• KATY •
Desperté con los rayos del sol justo en mi cara, y en cuanto abrí los ojos el día anterior pasó ante mi como una película, desde las clases hasta encontrar a mi bebé Army en el cajón, desde Jimin haciéndose cargo de la casa hasta dormir con alguien que conocí hace poco más de una semana y sentirme completamente bien con eso. Me giré en la cama, estaba sobre su costado con una mano bajo su rostro. Siempre pensé que ver dormir a alguien era la forma más desagradable de ver a una persona, pero infiernos si no se veía condenadamente sexy en ese momento, me sentí como una intrusa violando su privacidad pero no podía detenerme, su cabello rojo brillante, su expresión tan relajada, con los labios entreabiertos, Dios esos labios me habían besado la noche anterior, recordé el momento, recordé la sensación de adrenalina corriendo por mis venas. Por un impulso estiré mi mano para tocarlos y rápidamente la regresé a su lugar ¿En qué estaba pensando? Los únicos hombres que hubo en toda mi vida habían sido Charlie, sus amigos y Jeremy, gracias a ellos perdí la confianza en las personas, en el mundo en general. Gracias a Charlie lo único que permaneció a mi lado incondicionalmente fue el dolor, me prometí a mi misma alejarme de todos los hombres, le juré a mi madre en su lecho de muerte que escaparía de sus garras, le prometí ocultarme donde jamás me encuentre, y aquí estaba yo, rompiendo una promesa y un juramento en un lugar del cual él conocía la existencia. Estaba aquí, a su alcance, sólo porque un completo desconocido me pidió hacerlo, un total desconocido con el que dormí dos veces, al que besé y me hizo sentir cosas que nunca sentí por nadie. Un desconocido con rostro de ángel pero que podría matar a alguien con sólo un golpe y que baila como los dioses.
—Si sigues mirándome así, voy a creer que deseas que te bese otra vez. — Mierda, abrió un ojo y lo volvió a cerrar al tiempo que sonreía—. Te ves linda cuando te sonrojas. —Me maldije por tener un rostro tan expresivo, me volteé boca arriba evitando su mirada, él acarició mi mejilla—. ¿Desayuno?
—¿Debo cocinar? —Hice un puchero.
—Si no quieres está bien, yo lo haré. —Saltó de la cama y se estiró dejando ver un poco su abdomen, tragué saliva—. Hola pequeñín—Caminó hasta la puerta y cargó en sus brazos al pequeño Army, lo besó y lo depositó sobre su hombro.
Para cuando entré a la cocina el desayuno estaba casi listo y el gato seguía sobre él. Había algo diferente en Jimin esta mañana, se lo veía radiante, aún no sonreía mucho pero silbaba. ¿Eso era bueno no?
Sus facciones se tensaron unos segundos antes de que un golpe en la puerta se escuchara. —Yo voy.
—Tía Marge. —Dijo apenas abrió la puerta, ella retrocedió unos centímetros.
—¿Katy? —Ella asomó la cabeza.
—Aquí estoy, pase señora Herondale.
—Por favor, llámame Marge. —Jimin se aclaró la garganta y ella lo miró de soslayo—. Ayer vino a verte un hombre. —Mis manos comenzaron a sudar.
—¿Quién? —Jimin habló primero.
—¿Eres su guardaespaldas o su novio? ¿Pasaron la noche juntos? —Me sonrojé a pesar de que no habíamos hecho nada malo—. ¿Estás enamorado Jimin? ¿Es porque no es rubia verdad? —¿Y qué se supone que significaba eso? Rubia ¿Qué rubia? Por Dios Katy ya baja a la realidad. Ella parecía disfrutar la incomodidad que se había instalado en él.
—¿Debo recordarte los puntos que mencioné antes? —La mandíbula de Marge se apretó—. Ve al grano —su tono era hostil y lo miré sorprendida.
—¡Jimin! ¿Es que no te han enseñado a respetar a tus mayores? —Me miró y su rostro reflejaba la misma dureza de sus palabras hacia ella, por primera vez sentí miedo de él.
—¿Marge? —Giró su cabeza hacia ella.
—Un hombre vino a buscarte.
—Eso ya lo has dicho. —Interrumpió Jimin, ella lo ignoró.
—Dejó un mensaje, dijo que debes visitarlo, de lo contrario, volverá y traerá compañía. —Bien, eso asustaba más que Jimin.
—¿Eso es todo? —Las palabras de Jimin seguían siendo duras.
—También vine por el dinero del alquiler.
—Eso puede esperar —Jimin abrió la puerta y Marge no dudó en salir velozmente—. ¿Estás bien? —Él caminó hasta mi. Me impactó el cambio radical en su tono de voz, de agresivo a increíblemente dulce—. ¿Katy?
—No lo sé. —Dije para luego caminar hasta el sillón y dejarme caer sobre él.
—¿Qué significa "compañía"? —Se arrodilló frente a mi.
—Sus amigos, traerá a sus amigos— Mis manos temblaban por el nerviosismo.
—Nadie te hará daño ¿De acuerdo? — Tomó mis manos entre las suyas—. Lo prometo. —No podía creerle, era algo difícil de cumplir, y aunque me sintiera cómoda con él, aún era un desconocido para mí—. Mírame Kat. —El uso de un apodo era tranquilizador, todos siempre me habían llamado por mi nombre, como si nuestra relación nunca pasara de buen conocido, pero Jimin, él me estaba demostrando que yo era algo más para él, que yo le importaba. Lo miré. —Yo no prometo cosas que no puedo cumplir. ¿Entiendes eso verdad? —Asentí. —Bien, porque ahora necesito pedirte dos favores. El primero, aléjate de los Herondale. — Bien, no esperaba algo como eso—. Sé que suena extraño que te pida esto sobre mis propios tíos, pero esa es justamente la razón por la que lo hago. Son mis tíos y los conozco muy bien, son malas personas Katy, son peligrosos. Quiero que te mantengas alejada de ellos, del alquiler yo me haré cargo, tú evita por todos los medios hablar con ellos si no estoy yo presente. Y segundo, confía en mi. Yo prometo cuidarte de todos los demás, pero si tu no confías en mi, harás cosas estúpidas que pondrán en riesgo tu vida y tu Katy, tu eres la única persona de la que no puedo protegerte. ¿Puedes hacer eso? —Lo dudé un momento. ¿Confiar en un desconocido? Era lo más irracional que alguien podría hacer, pero también había algo, aparte de mi madre, Jimin era la única persona en toda mi vida que realmente se había preocupado por mi seguridad—. ¿Kat? Necesito que digas que puedes hacerlo.
—Puedo. —Me costó mucho dejar salir esas palabras, pero lo hice—. Voy a confiar en ti.
—Bien—Me dió un rápido abrazo—. Ya es tarde para ir al centro de Arte. ¿Quieres ir de todos modos, o prefieres hacer algo diferente?— Analicé las opciones, y no, no tenía ganas de escuchar a Clary hablar de lo enamorada que estaba de Jimin, y mucho menos de oir las quejas de Zac.
—Algo diferente.
—Perfecto —sonrió—. ¿Alguna vez saliste más allá de los límites del pueblo?
—No realmente.
—Yo iré a buscar algo a casa de mis tíos, tu prepara algo para el almuerzo, usa una mochila, son más fáciles de cargar. —Se levantó sin más y se fue dejándome sola. Yo hice lo que me dijo, preparé la mochila, alimente al gato y pensé en lo que dijo. Una mochila es más fácil de cargar, si, íbamos a caminar. Cambié mis sandalias por unas zapatillas y mi falda por un pantalón corto.
Un golpe en la puerta llamó mi atención, mi cuerpo se tensó, la figura de Charlie y sus amigos fue lo primero que imaginé. Temblando y casi sin hacer ruido me acerqué, tomé un florero del mueble, abrí la puerta y con los ojos cerrados lancé un golpe directo a la cabeza. Lo atajó en el camino, me quitó el jarrón de las manos, grité y luché pero me acorralo contra la pared.
—Tranquila, soy yo. Kat. ¡Kat! —Abrí los ojos, Jimin.
—¡¿Qué ocurre contigo?! —lo empujé.
—¿Qué ocurre conmigo? ¡¿A ti qué te pasa?! —gritó de vuelta—. Ese golpe iba justo a mi cabeza, agradece que soy yo, fuese otra persona lo matas. — Bien, él tenía razon.
—Lo siento, yo... ¿por qué golpeas de todos modos?
—¿Porque no es mi casa? —Genial, Jimin 2 Katy 0. Miré alrededor y detuve mi visión justo en las llaves colgadas en la pared. Las tomé, separé una y se la entregué.
—¿Qué es esto? —preguntó.
—Una llave. —Rodó los ojos.
—Mala pregunta. ¿De donde es esta llave y por qué me la das a mi?
—Es de mi confianza y te la doy porque me la has pedido.
—Yo te pedí que confíes en mí. ¿Por qué la llave?
—Porque estoy cansada de vivir con miedo.
—¿Qué? —Su cuerpo se tensó.
Limpié el sudor de mi frente —Esto es difícil para mi, mi madre fue la única persona en quién confié, después de su muerte, la confianza pasó a ser algo desconocido para mi. El propósito de mi vida fue mantenerme oculta, nunca le dí a alguien mi dirección, y cuando lo hize, me aseguré de que siempre me avisara antes de visitarme. Si creía que un lugar no era seguro, tomaba mis cosas y me iba de allí. Pero ahora estoy en un lugar donde Charlie puede encontrarme, y en vez de escapar otra vez, elijo confiar en ti. Me has prometido protección, y yo estoy cansada de vivir asustada, de que un golpe en la puerta me ponga a temblar. Estoy cansada de escapar y nunca tener amigos, así que voy a confiar en ti, una persona a la que casi no conozco, sólo porque eres el único que se ha preocupado verdaderamente por mi. Puedes venir cuando quieras, sin importar la hora o el día, sólo no golpees la puerta, no me asustes. Esa es tu copia de la llave, úsala, y por favor, no me decepciones. —Para cuando terminé mi monólogo, ambos teníamos el rostro bañado por las lágrimas. Él, que había estado inmóvil durante todo el discurso, envolvió mis mejillas en un suave agarre de sus manos y me besó. El primer beso había sido infinitamente tierno, pero este, este era posesivo, cargado de emociones, de dolor y promesa. Mi pecho subía y bajaba velozmente, mi corazón latió errático y desenfrenado. Sonrió sobre mis labios y se apartó.
—No voy a decepcionarte, nunca.
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La Maldición de Ladón.
Hayran KurguPara Katy la vida no ha sido más que golpes, drogas y dolor. Ocultarse se convirtió en su razón de vivir. Jimin sólo conoce la oscuridad, el miedo y la soledad. Una maldición heredada lo obligará a elegir entre el bien y el mal. El amor será su ún...