Todo daba vueltas en mi cabeza, la noche con Zack, la terrible confesión de Luke, y ni que decir sobre mis propios problemas. En algún momento mi cabeza iba a explotar, no sabía qué hacer, quería salir corriendo, quería llorar, quería que todo lo que estaba pasando en nuestras vidas fuera solo un mal sueño. Lo que sea que le pasaba a Zack con sus padres, el problema que tenía Luke con su madre desde hace 7 años atrás y mi propia historia de terror que me esperaba cada vez que llegaba a casa.
- Luke, nosotros te vamos a apoyar. Sabes que puedes contar con nosotros y no estarás solo. - Le decía Zack al otro rubio mientras caminaban hacia la puerta de la casa.
- ¿Juliet? ¡Hey Juliet! - Luke trataba de sacarme de mis pensamientos, mientras los dos rubios me miraban como si estuviese loca, pero es que tenía tantas cosas en la cabeza que ya había olvidado que íbamos a realizar la denuncia contra la madre de Luke.
- Lo siento, creo que... no podre ir con ustedes. - Dije levantándome del sofá.
- ¿Que? ¿De qué rayos estás hablando? Juliet tenemos que estar los tres juntos. - Dijo Zack algo aturdido por mis palabras.
- Déjala Zack, está bien iremos nosotros. - Le dijo Luke regalándome una mirada comprensiva. - ¿Nos veremos mañana en clases? - Pregunto.
- Si. - Me limite a decir para luego salir de la casa.
Ni yo misma sabia por que había tomado esta decisión, dejar a mis mejores amigos en esta situación y para que, para ir a mí casa, la casa en la que ni siquiera a Mila Parsons le desearía vivir ahí.
Mi problema, así como Zack tenía a sus padres despreocupados por su vida y Luke tenía a su madre pervertida, yo tenía a un padre alcohólico y que en el peor de los casos era violento, nunca había llegado a golpearme pero si lo hizo con mi madre; tal vez esa fue una de las razones por las que se fue, queriendo salvar su vida a costa de la mía.
Tan solo con abrir la puerta las ganas de volver con mis amigos se hacían presentes cada vez más. Creo que fue una mala idea querer venir a mi casa. Ahí está él, mi padre; sentado en su viejo sillón con una cerveza en su mano derecha y el control de la televisión en la otra.
Te miro, maldita sea te está viendo.
- Pues miren quien se dignó a venir a casa, ¿Dónde habías estado? - dijo mientras se levantaba de su sillón.
- Me quede en casa de una amiga estudiando - Mi voz no sonaba como normalmente sonaba, cualquiera podría sentir el miedo que salía de mis poros.
- Así que una amiga... dime Juliet acaso ¿CREES QUE SOY ESTÚPIDO? - grito mientras lanzaba su cerveza contra la pared. - ¿Ves lo que me haces hacer? - pregunto señalando la mancha de cerveza que había quedado en la pared. - Ahora lo limpiaras, ¿ME ESCUCHASTE? - yo solo asentía, estaba muerta de miedo mientras me agache a limpiar los pedazos de vidrio de la botella rota. - Esto es lo que te mereces... maldita sea eres igual a tu madre, seguro estabas por ahí revolcándote con cualquier hombre que se te atraviese. Dime, ¿Estoy en lo cierto? - Dijo mientras me tomaba violentamente por el cabello y hacia que me levantara del suelo. - Tu madre era una cualquiera y tú también lo eres de seguro, dime ¿Quién es ese con el que te estas acostando? – Pregunto lanzándome violentamente al sillón.
- No es nadie, no me estoy acostando con nadie - Fue lo único que pude decir cuando sentí un fuerte dolor en mi mejilla. Me había abofeteado.
- Te lo vuelvo a repetir, acaso ¿crees que soy estúpido? DIME ¿QUIEN ES? - volvió a repetir.
- Ya te dije que con nadie - No podía dejar que les hiciera algo a Luke o Zack, ese hombre era capaz de cualquier cosa.
Su mano volvió a conectar en mi cara pero esta vez en forma de puño y contra mi ojo derecho. - Si, como lo suponía... eres una perra dura como tu madre. - dijo mientras caminaba hacia su habitación. - Ahora deja de lloriquear y limpia este maldito desastre y no quiero que me molestes.
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Tres No Son Multitud
Teen FictionTres mejores amigos Tres problemas diferentes Tres corazones Un solo amor ...