20.Día apetecible...O no...

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Narra Álvaro.

Llevo dos días sin saber de Mía y estoy muy preocupado. No se si he hecho algo mal o si la ha pasado algo...

-Alvaro, ¿estás bien?-preguntó Magi, haciendo que mis pensamientos se disuelvan-, no tienes buena cara...

-No, no, estoy, bien, solo que no he dormido bien, no se que me pasa-dije soltando un suspiro-, pero últimamente no duermo nada bien.

-Igual estás nervioso por el lanzamiento del nuevo disco.

-No lo sé, probablemente sea eso...Y también el tema del videoclip de la nueva canción...

-No te preocupes, ya verás como todo sale bien, siempre os habeis superado en todo, ¿por qué ahora no iba a poder ser? ¿Por qué os iba a afectar ahora algo?

-Tienes razón, somos Auryn, nada puede salir mal.

-¡Esa es la actitud, así me gusta veros!, y ahora corre dentro para ir con tus compañeros.

No quería decirle la verdad, no quería decirle que estaba preocupado por Mía, que no sabía nada de ella, puede parecer una tontería pero para mí no. La quiero.

Narra Mía.

Llevo dos días sin saber nada de nadie. Mi madre es un poco pesada, aunque la entiendo, está viendo que su hija se pasa todo el día en la cama sin hacer nada, pero es que no me apetece hacer nada...Aunque debería levantarme, porque sino, veo que me despiden del trabajo.

Me levanté de la cama y fui derecha a la ducha con más pereza que nunca, no podía creer que me afectara tanto lo que pasó con Javier, porque aunque fuera solo un beso, yo sentí algo más que eso.

-Mama, me voy a trabajar.

-Vale cariño, que se te dé bien.

Cogí las llaves del coche y me fui en busca del coche para ir a trabajar. No me apetece en absoluto, pero tengo que ir, no me queda más remedio.

Salí del portal y mientras iba a por el coche, iba pensando en todo lo que ha pasado, ¿por qué me tienen que atraer dos hombres? ¿Por qué no me puedo conformar con uno? Me siento como en la canción de Bustamante de dos hombres y un destino, aunque ese destino, está dudoso entre dos hombres.

-Hola Mía...

Alzo la cabeza y veo que es Javi, no puede ser...El que menos me gustaría ver ahora...

-Ah, hola, ¿qué quieres?

-Nada, estaba paseando...Simplemente.

-Ah, vale, esto...Me voy...Que llego tarde.

-No, espera, ¿a qué hora sales de trabajar?

-Creo que no te importa.

-Mia, por favor, solo quiero hablar...

-...Esta bien, a las siete en el bar de siempre.

-Perfecto, pues...Hasta entonces.

Narra Javier.

Me sentia mal, me mataba el verla tan mal, sobre todo, sabiendo que esa tristeza que había en sus ojos, era por mi culpa. Tengo que hablar sin falta con ella, los sentimientos que guardo, los tiene que saber, o al menos...Quedar como amigos.

Narra Mía.

Salí de trabajar y fui al coche. Tuve suerte, no tuve tanto trabajo como otros días, cosa que me alegraba. En cuanto me monté en el coche, recordé que había quedado con Javier, que miedo me daba el quedar con él. Pero tenía que aclarar mis ideas y sobre todo, no hacer a nadie daño y menos, a mí. Aunque por otra parte, tenía ganas de verle, tenía ganas de volver a juntar mis labios con los suyos.

Vidas separadas(Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora