Entonces, ¿Que somos?

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Se suponia que no debia pensar en Zac mas pero cada vez que miraba mi celular habia mensajes o llamadas de el.
Decidí que lo mejor para mi era ignorarlo y seguir con mi vida.

Llegue a casa y al abrir la puerta senti el delicioso olor a Pastelillos de queso en el horno.
Sonriente salude a Mama y me sente en la mesa de la cocina.

-Y ahora? -pregunte sorprendida- A quien esperas?
Mama soltó una risita y me miro por unos segundos.

Algo estaba pasando.

-Dime -dije seriamente-.

-Sara he tratado de convencer a tu Padre de quedarnos pero no quiere.

-Que quieres decir? -me levante confusa-

-Nos vamos -dijo tomando mi mano suavemente-

-Yo no me puedo ir -respondi- Yo no me ire -musite enojada-

Mama me toco el hombro suavemente mirándome como si también le doliera alejarse de este lugar, como si era algo que ella tampoco quisiera.

-No entiendes verdad? -dije dejando caer lagrimas por mis mejillas- No entiendes que yo no puedo alejarme del lugar donde he recibido apoyo del cual mis padres jamas me dieron! -grite- no entiendes que todo lo que tengo esta aqui... -tome aire y continue- Ayudame a quedarme, pronto cumpliré 18 y no habrá de que preocuparse pero ayúdame. -insistí- Será lo mismo, de todas maneras Papa y tu nunca estan en casa.

No podia alejarme de un lugar en el que tenia a mi amigos, donde todo era facil para mi y yo estaba tan acostumbrada a esto y simple mente no estaba en mis planes dejarlo.
Despues de unas horas cuando hable con mis padres, logre convencerlos en quedarme obviamente con algunas condiciones.
Padre me dejo en claro que no podia seguir en esta casa debido a que, ya estaba vendida y tendria que buscar un departamento.
Me mandarían dinero por mes y yo tendría que llamarlos al menos una vez a la semana.
Mis padres se marcharían mañana al mismo tiempo que yo.
Empaque todas mis cosas, las mas necesarias ya que no podría cargar con todas.
Busque por internet los mejores departamentos que pudiera encontrar y la mayoría estaban ocupados y cuando Alfin encontré uno que no era de mi gusto me di cuenta que solo estaba a un par de minutos cerca de aquí.

Por la mañana cuando mis padres se habían despedido y marchado me habían dejado todo lo necesario para vivir durante un mes.
Pedí un taxi el cual me llevo a mi nuevo departamento.
Comenzaba a meterse el sol, las luces de las calles seguian apagadas.
El taxi me dejo casi dos cuadras antes sin razón alguna.
Tome mis maletas y camine lentamente hacia el lugar.
Mientras caían pequeñas gotas sobre mi rostro comenze a caminar mas rapido hasta llegar a un pequeño techo.
Voltee hacia los lados y me di cuenta de que estaba perdida.
Tome mi celular y no había señal.
Al oir un grupo de jóvenes que parecían un poco vándalos, quise esconderme pero no habia lugar.
Me di cuenta que estaba completamente oscuro y no habia nadie para ayudarme.
Tome lentamente mi bolso y mi maleta y camine alejandome de ellos.
Comenzaron a acelerar su paso y yo comenze a correr.
No habia mucho hacia donde ir.
La lluvia era mas que fuerte y los truenos me hacian sentirme como en una pelicula de Harry Potter o algo asi.

Uno de los asaltantes me tomo del brazo y yo cai al suelo.

-Danos todo lo que tienes muñequita -dijo apuñalándome con una navaja-

Mientras uno me sostenia del brazo, otro de ellos comenzo a hurgar entre mis cosas, se llevaron mi bolso y mi celular pero me dejaron con la maleta.
Sentia mi corazon latir fuertemente del miedo y mi respiracion era rapida.
Después de terminar de asaltarme estos corrieron y huyeron dejandome en el piso.

Me encontraba asustada y débil.
Me levante sollozando y camine hasta encontrar una pequeña tienda farmacéutica.

Me acerque hacia el pequeño techo y así cubrirme de la lluvia.
Cruce mis brazos para cubrirme del frío sin dejar de llorar.
Sin saber que hacer entre a la tienda a pedir ayuda o algún celular.
Sin dinero y sin pertenencias que podria hacer? Como pasaría la maldita noche?.
Llamar a mis padres no podría ser una opción.

-Sara? -escuche detrás de mi-
No hacia falta voltear para saber quien era, podría reconocer su voz en cualquier lugar.
Zac.
Voltee aun llorando y lo mire a los ojos.
Zac me miraba confundido y al darse cuenta que yo tenia frio el se acerco y me abrazo.

Sin decir nada caminamos hasta la salida de la tienda y el tomo mi maleta.

-Estas bien?

Asenti.
-Me han robado -dije sollozando-

Zac me tomo de la mano y me llevo hasta su auto.
Subió mi maleta y me abrio la puerta ayudandome a subir.
El camino fue silencioso y yo no podía dejar de llorar.
Me di cuenta que Zac había parado el auto y nos encontrábamos fuera de un lujoso edificio que parecía de mas de 20 pisos.

Zac bajo mi maleta y me llevo con el hasta su departamento.
Era grande con paredes blancas y grises.
Al centro tenia un gran ventanal que nos dejaba ver parte de la ciudad.
Habia un living room con televisor y sillones blancos, la cocina era pequeña y todo parecía estar tan bien ordenado.
Zac me llevo hasta una habitacion grande con una cama de sabanas blancas y a la derecha un baño.

-Te quedaras aqui hasta que te calmes y podamos hablar-

Zac salió de la habitación y cerro la puerta dejándome sola.
Entre al baño y me di una ducha tratando de calmarme.
Cuando alfin pude dejar el llanto, busque entre mi maleta mi pijama y me lave los dientes.
Me acosté en la cama y me tape con las sabanas acurrucandome.