La Maldición de Ladón.

• Capítulo 13 • Amiga Inesperada •

• KATY •

Ya hacían dos semanas desde la tarde que pasé junto a Jimin en la cascada., de vez en cuando la imagen de sus ojos cubiertos y su boca entreabierta venía a mi cabeza, no volvimos a besarnos desde entonces pero la confianza entre ambos aumentó considerablemente. Desde que supe de su habilidad de escuchar de lejos, no necesité que durmiera conmigo, me sentía segura aún si estaba en su casa. Sólo dos noches se había quedado en mi casa debido a que nos quedamos hasta muy tarde conversando. Jimin era un misterio, no habla demasiado de su pasado, hay un lapso en su historia que oculta y es justo antes de llegar al pueblo. Sé que es extraño, debería desconfiar pero no lo hago, en absoluto. Es algo que yo misma aún no entiendo pero espero... no, deseo es la palabra justa, deseo con toda el alma que no me decepcione. Es el primer chico con quien realmente me gusta pasar tiempo, con quien me siento realmente cómoda, y no creo poder superar una traición de su parte.
—Voy a declararme. —Las palabras de Clary que no había estado escuchando durante los últimos minutos ahora sonaban fuerte y claro.
—¿Qué?
—Voy a decirle a Jimin que me gusta. — La miré como si no entendiera sus palabras, la miré sin saber que decir.  Clary era mi única amiga, pero no quería que lo hiciera. Una odiosa sensación se instaló en mi pecho, eran celos, estaba segura. Ahora lo entendía todo, todo estaba tan cristalino como el agua, me gustaba Jimin. La absurda confianza, la comodidad de su compañía, la tranquilidad de tenerlo cerca. Todo tenía sentido ahora, me gustaba, y mi amiga iba a declararle su amor. Clary era la única amiga que había tenido en toda mi vida y debería desear su felicidad, pero por más egoísta que sonara, no quería que lo hiciera, no quería verlos juntos. Sólo imaginarlos tomados de la mano revolvió mi estómago. 
—¿Cuando... cuando lo harás? — Pregunté tratando de ocultar mi creciente enojo y mi voz nerviosa.
—Ahora. ¡Jimin! —gritó y corrió hacia él. 
Me quedé allí, parada, sin saber que hacer, viendo como ella acariciaba su brazo e ingresaban juntos a la sala de danza para más privacidad. Comencé a transpirar y no estaba segura si realmente hacía calor o si era causa de mis nervios, salí afuera en busca de aire.
—¿Te sientes bien? —Me sorprendió que Ash preguntara algo como eso, y debió notarlo en mi cara porque bufó—. Oye, reconozco que a veces puedo ser una perra, pero sé cuando es momento de parar. 
—Lo siento, yo, necesitaba aire.
—¿Ha ocurrido algo, puedo ayudar? —Posó una mano en mi hombro y por primera vez sentí agradecimiento y simpatía hacia ella.
—No, digo, aunque quisieras no puedes ayudarme, sinceramente no creo que alguien pueda. 
—Pues, no somos muy cercanas, pero puedes hablar conmigo si lo deseas. Sé guardar secretos. —Caminé hasta la pequeña pared del cantero y me senté, Ash se ubicó a mi lado. 
—¿Qué harías si te gusta tu amigo pero a él le gusta otra chica?
—¿Es una broma? —Su tono molesto llamó mi atención, sólo cuando vi el dolor en su mirada supe que había formulado la pregunta incorrecta.
—Lo siento yo no quería...
—Ya. ¿Ahora sabes lo que se siente?
—No del todo, lo lamento.
—¿Qué lamentas?
—Hacerte sufrir, yo no quería...
—No es tu culpa, admito que te detesto por eso, pero no eres tú, es él. Zac es quien se enamoró de ti y no de mi. —No sabía que responder a eso, toda esta ola de sinceridad de su parte era nueva—. Bien, dejemos eso ahí. Lo que voy a decir, sonará extraño teniendo en cuenta mi pasado comportamiento pero quiero aclarar que es algo en lo que he pensado últimamente. Analizando toda la situación llegué a una conclusión, si te gusta lucharás por él, pero si lo amas, lucharás por su felicidad. Esa es mi decisión, te dejaré el camino libre con Zac. —¿Qué se supone debía hacer? 
—Yo, sé que llegar a esa decisión a sido doloroso para ti, me disculpo por ello pero no puedo aceptarlo. 
—¿Cómo dices?
—Nunca me ha gustado Zac.
—Oh...
—Ahora tengo otra pregunta. ¿Crees que es demasiado egoísta desear mi propia felicidad?
—Eso depende. —La miré, y pude ver en ella una amiga que antes no estaba. —Si haz llevado una vida difícil, no está mal desear tu felicidad en lugar de la suya. Pero si lo has tenido todo siempre, entonces sí sería egoísta. Quisiera darte la respuesta exacta a tu problema, pero no sé mucho sobre ti, ni siquiera sé que haces en este pueblo viniendo de la ciudad.
—Me ocultaba. —Me miró sorprendida.
—¿Dime que no eres una criminal y la policía no te está buscando, o si?
—No soy una criminal y no me busca la policía —reí. 
—¿Entonces? —Me debatí si contarle sería bueno, pero no había modo de que pudiera perjudicarme con ese conocimiento, Charlie ya sabía mi ubicación y nada era peor que eso.
—Me ocultaba de mi padre. —Sus ojos volvieron a abrirse con asombro—. Él nos golpeaba a mi madre y a mi, yo soy producto de una violación, la noche que mi madre falleció le prometí que escaparía. Pero él tiene dinero y poder, por eso siempre fui reservada, no podía permitir que alguien me delate. 
—Diablos, me siento una completa mierda. Ahora yo debo disculparme por ser una estúpida contigo.
—No lo hagas, tu no lo sabías, nadie lo sabía ni siquiera Clary. 
—¿Y por qué me lo cuentas a mi? 
—Porque ya no me asusta ser encontrada, es decir, aún le temo pero estoy cansada de huir de él y de cualquier chico que se acercaba a mi.
—Pues, ahora si puedo darte una respuesta, no eres egoísta. Katy has sufrido tanto, mereces ser correspondida y mereces luchar por tu felicidad aunque eso implique lastimar a tu amigo. Demonios Katy, nunca creí que diría esto, me caes bien y no tuvimos un buen comienzo pero me gustaría hacerlo de nuevo —sonreí, Ash no era tan mala después de todo. 
—Katy. —Clary salió del lugar y se sentó a mi otro lado. 
—¿Cómo te ha ido? —Pregunté y fui sincera, Ash tenía razón, merezco buscar mi felicidad, pero lastimar a Clary no me llevaría a ella. 
—No muy bien, Ash, no te sientas mal, pero...
—Lo capté. —Se pudo de pie y sonrió—. Las veo luego, iré con mi hermano. 
—Ash. —La llamé y volteó—. Busca tu felicidad, yo te ayudaré si es necesario. 
—Tu igual. —Sonrió y yo posé mi atención en Clary. 
—¿Qué significa no muy bien? 
—¿Te gusta Jimin? —su directa pregunta me agarró desprevenida. 
—Clary, yo, si tu...
—Dime la verdad, escuché lo que le contabas a Ash y ella está en lo cierto, mereces ser feliz.
—Lastimarte no es mi felicidad, Clary yo...
—Me rechazó.
—¿Qué? —Los sentimientos se mezclaron en mi interior, alegría y pena—. Yo, lo siento.
—No te disculpes, me gusta pero no lo amo. ¿Dime, te gusta?
—Yo... 
—Katy, en verdad, estoy bien. —Soltó una pequeña carcajada—. Pasé algo de vergüenza pero estaré bien. Te gusta, no lo niegues. —El calor subió por mi rostro y no pude ocultar mi sonrisa por lo que agaché mi cabeza—. ¿Por qué no me lo dijiste?
—Yo, no lo sabía. Clary...
—No, escucha, no pienses en mi, de verdad estoy bien con esto. Sólo fue un momento de euforia, sé libre de estar con él, sinceramente, lo hice para molestar a Ash, no creí que te haría sentir mal a ti. Lo siento.
—Katy. —Voltee para encontrar la penetrante mirada de Jimin sobre mi—. Yo ya voy de regreso. ¿Te espero o me vuelvo solo, triste y aburrido? —reí, él es único.
—Tengo una idea mejor. ¿Tienes el número de Ash? —Clary me miró estupefacta.
—¿Son íntimas amigas ahora?
—¿Lo tienes o no? —Clary me dió su celular y yo lo copié, rápidamente envié un mensaje a Ash.《Ven a casa en media hora》Unos segundos después llegó su respuesta.《¿Qué planeas?》
《Empezar de nuevo.》
《¿Puede ir Ben?》
《Por supuesto, también estarán Clary, Zac y Jimin.》
《De acuerdo, me convenciste con Zac.》Reí por eso.
《Lo hubiese dicho desde un principio y me ahorraba dos dólares en crédito.》
《No es mi culpa que no pienses rápido.》
Guardé el celular en el bolsillo de mi chaqueta y me puse de pié.
—Vamos a casa. —Tomé a Clary del brazo y la arrastré mientras le devolvía su móvil. —Llama a Zac, dile que lo espero en media hora, prohibido decir que no.
—Pero, Katy. —Me detuve y ella miró de soslayo a Jimin.
—Dijiste que estabas bien.
—Lo sé, pero aún siento vergüenza.
—Descuida, él no va a burlarse o decirle a alguien, estoy segura.
La tarde pasó muy rápido, no hubo peleas entre Zac y Jimin, Ben no se comportó como un idiota y Ash mostró su lado agradable hasta el punto de sorprender a Clary. Ben trajo un balón de fútbol y jugamos un buen rato entre golpes y caídas, sudor y risas. Hicimos una competencia de baile en la cual obviamente Jimin obtuvo el primer lugar. En la noche cenamos pizzas y todo terminó en perfecta armonía como si fuéramos un grupo de amigos de toda la vida. Ash y Clary se despidieron con unos abrazos y sólo entonces Zac frunció el ceño al notar que Jimin se quedaría más tiempo.
—Hoy fue un día para recordar. —Dije al cerrar la puerta.
—Estuvo muy bien —Jimin se tiró en el sofá.
—¿Quieres un té? —Ofrecí mientras me disponía a lavar los pocos trastos, Jimin se acercó.
—Deja eso, yo lo hago, tu prepara el té. —Me quitó la esponja de la mano y de un empujón con su cadera me sacó del lugar—. Te ves feliz. —Me sonrió con ternura.
—Lo estoy, hoy hice una nueva amiga y eso me alegra—《Y tu has rechazado a Clary》 Completé mentalmente.
—Me gusta que así sea. —Es increíble como unas simples palabras podían llenar de mariposas mi estómago.
—¿Te gusta que haga nuevos amigos?
—No me importa cuantos amigos tengas. —Dejó el trapo con el que secaba sus manos y enderezó su cuerpo para quedar frente a mi—. Me importa que seas feliz.
—¿Por qué te importa? Aún no entiendo porque haces todo esto por mi, protegerme, hacerme compañía cuando estoy asustada, alegrarte con mi felicidad..
—¿De verdad quieres saber la respuesta?
—Claro que si, no entiendo porque, apenas nos conocemos y
—Lo hago porque me gustas. —Contuve la respiración mientras mi corazón bailaba feliz.
—¿Q-qué h-has dich-dicho? —la voz salió cortada y ronca.
—He dicho que me gustas. Katy, tu me gustas.