Cap 26

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*Juliet POV*

- ¿Por qué me dices eso ahora? - Pregunté aún con lágrimas en mis ojos, ahora no sabía si lloraba por la razón principal o por la confesión de Zack.

- Debiste haberte dado cuenta. - Respondió. No supe que decir, la verdad siempre estuve cegada por lo que sentía por Luke ya que él siempre me demostró lo mismo, jamás saque a relucir todo lo que sentía por Zack porque pensaba que para él todo era un simple juego.

- Lo siento... - Dije.

- No tienes por qué sentirlo... yo fui el que me enamoré de ti, sabiendo que tú lo estabas de Luke. - Su respuesta me congeló la sangre, podía sentir el dolor en su voz. - Podrías simplemente olvidarlo. - Volvió a decir.

Sus palabras me lastimaron, no estaba muy segura de por qué... pero dolieron más de lo que podía imaginarlo. Me congele en el mismo sitio, mientras mi cabeza recordaba una y otra vez los momentos que pase junto a Zack luego del accidente de Luke.

Mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas, mi pecho dolía aún más. Ahora quería golpearme por no darme cuenta de sus sentimientos, por jamás contarle que yo sentía lo mismo que él, pero... tal vez ya era muy tarde, muchas cosas habían pasado, ahora todo era complicado.

¿Debería contarle?

Al fin reaccioné y note que Zack ya no estaba frente a mí, ahora estaba sentado en su cama. Note lo mucho que había estado parada como idiota en aquél lugar cuando vi que ya el rubio llevaba puesto sus pantalones y una sudadera.

Su mirada estaba pérdida en la nada, verlo así hacía que mi pecho doliera el doble ¿era acaso eso posible?

- Zack... - Dije sentándome a su lado. - ¿Te gustaría ir por un café? - Fue lo único que se me ocurrió, eres increíble Juliet Simms, te ganarás un premio por ser la más idiota de todas.

- Está bien. - No esperaba aquélla respuesta, pero sabía que tanto el como yo estábamos incómodos.

- Tú ve por una mesa, yo pediré los cafés. - Dije.

- No, ve tú por la mesa. - Respondió.

- Te recuerdo que yo fui la que te invito a tomar café, así que mueve tú culo a una mesa. - Le ordené, una sonrisa apareció en su rostro y se fue en busca de una mesa. Note como mi corazón latía muy rápido.

Tal vez hablar de esa forma me agitó demasiado... sí, eso es.

- ¿A ti el que te gusta es el americano, cierto? - Le pregunté llegando a la mesa.

- Si, ese mismo. - Respondió.

- Mierda... - Dije llevando una de mis manos a la cabeza.

- Oh... no importa, puedo tomar cualquier otro. - Respondió Zack con rapidez, comencé a reír.

- Es broma, sé que ese es el que te gusta. - Dije y el solo sonrió.

Claro, pero nunca te diste cuenta que el gustaba de ti... ¡IDIOTA!

- También pedí un dulce algo extraño... pero que se vea feo por fuera no quiere decir que sepa mal ¿no crees? - Dije y tal vez hice algún gesto raro con mi cara porque el rubio comenzó a reír como loco.

- Si sabe mal, tendrás que comerlo tú sola. - Dijo y volvió a reír.

- ¿Dejarás que lo coma yo sola? - Pregunté tratando de parecer lastimada.

- Si. - Respondió encogiéndose de hombros.

Aquélla conversación hizo que la tensión que había desapareciera. No había estado en una situación así con Zack, siempre nos reíamos el uno del otro, tenía miedo de que esas conversaciones divertidas que teníamos terminarán por lo que había sucedido la noche anterior y aún más por su confesión, la cual aún no sabía cómo responderle.

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