CHAPTER 19: ALBIRCUE

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-¿A dónde iremos? – Preguntó una Camila con un semblante indiferente a las personas que tampoco mostraban un gesto de entusiasmo. Normani se mordió el dedo índice antes de responderle a la muchacha.

-A otra isla... No una como en la que estaba, ésta no es tan bonita... Pero es un refugio, no podemos avanzar más hasta que todo... Lo que dejamos atrás se haya resuelto... Llegaremos y nos asentaremos en esa isla hasta que podamos salir y avanzar ahora sí, de vuelta a la civilización.-

-¿Y cómo sabremos cuando eso pase?- Camila miro hacia el horizonte

-Uno de los dos bandos tiene que ganar... Se supone que recibiremos noticias del nuestro toda vez que Jerry, con ayuda de otros, puedan avisarnos.-

-¿Y si eso no sucede? – El silencio embargaba todo el pequeño recinto en el que se encontraban, podría pensarse que estaban a salvo, sin embargo, en los ojos de varios, aún se denotaba la preocupación por lo que ocurriría en las próximas horas.

-Nos quedaremos acá... - Camila movió la cabeza negativamente – Es todo lo que podemos hacer para mantenernos a salvo.-

-¡¿A salvo?! ¿A costa de la vida de cuántos que se quedaron allá? Yo no sé si mi padre vive todavía, si Calum o Jerry están bien, ¿Qué pasó con Drew? ¡Nadie lo sabe todavía! ¿Cómo vamos a sobrevivir así? El cuerpo... El cuerpo con vida... Pero la conciencia intranquila para siempre.- La latina volvió a alterarse

-Camila...-

-Sus muertes pesarán en nuestra conciencia lo que nos resta de ésta vida que salvamos...-Camila volvió a hablar interrumpiendo a la morena

-No...-

-Yo debí quedarme allá, y morir allá... Si no con Lauren, al menos con mi gente...-Finalizo Camila

-Mila no debes...-

Pero Camila se retiró de la sala, antes de que las lágrimas volvieran a salir sin contenerse, las enjugó cuando caminaba por el pasillo fuera de la vista de todos, ahí se recargó contra su brazo en la frente y la pared, no era posible, lo tuvo todo en un momento, hacía apenas algunas horas fue la mujer más feliz del mundo, ahora ese mundo se estaba desmoronando y ella ya no podía hacer nada por impedirlo, por arreglarlo todo un poco, al menos por meter la mano siquiera. Las ilusiones se le habían desvanecido y ya no soñaba con volver a la ciudad y a la vida que dejó hace años fuera de la isla, si quería volver allá, era porque deseaba recordar junto a Lauren esos días en Miami, sin Lauren... Camila sólo quería dormir para siempre.

XXX

A pesar de la lluvia de fuego y plomo que se desenvolvía a unos pocos kilómetros atrás, el sol irradiaba sus rayos centelleantes en toda calma y plenitud, los verdes ojos de Lauren Jauregui pudieron acostumbrarse en un momento, y lentamente se levantó de la arena mojada que le enlodó la mitad del rostro pálido. Sentía ligeras punzadas por todo el cuerpo y dolores fuertes en la costilla derecha; su primera reacción fue tocarse para averiguar qué tanto había sido dañado de ella. La explosión en el barco la dejó por un momento aturdida y con poca visibilidad, por lo cual aún no lograba vislumbrar exactamente el lugar donde se encontraba.

-¡Camila! – El sólo recuerdo de la latina hizo que todas las molestias que la sobrepujaban desaparecieran en un instante. Se levantó sosteniéndose a medias, tenía mareos constantes y apenas podía dar unos pocos pasos antes de desplomarse, la oreja derecha le sangraba y en un momento se quejó al mirarse la ropa sucia, no era una buena presentación para una marinera de su clase. Sólo fue un momento, luego apretó los puños, suspiró hondo y caminó cojeando más lejos de la orilla.

No se prestó al descanso, con los pocos sentidos que le funcionaban casi a la perfección realizó investigación de campo.

-2 – 4 de la tarde aproximadamente... Algunos 9 kilómetros de la isla y del puerto – Lauren hablaba para sí misma, el barco no había avanzado mucho cuando explotó y la explosión tampoco fue muy fuerte – La corriente de aire que me arrastró en los maderos sí era fuerte... Estaré... Posiblemente... e-en Albircue... sí, Albircue... Puedo regresar, no es complicado... - Miró hacia el interior de lo que asemejaba una paradisiaca isla y caminó hacia dentro sintiéndose airosa de saber casi con exactitud el lugar donde se encontraba ahora, después de todo, era Lauren Jauregui, ella siempre sabía dónde estaba, nunca se perdía.

Mundos Opuestos [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora