Del odio al amor.

Capítulo 09; nosotros no somos nada

Estábamos aún en un silencio, pero no era incómodo.

Hasta que de repente sonó el móvil de Justin.

—Contesta.

Él sonrió y sacó el móvil de su bolsillo.

Miro y se le cambió la cara, pero igualmente contesto.

—Dime— dijo muy serio.

—Mi amor— dijo una voz femenina a través de la línea.

Yo lo pude escuchar ya que su móvil se escuchaba fuerte.

Yo lo mire y él me miro angustiado.

–¿Qué quieres?— dijo a través del móvil.

—¿Qué que quiero? Quiero verte mi amor, desde ayer que no te veo.

Yo me pare de la cama, sabía que todo esto no podía durar, sabía que era un error estar con él, lo sabía. ¿Por qué me tiene que empezar a gustar este imbécil?

Lo agarre del brazo sacándolo de la habitación.

—Chanel no...

—Vete, por favor— lo interrumpí.

—¿Chanel?¿Qué haces con Chanel?— dijo la novia de Justin a través de la línea.

Justin se puso frente a mi y con la mano libre me agarro del brazo.

—Jessie de verdad yo no te quiero. Estoy empezando a sentir cosas por otra persona. Cortamos ¿sí?—dijo mirándome a los ojos y colgó.

Sólo lo mire sin ningún gesto en la cara. No sé si era amor o dolor lo que sentía en ese momento.

—Justin necesito que te vayas, ¿sí?

—Chanel yo..

—No Justin, no te preocupes, no pasa nada. Nosotros no somos nada, no tengo derecho de montarte un show, sólo necesito pensar un poco ¿sí? estoy muy confundida— le dije mientras miraba a otro lado.

—Pero prométeme que no me dejarás de hablar y nos seguiremos viendo, ya deje las cosas claras a Jessie, estoy libre, sólo para ti. No quiero a nadie más que a ti. Prométemelo por favor— dijo acercándose a mi.

—Te lo prometo Justin.

No le podía decir que no, recién estábamos sincerisandonos mutuamente y yo tampoco quería perderlo, aunque quisiera.

Cuando se fue, me eche a llorar, no sé como me sentía en este momento. No me sentía ni bien ni mal. Ni siquiera sabía por que estaba llorando.

Eres imbécil Chanel, una imbécil.
¿Cómo le hechas así de tu casa?

Marque el número de Madison.

—¿Hola?

—Mad, necesito verte.

—¿Qué pasa Chanel?

—No puedo explicártelo por aquí, ¿nos vemos en el café Moma en 45 minutos?

—Allí nos vemos, te quiero.

—Te quiero, adiós— colgué.

Me fui a duchar.

Comencé a quitarme la ropa y mire la camiseta de Justin. No quería quererlo, pero el corazón quiere lo que quiere. No puedes escoger al amor de tu vida, aún que hayan un millón de razones por la cual no debería quererlo. Pero no podía negarlo.

Cuando me salí de la ducha, me dirigí a mi habitación.

Me puse una camiseta blanca, unos leggins negros y unos zapatillas Nike de color blancas. Y como no hacía tanto calor, me puse una chaqueta de jeans un poco larga.

Cogí lo necesario y me fui en mi coche.

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