Capítulo uno: Trudy

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Era una tarde lluviosa para la época del año en la que se encontraban, pero para estas cuatro ancianas, el clima era causado por la reciente perdida de Clemente Ortiz, quien ninguna de las cuatro mujeres había cruzado palabra con el ahora muerto muchacho, sintieron en lo mas profundo de sus envejecidos corazones la perdida de aquel silencioso hombre.

Se preguntara usted ¿Por qué tal tristeza ante una persona a la que no conocían? pues no lo saben ni ellas pero les gusta pensar que es porque el difunto era sobrino de aquella mujer con la que solían jugar al bingo cada miércoles a las cuatro, sin falta. Jamás sintieron mucho apego hacia ella, ya que, como decían, "esta vieja, es mas insípida que fideos pasados de agua". O tal vez sea que a esta altura de sus vidas ya no tienen que hacer, y sentir la muerte de alguien a quien no conocían parecía de lo mas emocionante. Pero ellas sabían, muy en el fondo, que la muerte de este muchacho causaría que su tarde sea de lo mas emocionante ¿Por qué? Sabían que Clemente Ortiz se había suicidado, pero la razón de tal apresura decisión era completamente desconocida para ellas. Y esto, las ayudaba a imaginar distintas razones, utilizando los pequeños detalles que su tía había dejado salir de su boca durante las tardes de bingo, las mujeres ya tenían una hipótesis cada una.

Y como siempre, Trudy, aquella señora que en su juventud fue una chica de calendario que tenia detrás de ella a un harén de hombres con ansias de una noche de pasión, empezó a hablar:

—¿Qué como murió Clementito? Pfff, una historia de lo mas triste. El pobre hombre sufría de ansiedad, y como saben, o tal vez no, porque todas ustedes son una viejas huecas, a veces, la ansiedad causa que las personas se vuelvan obsesivas y compulsivas, y Clemente se obsesiono mucho con algo, mas bien alguien.

» Petunia. Esta señorita había vivido una vida muy mala, un padre abusivo y madre pasiva y estúpida, a los 18 no vio otra salida que escapar, y como sabemos todas, vivir en estos días es muy difícil, la pobre niña no vio otra salida que...shhh, no digan nada- Trudy bajo la voz, aunque no había nadie en la habitación que las cuatro mujeres- Prostitución. Sí, oyeron bien, pros-ti-tu-ción. Vendía su cuerpo por dinero. Ella se paraba cada noche en la misma esquina esperando por los hombres que la utilizarían por la noche. Esa esquina se encontraba justo enfrente de una verdulería, donde trabajaba nuestro difunto, que en paz descanse, Clemente. Trabajaba cada noche, pero muy poca gente iba allí por los precios descabellados lo que le dejaba horas de no hacer absolutamente nada, pero no se preocupen Clementito encontró su entretenimiento bastante rápido observando a la susodicha. Cada día la miraba, al principio la juzgaba, se preguntaba porque una chica tan guapa como ella podría estar haciendo eso, pero después la compadeció, y por último la amo. Jamás se atrevió ir a hablarle, ya que, tal vez ella pensaría que el es un hombre que requiere de sus servicios y que solo la veía como un objeto, entonces comenzó a crear un plan de lo mas complejo y retorcido para poder acercarse a ella, ¿les había contado que Clemente era prodigio?, se había imaginado sus respuestas, como ella se enamoraría de el, como sería cuando la besara, todo. Muchos pueden decir que eso era ser un psicópata o un acosador, pero para mi eso era amor verdadero. Luego de 9 años mirándola a lo lejos, el se le acerco, se presentó, lo contó el chiste que había estado practicando durante los 9 años, se había asegurado de que no sonara ofensivo ni a su sexo, profesión o religión, aunque el no sabia acerca de eso ultimo, si, se le complico mucho, también le dijo que la había estado mirando, que se había enamorado, pero entonces, su plan se fue al demonio cuando ella respondió de la forma "equivocada", si mi memoria no me falla  y mis fuentes son correctas, ella le dijo algo así como: "oye, amigo, si quieres una noche conmigo solo dilo, no andes con rodeos" . Clemente casi murió en ese instante, de pie frente a esa furcia que le rompió el corazón.

»Ortiz salio corriendo como un completo loco de ahí. Nueve años planeando todo minuciosamente y esta prostituta le viene a arruinar todo el plan. Y bueno recurrió al envenenamiento con cianuro, no se como corno lo habrá conseguido, pero lo hizo, se mato por despecho, aunque ahora que lo pienso, jamas estuvieron juntos por lo que no puede haber despecho, pero no importa, murió por amor. El hombre tenía el corazón tan blando, ya no existen hombres como el, y se viene a matar dejando a un montón de mujeres merecedoras de su amor, sin una oportunidad.

»Y este señoras, es el porque del suicidio de Clemente Ortiz, trágico ¿Verdad? Horripilante.

Las tres mujeres miraron a Trudy como si estuviera senil.

Nota: capítulo escrito por Pexter14

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