareas.
A los treinta minutos tocaron el timbre. El pequeño Blair, mi hermano, abrio. Mama y papa habian ido a hacer unas compras.
-Hola hermano- se escucho a Dann hablar seguido de el choque de unas manos y unos pasos hacia el sofa que se encontraba detras mio. Luego, unos pies se apoyaron en la pequeña mesa en la que estaba trabajando. Esta se encontraba delante del sofa.
Cuando gire mi cabeza y vi sus tipicas Vans negras sobre la mesa donde estaban mis cosas de trabajo no pude evitar enojarme.
Sin darme vuelta dije:
-Caleb, tienes diez segundos para quitar tus sucias zapatillas de mi mesa- comence a contar- uno..dos..tres..cuatro..cinco..seis- todavia no sacaba sus pies- siete..ocho..nueve y.. diez. Te lo adverti.
-¿Que me vas a hacer? ¿Meterme tu pequeña mano por el culo?- ese estupido comentario me saco de quicio, haciendo que quiera golpearlo. Di vuelta mi cabeza como el exorsista y pude ver su mirada divertida. Velozmente me lanze sobre el, que estaba sentado en el sofa con sus pies sobre la mesa, y le arañe la cara con mis largas uñas. Cuando logro quitarme de arriba suyo admire mi trabajo. Unas pequeñas marcas decoraban su cara desde su frente hasta su barbilla.
-Te lo dije- rei tomando mis cosas y caminando hacia la cocina.
-Lo pagaras, pequeña mocosa- dijo en un tono divertido.
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Idiota
Teen Fiction¿Quién seria tan idiota como para enamorarse de el? Eleonore Blair, a sus jóvenes 16 años cae en las garras del feroz Caleb Doyle. Ella es algo espontanea e impulsiva. El es engreído y malcriado. Y esa no es la mejor mezcla. Eleonore dirá lo que si...