Confesiones.

309 12 7
                                    

Estábamos encerradas en el baño, Miranda me secó mis lágrimas con su pañuelo, me abrazó, y me calmó. Antes de salir del baño me sugirió que me lavara el rostro.

Mientras que caminamos rumbo hacia el salón decidimos hablar de eso.

-Me gusta Ivy, no sé cómo lo tomaras...-dije mirando hacia abajo.

Sonrió y me abrazó. -Lo supe cuando te vi decaída porque Ivy estaba con Daniel agarrados de las manos.- declaró.

Me avergoncé, mis mejillas adquirieron un color rojo intenso.

-Es normal que sientas esas cosas, no debes de mentirme ni ocultarme nada, somos amigas.

Sentí un alivio tremendo, lloré. En mi interior sentí paz, mucha tranquilidad, me gustó que me comprenda.

-Es que Daniel... Me está cagando mi año, Miranda. A Ivy solo la quiere por su cuerpo y eso me molesta, porque...-decía mientras jadeaba por el llanto- Es linda, y muchas cosas más, pero es hermosa como persona ¿Sabes? Me gusta muchísimo.

Miranda se quedó pensativa, cerró los ojos mientras que agarró mi mano, me sorprendí y me extrañé -¿Miranda? ¿Qué estás haciendo?- pregunté.

-Rezando, creo que yo no puedo ayudarte en estas cosas, pero él tal vez...-dijo mirando al cielo.

No creía en él, pero lo respeté, así que solo sonreí y agradecí.

-Creo que él no le interesan tus gustos o de dónde provengas, sino cómo eres como persona.- agregó.

Sonreí, me alegró lo que dijo, pero aún así no me siento cristiana, solo... creo que creo en alguien superior que aún no lo sé. Es complicado.

Llegamos al salón, nos tocó historia. Me aburrí demasiado, porque la profesora ya no hacía clases, ya que faltaban 3 días para que se acaben las clases, así que decidí escribir un poco más y hacer unos cuantos dibujos en mi cuaderno.

Tocó el timbre de recreo, ese timbre lo odio, ya que odio los recreos porque debo de interactuar con personas que realmente no me caen...

-¡Ali!- exclamó Jennifer. -¿Me acompañas al baño?

Acerté, nos fuimos hacia el baño, estaba aburrida, así que decidí contemplarme un rato... Decidí levantarme el flequillo, acercarme al espejo y jugar con mis pestañas y lavarme el rostro.

-¡Ali! Haz adelgazado, maldita. ¿Qué cosa estás haciendo?

-Pues...- balbuceé- Solo que me olvido de comer, no es que lo haga a propósito, leo demasiado y eso hace que me olvide.

-Empezaré a leer ah.

Reí. Nos dirigimos al grupo del comedor donde estaban Naomi, Miranda y Sam.

-¡Ali! ¿Cómo estás?- preguntó Sam.

-¡Saaaam! ¡Bien! - mentí.

Miranda suspiró.

-Oigan, ¿vieron a Ivy por ahí?- pregunto Jenn.

-Pues... La última vez que la vi fue en el baño, la encontré llorando. -dijo Naomi.

-¿Mi Ivy? ¿Llorando? Algo le hizo, maldito Daniel de mierda. -maldije entre mis adentros.

-Oh chicas, iré a buscarla, ya me preocupé. Adiós. -dije.

Me fui a la enfermería. Recordé cuando Ivy lloraba demasiado y me quedaba con ella en el baño, me decía que la acompañe a la enfermería y se quedaba dormida porque sus ojos le ardían después de hacerlo.

Y ahí estaba.

Cuando te conocí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora