Capitulo 31

52 3 0
                                    

-Entonces, tu cuerpo esta tratando de luchar contra el Powerstop.-dijo Lana llegando a la respuesta por fin.

-Por fin, una explicación.-dije yo recostada en la alfombra mientras que Lana estaba en el sillón cómodamente usando todo el espacio con sus piernas.

-Si, si. Esta tratando de luchar contra el, de modo que lo esta rechazando y expulsando.

-Aja.-Lana había llegado a mi casa y habíamos estado tratando de encontrar la respuesta al porque estaba vomitando un azul brillante, por al menos dos horas hasta que llegamos a este momento, en el que Lana por fin encontró la explicación a mi hermoso problema.

El celular de Lana comenzó a timbrar y ella lo tomo y oprimió "contestar". Al instante se comenzaron a escuchar gritos agudos que pude reconocer como Grecia en estado de desesperación. Me senté y vi a Lana que tenia el celular lejos de su oreja para que no quedara sorda. Puso a Grecia en altavoz y pude escuchar los gritos dejándome sorda. Me puse de pie y me fui hacia la cocina para no escuchar, pero todavía estaba quedando sorda.

-¡Calla esa cosa, joder!-le grite.

-Espera, ¿esta ahí?-dijo Grecia mas calmada desde el otro lado de la llamada. Solté un suspiro de alivio porque ya se había callado.

-Si.-contesto Lana. Me senté a un lado de ella en el sillón, aprovechando que había dejado un espacio por doblar sus rodillas.

-Oh, dios que alivio. ¡Creí que te había pasado algo! No te pierdas así de la nada. Estábamos llamando a todos para preguntar por ti, me asuste tanto.

-¿Estábamos?

-Si, Carla, Natalia, Cameron y yo. Me ha extrañado que no estuvieras con Felix.

-Lo siento después te digo que paso con el, cuando tenga un celular-dije resaltando la palabra celular en dirección a Lana-, pero, ¿por que no simplemente viniste a mi piso?

-No me dijiste en donde es y por si no te haz dado cuenta, no fuiste al instituto ni hoy, ni ayer.

-Oh, cierto. Lo siento.

-¿Donde dijiste que vivías?

(...)

-¡Basta, me rindo, me rindo!-dije entre carcajadas.

-¡En la guerra y los duelos no se puede rendir nadie!-grito Grecia todavía pegando con la almohada. En este momento esta Lana riéndose a carcajadas incontrolables en el suelo, Grecia me esta golpeando con una almohada y yo estoy hecha un ovillo en el suelo riéndome también.

¿Como terminamos así? Simple

*FLASHBACK*

Grecia, Lana y yo estábamos sentadas en el sillón sin decir nada por un silencio incomodo. Grecia había traído mi hámster y yo le dije que si le había gustado cuidar de el que se lo quedara y ella acepto y lo puso junto a la puerta en una caja para hámsters que ella compro. No podría aguantar ver a ese hámster todos los días sin llorar.

-Entonces...-dijo Grecia.- ¿Hacemos un duelo con almohadas?

-Claro.-contesté.

-Yo paso. Seré la jueza de su gran duelo.

(...)

-Cada una a su esquina.-dijo Lana. Grecia y yo asentimos en nuestras esquinas con una almohada en la mano.- Y....¡ahora!

*FIN DE FLASHBACK*

Y así es como terminamos así.

Rápidamente tome mi suave arma del suelo y golpee a Grecia que por el susto cayo en el suelo aplastando mi pie.

-Auch.-quite mi pie de debajo de su espalda y me puse de pie lo mas rápido que pude. Comencé a golpearla con la almohada dandole un giro a nuestro duelo.

-¡Me rindo, me rindo!-grito ella.

-En la guerra y los duelos no se puede rendir nadie.- dije yo citando sus palabras. Entonces Lana se empezó a reír aun mas fuerte. Escuche que alguien tocaba la puerta entonces grite.

-¡Silencio!-las dos me vieron confundidas y se callaron.-Creo que alguien toco la puerta.

Abrí la puerta y tuve que soltarla porque estaba muy pesada ya que alguien estaba en ella. La puerta se abrió completamente y el cuerpo desmayado de alguien cayo en el suelo. Ya sabía quien era por ese cabello pero de todas formas gire su cabeza para poder ver el rostro de Felix. Solté un suspiro y sin mas me senté en el sillón. No se como llego aquí o porque pero si se que se había embriagado y de alguna manera u otra llego aquí y se desmayo justo después de tocar mi puerta.

-Tenemos que llevarlo a su casa.-dijo Grecia.

-Si.-acepto Lana. Las dos se giraron hacia mi esperando por una respuesta. Solté un suspiro y asentí.

Diez minutos después las tres estábamos en el aparcamiento debajo del edificio cargando a Felix como pudimos. Las dos se giraron hacia mi auto y yo solté un bufido y ayude a ponerlo en el asiento del copiloto.

-Yo no lo pienso llevar.-dijo Lana.

-Ni yo.-dijo Grecia.

-Joder.-dije alargando la "o". Suspire y subí al auto. Vi como Grecia y Lana volvían al elevador. Cuando se fueron me puse el cinturón y prendí el auto. Cuando estuve a punto de arrancar apague el auto y puse mis pies sobre el asiento con mis rodillas debajo de mi barbilla.

-Sabes, creía que en serio podía confiar en ti. No tengo idea de que me escondiste o sobre que me mentiste obviamente, ya que me acabo de dar cuenta de algunas veces te esmeras para que no me de cuenta de esas cosas. Tampoco se porque me lo escondiste. Ni cuando comenzaste a hacerlo, ni si Cameron es la única persona que lo sabe. No se nada.-hablar se estaba volviendo difícil-. No se nada.-susurre-. No se ni siquiera si tu sientes o sentías lo mismo que yo siento por ti.-ya estaba sollozando-. No se si hice algo mal o si...no se simplemente no lo se. No se que tan importante puede ser tu secreto como para no decírmelo. ¿Que tan profundo, oscuro o malo puede ser? ¿Crees que no lo puedo soportar? ¿Crees que nuestra relación hubiera terminado de todas formas si me lo dijeras? No entiendo. Lo siento pero no puedo entender nada.-después de eso encendí el auto y comencé a manejar.

- Lo siento.-dijo el medio dormido-. Yo te lo quería... decir... pero...-y se volvió a dormir completamente. Suspire y limpie mis lagrimas.

(...)

Deje a Felix recostado en el sillón como pude ya que tarde al menos media hora en poder moverlo desde el auto hasta su casa con mis humanas manos. Por suerte la puerta no estaba cerrada.

-Adiós.-dije yo aunque estuviera inconsciente.

-Lo siento.-dijo durmiendo.

Salí y me dirigí a mi auto pero antes de entrar llame a Grecia y a Lana desde un teléfono publico y les dije que tenía que ir al trabajo y que las vería en el instituto el día siguiente.

Cuando mi turno termino fui al baño e intente hacer que una bolita de papel (hecha del papel que es para secar las manos) volara. Al principio fue un poco difícil pero después pude volver a usar todos mis poderes como normalmente lo hacia. Salí de la librería con una gran sonrisa y decidí caminar hacia el centro comercial para celebrar el regreso de mis poderes con una bebida de Starbucks.

A medio camino note que una persona me estaba siguiendo a pesar de que le di dos vueltas a una cuadra para comprobarlo. Me comencé a asustar y luego para colmo otra persona, vestida también con un saco y lentes oscuros se puso frente a mi, pero esta vez se puso de forma que yo no pudiera pasar a un lado de el gracias a su ancha figura. Me detuve de golpe para ver si la persona que iba detrás de mi pasaba de mi y en menos de tres segundos sentí unas fuertes manos rodear mi cuerpo causando que no pueda moverme, trate de soltarme pero antes de poder usar mis poderes para liberarme vi como la persona que iba frente a mi se giraba y ponía un pañuelo mojado cubriendo mi nariz y boca.

Antes de que todo se volviera oscuro sentí como mi cuerpo caía a la dura acera.

Mi secreto #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora