Una pluma cayendo 14 metros

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Primero de Marzo.

Me encontraba en mi habitación leyendo mi inicio de facebook, y apareció una página, a la que había dado "Me Gusta" hace unos días, con una imagen que no se veía del todo bien, así que decidí agrandarla, decía: "Banderas Lgtb", me dio curiosidad, así que seguí leyendo.

Había una variedad de orientaciones sexuales que me quedé atónita: demisexualidad, homosexualidad, heterosexualidad, asexualidad y pansexualidad...

Me dio más curiosidad la última que acabo de escribir... Leí con mucha sutileza, decía que: "Atracción sexual y emocional hacia las personas de cualquier sexo e identidad de género". ¿Es que quieras a esa persona sin importar su sexo?

Una parte de mí se sentía segura con esa etiqueta... yo... «Un ser pansexual, que acepta a todos, que ama a todos, ¡Qué hermoso!» pensé.

-Vamos, ve y díselo, ella dijo que te apoyaría en todo y lo comprendería, creo que si das ese paso, podrás contarle lo demás, Alice- dijo mi conciencia.

Al caminar por el pasadizo se infiltró una sonrisa, era increíble, nunca me había sentido tan feliz, en mi cabeza imaginaba abrazos y compresión al cien porciento, muchos besos y palabras de aliento «¿Qué mal podría pasar si ella me ama tal y como soy y siempre lo hará?» pensé.

Abrí la puerta de la habitación de mi madre, mi hermano estaba durmiendo, mientras que ella estaba en su celular mandándole mensajes a su actual pareja.

-Mamá, estaba leyendo en internet sobre las orientaciones sexuales y me di cuenta que...- conté con emoción-Soy pansexual.

Su sonrisa cambió radicalmente a una de sus expresiones demasiado familiares a las que me encuentro frecuentemente... Se enojó, era de esperarse.

Mi sonrisa igual, cambió a lágrimas, y temblores en mis manos, piernas y otras partes que ni siquiera sabía que temblarían por los nervios.

-Dime ¿Qué carajos tienes en tu cabeza para decirme que te gustan las mujeres?- gritó.

Mis ojos empezaron a dilatarse.... Mi ceño comenzó a fruncirse abruptamente y muy seguido, mi cuerpo comenzaba a sudar mucho.

-Madre- repliqué mientras lloraba- ¡No es eso! Te estoy diciendo que me gustan las personas en sí, no me interesa si es hombre o mujer, solo su interior. Sin importar el sexo. No solo las mujeres, no reaccione as- MI HIJA SERA HOMBRE- interrumpió- ¿QUÉ HICE MAL? ¡Dios te castigará, Alice! ¡Serás una pecadora más! No tendrás a nadie en el mundo, sólo sufrirás.

Tenía tantos argumentos en la cabeza como para dejarla callada en un momento... Creía en Dios, y en la biblia y en la iglesia, pero no tanto como antes, sinceramente, comenzaba a cuestionarla.

-Mamá, ¡Déjame en paz, todo el tiempo me controlas, nunca me dejarás hacer nada!- chillé.

Agarró mi brazo violentamente -Mira... tu hermano está durmiendo, si sigues con estas cosas, Alice, te llevo al psiquiatra, esto es serio, ¿Sabes exactamente qué me quieres decir con esto?-

-Por supuesto que sí- respondí seria- Mamá no estoy jugando contigo.

Me miró con resentimiento y con lágrimas en los ojos mientras fruncía el ceño, me pidió mi celular...

Al tenerlo, se retiró y me pidió que rezara para que valla por el buen camino.

Apagué las luces de mi habitación, ordené las sábanas y me recosté. Empecé a temblar abruptamente, mis lágrimas caían y caían, «desearía que Ivy estuviese aquí, que me consolase, que me diga que saldremos de esta, que pronto esto acabará...« pensé.

Junté mis manos y pedí a Dios que me perdone por esto que estoy sintiendo. Siento alivio, pero aún así no puedo dormir.

Sí que va a ser una larga noche...

Esta pesadilla recién comienza.

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Agradezco a mi novia por haberme impulsado a escribir de nuevo, y por ser como es, ya que sin ella no podría escribir esto, es la que me da inspiración y me ayuda a seguir.

Y gracias a cada uno de ustedes por tomarse el tiempo de leer mis relatos. Muchas, muchas gracias ❤

Cuando te conocí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora