Un reencuentro inesperado. Code lyoko.(EDITANDO)

Cap 13. Desvelando el secreto

Deciros que me esta artando entre esto y el word siempre me hacen lo mismo, entre los guiones y espacios me tienen loca, si hay algo raro es por eso, lo siento, si no no podria subir, aun asi intentare editar lso caps. gracias. 

Ulrich pov

Me encontraba todavía mirando por la mirilla de mi apartamento sin saber que hacer... Su visita tan repentina me olía a chamusquina. Aunque pensándolo bien, tampoco perdía nada por dejarle entrar....

- Ulrich abre, sé que estas ahí.- dijo asomando más los ojos verdes al otro lado de la mirilla. 

-  ¡Joder! pensé. Decidí ceder y abrirle la puerta. 

-       Hola.- salude algo cortante.

-       Ulrich, ya pensaba que no me abrías.- dijo entrando y acercándose a mí.

Me dio un beso en la mejilla con sus labios pintados de rojo y se acercó a mi oído para susurrarme; cada día estas más sexy… Se despegó de mí y cerré la puerta tras de sí.

-       ¿Y qué haces aquí?.- pregunte queriendo saber cuanto antes el motivo.

-       Verte, te parece poca razón..- contesto natural.

-       Bueno…

-       Ya sé que estas algo desanimado, así que, aparte de traerte mi compañía, te e traído esto para que te animes un poco.- comento sacando una botella de vino.

-       No hacía falta que trajeras nada…

-       Me apetecía ¿.Por qué no traes dos copas y lo probamos?.- dijo aposentándose en mi sofá.

-       Claro.- dije mientras me metía en la cocina.

Cogí mi móvil que guardaba en el bolsillo trasero de mi vaquero y mande un mensaje a Odd, contándole el percal que tenía ahora aquí. Su contestación fue inmediata. Aprovecha fue su única contestación. Que sutil. Agarre las dos copas, el abre corchos y volví al sofá sentándome a su lado. Cogí la botella y la descorche, sirviendo en las dos copas que ahora ella sujetaba.

-       Bueno Ulrich tendremos que brindar.

-       ¿Por qué brindamos?, no encuentro nada bueno en estos momentos.

-       Por qué estamos aquí los dos, y porque me veras más a menudo en la casa.

-       ¿Eres tú la incorporación que me menciono mi padre?

-       ¿Sorprendido?

-       La verdad que si…

-       Espero que para bien.

-       Si, si…- dije pegándole un trago a mi copa.

Creo que no fue una muy buena idea a ver ido a hablar con mi padre hacia pocas horas. Tuve un momento de debilidad y eso, él no dudo en utilizarlo en mi contra encontrándome cualquier distracción o entretenimiento posible.

-       ¿Me vas a contar que es lo que te pasa?.-recabo de nuevo.

-       Seguro que mi padre ya te ha puesto al día.

-       No, la verdad que no. Solo sé que iré de vez en cuando a la casa para inspeccionar todo un poco.

-       Creía que para eso estaba Makoto.

-       ¿Ese es el japonés?

-       Si… el mismo.

-       Veo que no le tienes mucho aprecio.