capítulo 52

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Narra martín.

No sabia nada de alejandra, estábamos en recreo y alguien me empuja y me golpea, si hacer más le iba a responder el golpe pero al escuchar sus palabras mi corazón se partió en dos.

Cristian: QUE MIERDA LE HICISTE, QUIEN TE CREES CON JUGAR CON SUS SENTIMIENTOS, SABES QUE AHORA ESTÁ GRAVEMENTE EN EL HOSPITAL POR TU CULPA, LE CONTÓ TODO A SU AMIGA, POR ELLA SUPE, TODO POR UNA PUTA APUESTA, QUE AHORA ELLA ESTÁ EN RIESGO POR NO COMER NADA EN DOS MALDITAS SEMANAS, NADIE SABÍA NADA, LA EMPUJARON Y CAYÓ AL SUELO GOLPEANDOSE LA CABEZA, MALDITO MARTIN POR TU CULPA ALEJANDRA AHORA ESTÁ EN COMA, TE ODIO MARTIN.

Yo: ¿ que? ¿ Cómo? DONDE MIERDA SE ENCUENTRA ELL, EN QUE HOSPITAL, POR FAVOR CRISITAN DIME DONDE ESTA, FUI UN IDIOTA, PERO AMO A TU AMIGA, LA AMO, ES MUY ESPECIAL EN MI VIDA Y NO QUIERO PERDERLA POR UNA SIMPLE APUESTA...

- después de correr hacia el hospital, corría por mi amor, la necesitaba, era mi culpa que estuviera en esa situación, por que mierda no comía, por que ese golpe, por que, por que, llegue a informaciones para saber de ella, después se saber donde estaba corrí hasta llegar allí, vi por la ventana, estaba cambiada, estaba más delgada, estaba muy pálida, mis lágrimas empezaron a caer, no sabia que hacer, esto era mi culpa, todo por una maldita apuesta.

**
Pasaban las semanas y mi amor todavía no despertaba del coma, todos los días la iba a ver, necesitaba estar con ella, necesitaba verla, solo quería que despertará, ella es mi todo.

1Mes.

Hoy se cumple 1 mes desde que alejandra cayó en coma, no despertaba, no la dejaría sola, su madre venía cuando podía, nos conocemos más, pero sabía que esto era mi culpa.
Entre a la habitación para verla, tome su mano, pero sentí que la apretaba, mire a sus ojos y vi como despertaba por fin, me miraba confundida, yo solo reía de felicidad, por fin había despertado, corrí hacia donde la enfermera, atendió a mi amor, yo feliz viéndola, ella solo me miraba, no quería tocar el tema, pero sus ojos brillaban al verme, pero pero también se sentía su decepción.
Pasaron las semanas, la cuidaba, la ayuda para que comiera, estaba en desnutrición, dos semanas en que no comía, no la culpaba era mi culpa, pero la amo, no la perdería, no la perdería.
Por fin llegó el día donde le daban el alta, su amiga la ayudó a vestirse, ya estaba lista, intente para que se sujetará de mi, pero no quizo, me tomo del brazo, diciendo, aléjate de mi.
Solo la mire mientras se alejaba, las lágrimas caían, tanto daño una maldita apuesta, no la perdería, no de nuevo...

¿No me mientes verdad ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora