12.Sólo tú.

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Narra Ruth.

Me despierta el llanto de mi niña y supuse que tendría hambre, así que la calenté un biberón y se tiró a él.

-Si que tienes hambre pequeña-dije mientras la veía como se tomaba toda la leche.

Cuando se lo terminó, la puse sobre mi hombro para que echara todos los gases y a continuación, la acuné entre mis brazos para que se quedara dormida mientras la tarareaba una nana.

Al poco tiempo, se quedó dormida entre mis brazos. La dejé en su cuna y aproveché para dormirme.

-Ruth, cariño-me despierta mi madre muy dulce-, venga arriba que son las doce.

-¿Tan tarde es?-dije desperezandome.

-No es tarde cariño, te despierto porque nos vamos a ir a comprar, para que cuides de la niña.

-Vale, voy-dije levantandome y yendo hacia la cuna-,¿dónde esta la niña?

-Está con tu tia, corre ve a verla-dijo sonriendo.

Me puse unas zapatillas de andar por casa y me dirigí al salón.

-Trae, ya me encargo yo de ella-dije cogiendola entre mis brazos.

-Ha desayunado ya y ha hechado los gases-dice mi tía.

-Vale, ahora la cambiaré el pañal y jugaré un poco con ella.

-Eso te iba a decir-dijo mi tía riéndose.
-Cada vez se parece más a ti-dijo acariciandome la cara.

-Gracias, pero ambas sabemos que tiene los ojos de Álvaro...

-¿Sabes algo de él?

-No, ni quiero-dije cogiendo las cosas para cambiarla el pañal-, ahora la única que me importa es mi hija, y por supuesto, vosotros.

-¿Sigues enamorado de él?

-No.

-Nos vamos, ¿necesitas algo?-preguntó mi madre apareciendo por la puerta.

-De momento no, gracias de todas formas-dije con una sonrisa-, por cierto, ¿queda fruta y verdura para hacerla las papillas?

-A eso vamos cariño, que alguien-dijo acercandose a la niña-, es muy tragoncilla y se ha comido todo, todo, todo-dijo mientras la hacía cosquillas.

-Vale, pues ahora nos vemos-dije dandolas un beso a cada una.

Narra Amy.

Estamos todos en mi casa preparando las cosas para la fiesta de hoy, ¡seguro que la encanta!, y no se lo espera.

Madrugaron todos nuestros amigos para preparar todo, incluso vino su novio Christian, nada más enterarse, los que no habían venido, fueron Blas, Dani, David y Carlos, que ni siquiera habían contestado.

-Amy, ¿dónde metemos todos estos globos?-preguntó Lip.

-Ponedlos por todo el salón, que se me ha ocurrido algo.

-Pero no ibamos a hacerlo en su casa-preguntó Alexis.

-No, vamos a hacerlo aquí, y tú-dije señalando a Christian-, la vas a traer.

-Por mi perfecto, pero ¿cómo lo hacemos?

-La traes en coche y la subes, te inventas cualquier cosa, como si quieres decir que estoy enferma.

-Tampoco es eso, a ver si se va a asustar-dijo Alexis.

-Bueno, ya pensaré en algo.

Estabamos preparando todo y de repente, sonó el telefonillo y fui a ver quien era.

Vidas separadas(Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora