Caminar entre espinas.

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Tengo miedo. Ya nada volverá a ser como antes... Y luché tanto, para que acabase así.
Mi mamá decidió quitarme el teléfono ese día, no me comuniqué con ella más...

«Y ahora que ya no podré estar con ella esas horas y que me hayan quitado el teléfono de repente ¿Estará pensando en mí? ¿Qué estará haciendo? ¿Me olvidará por el hecho de que ya no esté con ella por aquí?» pensaba.

Tengo miedo de bajar y encontrarme con mi madre... Toqué mis ojos, estaban hinchados, estiré mi brazo y agarré el espejo pequeño situado al lado de mi velador y me vi... rojos por llorar tanto la noche anterior, al igual que mi rostro ruborizado, sin vida; así se notaba...
Mis piernas comienzan a temblar al escuchar pasos... -¿Alicia? ¿Estás ahí? ¿Alicia?- decía Jake.
-suspiré, algo de tranquilidad invade mi cuerpo- dime.
-Mamá dice que bajes, quiere hablar contigo.
Una electricidad me invade, desvaneciendo mi tranquilidad rápidamente. Mis piernas vuelven a temblar. -Ya bajo, d-déjame asearme.
«Dios, me dirá varios insultos de la A a la Z... ¿Qué haré con ellos? Ya morí. ¿Qué haré con mi vida? Estamos a mitad de año... Dudo que me cambie ¿Y si lo hace?
Estas y muchas más preguntas se cruzaban entre mis pensamientos... lo único que sé es que no tendrá piedad...
Saqué las sábanas de mí y me dirigí al baño.
Mis manos tiemblan simultáneamente con mis piernas. «Que esto acabe ya, por favor.» pedí entre mis adentros.
Me lavé la cara y no evité soltar un par de lágrimas, sentí ardor, respiré lentamente y me sequé.
Bajé las escaleras y me senté en la mesa donde estaba mi madre, mi prima mayor y mi abuela.
-Alicia...- pronunció mi abuela soltando lágrimas sin parar- Hija, ¿Cómo pudiste? ¿Qué quieres hacer con tu vida, mi Alicia?- Es que...
-¿Ves lo que provocas?- interrumpe Jade, mi prima mayor con voz temblorosa- ¿Por qué eres tan egoísta? Quieres tu felicidad y no te das cuenta de la situación que estamos pasando...
-Solo diré... Porque ya te dije todo ayer, Alicia...-dice mi madre- no tendrás este aparato hasta nuevo aviso, en un tiempo muy, pero muy lejano, o mejor dicho, hasta que cambies.
«No creo que pueda más, dios, ya quiero llorar... Pero no puedo hacerlo en frente de ellas.»
-Ah, se me olvidaba...- dijo mi madre mirándome muy enojada- No volverás a hablarte con Ivy. Esa niña te habrá metido esas ideas.

Mis ojos se dilataron,
Mi vida y yo cambiamos
Ya nada volverá a ser como antes
Y todo lo arruinó mi madre.
Ivy... ¿Se irá de mi vida?
¿A esto se podría llamar vida?

Me siento caminando entre espinas
Queriendo seguir adelante,
Pero siempre deben haber espinas con objetivo de deternerme o tal vez matarme
O queriendo a suicidarme...

Cuando te conocí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora