7 .Golden Furby Awords.

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Hola pequeños lectores:

Antes de que empecéis a leer el capítulo quiero hacer una aclaración. Este capítulo es un capítulo especial en el que se verán estos premios, los cuales pintan muy bien. Los premios los he juzgado bajo mi punto de vista y más que nada por el desarrollo del libro.
No me gustaría ver un comentario en el que me digáis que un grupo, actor o cantante es mejor que otro, simplemente la hago para que no haya ningún problema ni nada de eso.

Sin más preámbulos, os dejo con el capítulo, espero que os guste.

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Narra Ruth.

Después de comer, estuvimos de un lado a otro; peluquería, vete a que te maquillen y te peinen; comprate un vestido, ¡pero si ya tenía uno!, pero no, insistieron los dos que me comprara uno y encima, para colmo, no me dejaron pagarlo.

Cuando llegamos al hotel eran las ocho menos cuarto y venían a por nosotros a las ocho y media así que me metí en el baño para cambiarme de ropa y ponerme unos tacones altos negros que había visto en una zapatería de Londres y me enamoré de ellos al instante. Me cambié de ropa lo más rápido que pude y aproveché para repasarme por encima el recogido que me habían hecho. Hay que reconocer, que me encantaba el recogido, era de ensueño.

Cuando por fin estaba lista, salí del cuarto de baño encontrandome con un Christian en traje y corbata, ¡estaba guapísimo!

-Deberías ponerte más a menudo así, ¡estas guapísimo!-dije repasandole con la mirada de arriba a abajo-, aunque la verdad, se me hace raro verte con traje.

-Que-Que guapa estás-dijo Christian girandose y abriendo los ojos anonadado-, que bien te queda ese vestido rojo palabra de honor, menos mal que cogimos ese al verde, estas...Madre mía, sin palabras, pero, ¿tienes algún colgante? Con uno, ya sí que estarías perfecta.

-¿Y tu eras el qye decía que la perfección no existia?-reí al ver su cara embobada-, si tengo, espera que lo busco.

Me puse a buscar como una loca una caja en la que había metido colgantes, pulseras y pendientes. No me gustaba arreglarme mucho, pero cuando lo hacía, lo hacía en condiciones.

-Ten, ponme este-dije dándole un colgante con un trébol de cuatro hojas con brillantes.

-¡Qué bonito es!

-¿Te gusta? Pertenecía a mi abuela y cuando murió, decidió mi madre darmelo y-dije haciendo una breve pausa para tragarme las lágrimas-y ahora lo tengo yo-suspiré-, porque en los momentos importantes quiero llevarla siempre conmigo.

-Es un bonito detalle, la verdad, sabes-empezó a decir mientras cogía el colgante y me lo ponía-, lo que me gusta de tí es que cuidas mucho de los tuyos y a parte, tienes un gran corazón y te acuerdas de los que...Bueno, ya me entiendes-dijo terminando de ponermelo.

-Ya, bueno-dije retirando una lágrima que amenazaba con caer por mi mejilla-, no me hagas llorar, es tu noche y estás nominado a muchas categorías por lo que me has dicho, así que tiene que ser especial y no hay que ponerse triste, ¡es tu noche y vamos a disfrutarla!-dije dándole animos, pero en realidad me los estaba dando a mi misma-, bueno que, ¿nos vamos?

-Tienes toda la razón, si, vámonos.

Cuando llegamos, había muchos famosos, empecé a mirarles uno a uno quedándome asombrada al ver a tanto famoso junto, hasta que mi mirada, se cruzó con la de Álvaro y rápidamente, le quité la mirada. Avisaron por megafonia que podíamos ir pasando y eso hicimos, con la mala suerte de tener detrás nuestra a Auryn. Les saludé a todos sin contar a Álvaro, ya que este ni se inmutó y estaba demasiado ocupado comiendole los morros a la chica que ví en el avión. Estaban todos guapísimos de traje y corbata.

Vidas separadas(Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora