Alice Casttle: Un pájaro ahogándose en un riachuelo.

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¡Hola! Aquí les traigo la continuación de la vida de Alice. Les pido que me disculpen nuevamente por mi ausencia, tuve problemas con mi celular donde ahí escribo, pero ahora todo está bien, así que espero que les guste.
Hoy día es 14 de Noviembre y cumplo otro mes con mi novia, desde aquí te mando muchos besos y abrazos. Gracias por este 1 año y 8 meses juntas, que siga así, cielo♡
Sin nada más que decir empecemos♡♡
♧♧
Faltaban 4 días para que acabase mi 3ero de secundaria, ya no podía hacer nada, solo conformarme que será otro amor no correspondido, que ella nunca me verá como algo más. Me queda alucinar qué cosas hubiesen pasado que me hubiese dicho que sí.
Salí del baño, caminé minuciosamente hacia el salón y abrí la puerta despacio, estaban en oración.
Cuando entré, Daniel frunció el ceño, me miraba con odio y asco.
Al terminar la oración, Daniel se me acercó -¿Crees que Ivy te hará caso? Se nota que ella se muere por mí, pero, hagamos una apuesta, quien conquiste a Ivy se gana 100 soles ¿Que dices, Alice?
Sentí mucho coraje, enojo, impotencia -¿Acaso no estás enamorado de ella? ¿Que te sucede? ¡Ivy no es un premio!
-Solo quería tirármela para tener posición...- reveló sin vergüenzas- Ahora, desde que estoy con Ivy, todos los chicos me están hablando. ¡Es asombroso!
-¡Eres un idiota! No acepto tu apuesta.
-Es obvio que no te eligiría, porque nunca complacerás a una mujer como un hombre lo hace. Eres mujer, no hombre, nosotros sabemos cómo complacerlas...-dijo mientras señalaba su parte.
Sentí rabia, asco, envidia, coraje, impotencia y muchas emociones más... -Eres repugnante- le dije.
Me cambié de carpeta y me senté al lado de Miranda. Al principio se extrañó de que me quisiera sentar a su lado, pero la pasamos bien estando juntas como compañeras de sitio.
Nos tocó Matemáticas. Estaba algo aburrida, ya sabía esos temas así que me dediqué a escribir esas dos horas.
"Sé que nunca te tendré,
pero al menos te hice saber
lo mucho que me gustas
Y lo muy hermosa que puedes ser.
Esto que siento es verdadero,
Desde este lugar te espero
estaré aquí para ti.
Te amo, me gusta como eres
Cómo sonríes y cómo tus ojos se achinan
Cuando me abrazas me siento protegida
Sin ti ya no hay vida."
-Ali, me encanta, ¡está hermoso!-exclamó Miranda.
Me sonrojé, me da vergüenza que lean mis escritos. -Gracias.
Tocó el timbre de refrigerio, ordené mis cosas y esperé a Miranda que saque su bolsa con comida.
Daniel se fue corriendo al otro salón mientras me miraba con el entrecejo fruncido.
-Qué estúpido es.- dijo Miranda.
Suspiré y seguí caminando volteé y comencé a mirar a Miranda mientras caminaba, tez blanca, pestañas muy pobladas y rizadas, un cuerpo hermoso, qué envidia esa mujer.
Miranda Tower, una de las mejores del salón, una de mis mejores amigas, adicta a los deportes y cristiana.
Nos dirigimos al microondas, sacó sus panes con queso fundido y los calentó. Se sentó y me miró con los cejos entrecerrados.
-Ali... Estás muy diferente, no me hablas mucho, antes sonreías más seguido, mujer. ¿Te pasa algo? ¿Puedo ayudarte?
Quería decirle que estaba así por Ivy... Dios, ¿Por qué esa chica no sale de mi cabeza? Joder. Que salga ahora.
Tenía miedo que me juzgue porque es muy creyente de Jesús ¿Y si se aleja de mí porque soy así?
Recordé cuando le dije a mi mamá, se puso histérica, no dejaba de mencionar algunas frases de la biblia mientras gritaba, vociferaba todo... Me estresó.
-No es nada- mentí- es un simple dolor de cabeza, no te preocupes.
Sonó el timbre del microondas, sacó sus panes y me dio uno. -Ali, ten, lo necesitas, te veo más delgada.
Caminamos por el pasadizo, es muy ancho, alrededor hay muchos arbustos con flores de varios colores. Volteamos a la derecha y entramos a la cafetería, ahí de lejos podía ver cómo Daniel le tocaba la cintura por detrás a Ivy, mientras que ella pedía una hamburguesa.
-¿Cuánto tiempo tienen, ah?- preguntó Miranda- Ese tipo nunca me ha caído, es horrible.
-No lo sé...- dije mientras mis lágrimas cayeron de improviso.
Corrí al baño y me encerré.
Quiero desaparecer, no resisto estar viendo esto, quiero que Ivy esté con alguien sincero, digno....No con una porquería.
-¿Ali?- gritó Miranda. -¿Dónde estás? Déjame entrar.
-Vete... No estoy de humor.
-Por favor, Ali... No me gusta verte así, déjame entrar.
Abrí la puerta y Miranda pasó -¿Qué pasó en la cafetería? ¿Dije algo que te molestó?- preguntó mientras me secaba las lágrimas con un pañuelo.
-No es eso... Solo que... me siento confundida.
-Dime, solo falta que me lo digas, creo que ya sé lo que me quieres decir...

Cuando te conocí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora