Un reencuentro inesperado. Code lyoko.(EDITANDO)

EPILOGO

Yumi pov.

—¿De verdad no tenemos otra opción?.—Preguntó Jeremie con desesperación en el despacho de Walter ante la mirada de Andrea y el mismísimo Walter.

—Al menos que quieras correr el riesgo de perder lo que más quieres...—Dejo caer Walter estando muy seguro de todas las posibilidades habilitadas hasta el momento.

—No podemos protegeros, sin saber que trama el mandamás ni saber su paradero.—Incluyo Andrea para después buscar a Ulrich con la mirada.

—¿Y qué pasa con mi padre?.—Pregunto Aelita aferrándose a la única esperanza que seguía viva en ella.

—Intentaremos encontrarlo, no debemos dejar cabos sueltos.

—Claro.—Contesto con resignación.

—Aquí tenéis los nuevos documentos, y todo lo necesario para llevar a cabo una nueva vida, empezando desde cero.

—Menuda solución más útil.—Carraspeo Ulrich.

—Entiéndelo, no podéis correr el riesgo de quedaros aquí y todo vuelva a empezar, ahora tienes la oportunidad de empezar de cero con la gente a la que quieres.—Contesto señalándome con la mirada.

—¿Y quién dice que nuestras familias estarán a salvo?—Pregunte aprovechando que su mirada seguía clavada en mí.

—Nosotros.—Dijo dándonos a cada uno de nosotros unos sobres marrones sellados.

Ninguno de nosotros esperó para poderlos abrir y mirar lo que aquel sobre contenía. Miramos unos nuevos pasaportes con nuestra misma imagen pero con todos los datos cambiados, hasta el país de procedencia era distinto al real. Continuamos rebuscando dentro, encontrando propiedades en distintos países. Era como si nos habían planeado una vida paralela con todo lo necesario hecho por ellos. Mire al resto ante su cara de sorpresa y desesperación por no tener ningún otro tipo de alternativa.

—Nos pondremos en contacto con vosotros varias veces.

—Ulrich, Yumi, esperad un segundo.—Pidió Andrea antes de salir por la puerta.

—¿Qué quieres?.—Pregunto Ulrich a mala gana cuando la tenía delante.

—Lo siento, solo quería protegeros de la mejor manera, y no podía crear sospechas por ninguna parte. Siento el daño que os ocasione.—Dijo buscando nuestro perdón, mientras asentíamos.— Yumi, entiendo por qué elegiste estar a su lado, eres una chica con suerte.—Hablo. Realmente había estado enamorada de él...

—Adiós Andrea.—Despidió el alemán. Sabía el sentimiento que mantenía, pensar que conoces a una persona y de repente ver que es otra...

—Adiós.—Despedimos todos sin asimilar todavía lo que acaba de ocurrir realmente.

Salimos de la gran empresa mirándola por última vez mientras sostenía la mano de Ulrich con fuerza. Mire a mis amigos juntos de nuevo los cinco... Pero no de la misma forma que siempre.

—Yo propongo ir a Jean Paul a cenar antes de...—Promociono Odd.

—Suena genial.—Afirme acariciando la mano de Ulrich, quien sonrió levemente al mirarme a los ojos.

Caminamos despacio y en silencio mirando cada rincón de las calles en las que nos habíamos criado y que pocas veces más volveríamos a pasear por este asfalto los cinco... Vimos el gran cartel de Jean Paul iluminado en su manera original.

Entramos con el mismo recibimiento de siempre, todo el cariño y la calidez de alguien conocido y que tu mera presencia le hace sonreír.

—Ahora sí que puedo decir, una mesa para cinco en la de siempre.—Hablo mientras cada uno de nosotros se miraba y sonreía.—Da gusto veros de nuevo chicos.