Cuando te conocí...

Dos golondrinas y un águila

Dos golondrinas y un águila.

Mi mejor amiga y yo... Ivy y yo, las hermanas, las mejores amigas por siempre, las que nunca se despegan, así éramos, siempre juntas, siempre, contándonos todo, confiándonos todo.

-¡Hola Ali! ¡Hola Ivy!- saludó Daniel.

«¿Daniel? ¿Uno de los chicos más antisociales de la clase hablándonos? ¡Qué extraño!» reflexioné. -¡Hola!- respondimos en coro.

Así empezó todo, hablábamos en un rincón por los pasillos hasta que tocase el timbre, en ese transcurso Ivy se iba a su salón mientras que Daniel y yo al nuestro.

En los descansos nos encontrábamos en nuestro salón y comíamos Pringles mientras hablábamos de nuestras cosas.

Y así, nos volvimos inseparables, ahora éramos los 3 mejores amigos, muy unidos, muy felices.

Hasta que Ivy comenzó a sentir amor hacia Daniel a mediados de Diciembre.

-Alice...- murmuró- Sé que somos muy cercanas y que eres mi mejor amiga y todo, pero... ¿Puedo pedirte algo?-

Mis ojos se dilataron, mi corazón comenzó a latir rápidamente, vi cómo los ojos de Ivy brillaban con cierta inocencia, sus pobladas cejas se curvaban con ese acto de pedir, y su expresión que me era imposible negarle.

-Dime.

-Pues... Me siento atraída por Daniel, sé que no debería de decírselo a nadie, pero esto creo que solo te puedo decir a ti porque eres mi mejor amiga. Ali, confío en ti. ¿Crees que podrías ayudarme para que él se enamore de mí?

Mi corazón se hizo trizas, sentí como el dolor se expandía en mí. Quería llorar.

-Claro.

Me agradeció, sonrió como nunca, estaba muy feliz, me agarró de las manos -Gracias por querer ayudarme, Alice, es mucho para mí.-

Sonreí y me fui.

Al llegar a casa agarré mi diario y escribí:

7 de Diciembre del 2013.

Que hermoso día, la persona que me gusta le gusta. Era de esperarse.

Siempre me pasa esto... Siempre amores no correspondidos, aunque tenga este raro sentimiento... ¿Por qué ella? ¿Por qué? ¿Por qué me hacen esto?

Es uno de los peores dolores de la vida, no quiero seguir con esto, ya se cumplen 4 meses de estar enamorada de ella.

Suena el teléfono, mi tía contesta -¿Alice? Alice está en su habitación ahora te paso con ella.

-¡Alice! - exclamó- Estaba hablando con Daniel por whatssap, y me dijo que le parezco linda. ¿Crees que él esté enamorado de mí?

«No me hagas esto, Ivy, no ahora por favor...» pedí entre mis adentros.

-¿Estás ahí, Ali?

Mis lágrimas comenzaron a caer consecutivamente, sentía nuevamente mi corazón contraerse, desgarrándose lentamente, qué dolor.

-Si, jaja, solo que estoy en shock, pero me alegro por ti. Creo que si le gustas. Deberías de seguir hablándole, ahora estoy ocupada. Bye.

Y colgué. Quería desaparecer del mundo, estaba tan feliz... Quería que esa emoción que sentía ella fuese para mí, quisiera que de mí estuviese enamorada...

Lloré, lloré y lloré.

Al día siguiente~

Apenas llegué al salón, Daniel no me dejó ordenar mis cosas, agarró mi mano y me llevó al laboratorio de Ciencias.

-Mira, Alice...-suspiró- Creo que aquí nadie sospechará, verás, tengo un regalo para Ivy, sé que ella practica ballet, tiene muchas responsabilidades, pero ella también necesita amor... ¿Crees que estaría bien darle esto y después pedirle para estar?

«¿Por qué me haces esto?» pregunté dentro de mí.

-¿Alice?- preguntó- ¿Y? ¿Qué te parece?

-Pues... Está muy lindo el detalle, si fuese ella te diría que sí. -bromeé.

Se rió, llevó el regalo sorpresa y nos fuimos directo al salón de Ivy.

Ya estábamos en la puerta, el orificio cirular de la puerta permitía ver el salón, y ahí estaba Ivy, hablando con Jennifer, Naomi y Miranda.

-Qué hermosa está.- dijo Daniel.

También creía que estaba linda... Esos cabellos ondulados muy largos y muy brillantes era lo que más me gustaba de ella, sus ojos también, muy vivos y expresivos, su cuerpo muy cuidado y hermoso, su rostro tan delicado...

Giró la manija y entró.

-Ivy.... Desde hace mucho te quería decir esto, pero como ahora tengo la atención de todos te diré que me gustas, eres muy hermosa y ¿Te gustaría estar conmigo?- preguntó.

Todos en el salón comenzaron a "morir de amor" por el gesto y el regalo sorpresa que eran unos zapatos de ballet que Ivy siempre quiso.

Se emocionó muchísimo, lo besó y le dijo que sí.

Me quedé parada en la puerta, sujetando la manija del otro lado de la puerta, y los vi besándose, todos sonriendo, mientras que yo estaba llorando por dentro.

Que lindo estoy terminando mi 4to de secundaria...