2.Respuesta inesperada.

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A los tres días...

Narra Ruth.

En media hora vendrán a por mí, me imagino que ya sabrá Álvaro que tengo que ir. No me hace ni pizca de gracia el tener que compartir con él coche, pero tengo que hacerlo por temas de trabajo...El deber, me llama.

Me despedí de mi familia y me bajé a la calle para meterme en el auryncar que nos llevaría a Cádiz.

Narra Álvaro.

Estamos esperando a que baje Ruth, ya que se va a venir con nosotros porque es la telonera. Yo me impuse a que viniera, pero todo el mundo me hace caso omiso, pero había pensado el volverme a llevar bien con ella, al menos como amigos, al fin y al cabo, la echo de menos.

Narra Ruth.

Cuando llegué a la puerta, cerré los ojos, respiré hondo y abrí la puerta del auryncar. Saludé a Magi, que le tocaba a el conducir, a su lado estaba Carlos, al que también saludé y después al resto. Ví detras de Dani, a un Álvaro con la mirada perdida y fija en la carretera, y noté un ligero cosquilleo al verle, y a su lado a David el cual me recibía con una amplia sonrisa. Iba a saludarle a él también pero Dani me paró en seco. Estaba sentado al lado de la ventana, escuchando música. Noté unos calambres que me subían por las piernas y por la reacción que tuvo Dani de poner su mano derecha en mi pierna izquierda, se debió dar cuenta y me lanzó una sonrisa transmitiéndome seguridad.

-¿Qué tal todo?-me preguntó David asomándose detrás mío.

-Aquí, tirando, ¿y vosotros?

-Bien-respondieron todos al unisono.

-¿Qué tal está tu familia?-me preguntó Carlos.

-Pues ahí están, en casa se han quedado viendo la televisión. Que, ¿estáis nerviosos?-dije cambiando de tema.

-No, no te creas que lo estamos, más bien, estamos tranquilos, ¿y tú?-me respondió esta vez, un Dani tranquilo.

-Habla por ti rubio, porque yo estoy de los nervios, ¡quiero chocolate!-dijo Carlos con voz de niño pequeño.

-Eso esta bien, a mi no me da tiempo a estar nerviosa, la verdad-digo buscando en el bolso una tableta de chocolate que me había dado mi madre para el viaje-, ten Carlos, me lo ha dado mi madre para ti, pero coge un poco, que tiene que durar para todo el viaje-dije tendiéndole la tableta de chocolate.

-Oh, dios, ¿te he dicho alguna vez que eres la mujer de mi vida y que te quiero mucho?-dijo girandose y dándome un beso en la mejilla-, vale, tranquila, bueno, vamos a escuchar música-dijo dandole al play y a continuación, abriendo la tableta. Se empezo a escuchar Roar de Katty Perry, por todo el coche.

Qué raro que Carlos ponga a su Katty Perry -pensé sonriendo.

-Que sepas, que esta será la última vez que veas el chocolate-me susurró Dani divertido a lo que yo me reí.

Se creó un siliencio y ví como Dani cogia su móvil y yo mientras me giré a mirar la carretera, de pronto, me pegó un leve codazo y me señaló su móvil, para que cogiera el mío. Abrí el whatsapp y ahí estaba él, haciéndome el interrogatorio para saber, como estaba.

Conversación de whatsapp:

-¿Qué tal pequeña?

-Bueno, me ha costado el verle...Está tan guapo...

-Me lo imagino, bueno, tranquila, ya verás como pasará todo, además, aquí el único guapo que hay soy yo, él no es guapo, él es feo.

-Creo que alguien tiene el ego muy subidito...Lo único que quiero es volver pronto, te lo digo de verdad.

Vidas separadas(Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora