Un reencuentro inesperado. Code lyoko.(EDITANDO)

Cap. 45 ¿Todo termina aquí?

Buenoo este es el ultimo capitulo, queda el epilogo lógicamente que creo que os gustara. Este capitulo quiero dedicárselo a cada persona que se a tomado su tiempo en leer la historia, votarla y comentarla. Pero gracias por seguirla de principio a fin. Os estoy eternamente agradecida.

P.D.: Si no me puedo dormir por eso lo subo ahora, aun que no creo que os moleste jeje. Ademas en España ya es domingo así que... Que lo disfrutéis.

Odd pov.

—Ulrich tío ¡Vamos! Despierta.—Ahogue mientras intentaba zarandearle algo brusco para que despertara.

Notaba el pulso que tenía algo más débil de lo normal, pero esperaba que tan solo fuera por el golpe. Sentía su leve respiración inflar y desinflar sus pulmones... Sabía que Ulrich era duro de pelar, y por el sitio en el que tenía la herida se podía ver que no era muy profunda, aun así debía llevarle al médico de inmediato. Solo que debía de inventarme una buena excusa para explicar esto...

Mi mano derecha se mantenía bajo la nuca del alemán, hasta que mi móvil empezó de nuevo a vibrar. Si has encontrado a Ulrich, llévalo a esta dirección Avd. Francia 13. Ahí le atenderán sin realizar ninguna pregunta. De nuevo esa persona anónima y misteriosa y que por alguna razón estaba en cualquier sitio. Parecía llamar mi atención, haciéndonos saber que podía estar vigilándonos cualquier rincón. La pregunta era, ¿Se podía confiar en eso? No se la respuesta, pero no tenía más alternativa que esa.

Bloque el móvil guardándolo de nuevo para zarandearle una vez más a Ulrich, notaba su respiración más fuerte que hace unos minutos y creía que eso era bueno. Alce la mano algo por encima de mi cabeza y le propine una torta sin mover su cabeza sobre su cara. Vi en su rostro, como arrugaba la nariz y achinaba los ojos como si hubiese despertado de la mayor resaca jamás contada...

—¿Ulrich?.—Pregunte sorprendido al ver como abría uno de sus ojos con cuidado e instintivamente se llevaba una de sus manos a la herida.—Menos mal...—Suspire sintiendo su mirada clavada en mí con desconcierto.

—¿Qué pasa?¿Quién eres?.—Pregunto mientras me quedaba mudo.

—Soy Odd, tu mejor amigo...

—No sé quién eres y por qué estás aquí.

—Vamos Ulrich, soy yo.—Dije sin éxito.—Tenemos que sacarte de aquí.

—¿Por qué?.—Pregunto observando el lugar que tampoco recordaba.

—Por qué me necesitas.—Grite un poco antes de levantarlo del suelo.

Pase su brazo sobre mis hombros, mientras seguía conmocionado de todo, pero el que no me reconociera eso me acojonaba por completo y más ahora que lo necesitábamos más que nunca.

Avanzamos por la soledad y oscuridad de la fábrica, hasta ver de nuevo un poco de luz saliendo a la superficie. Tenía la moto de Ulrich aparcada, pero no estaba seguro de que podría sostenerse a mis espaldas estando así. No veía otra alternativa por lo que decidí jugármela y esperar no perderlo por el camino.

Le senté en la moto pidiendo que se agarrara fuerte a mi espalda, pero eso sí que recordaba el no querer agarrarme, ya que sostuvo sus manos en el agarradero trasero del vehículo. Arranque con confianza, sin dejar de mirar al retrovisor por si seguía el cuerpo de Ulrich anclado al asiento y no lo perdía de vista... El tráfico era algo pesado, por las vacaciones de verano y las salidas que hacia la gente para irse a otro destinos... Seguí avanzando hasta dar con el maldito callejón oscuro aquel, parecía un médico aficionado de esos, que tienen los mafiosos para hacer trasplantes de órganos.