"El dinero es la llave que habre todas las puertas."
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Un nudo se formó en mi garganta, al ver qué no me habian reconocido, pero rapidamente lo aleje, las mierdas cursis ya no me van.
Delante de mi con poses de grandeza se encuentran mis padres, mi hermano con esa asquerosa mirada, la familia del alfa con miradas de indiferencia, el delta y el gama – con sus mates – en silencio y por ultimo, pero no menos, mi hermana Sara con su mirada de envidia. En cuanto a Emiliano no contesto a su reverencia, paso por su lado sin tocarlo y camino alrededor de la sala, ignorando a los presentes mientras observo como todo esta cayendo en penumbras.
Lo había notado en el trayecto, las casas, los edificios, los comercios –e– incluida por su puesto la mansión, se estaban deteriorando. Soy interrumpida de mi recorrido, por un carraspeo.
—Querida, yo soy la lu...—La interrumpi alzando mi mano.
—¿Nos sentamos?—Pregunté fríamente. Mientras los hombres asienten frenéticamente, las mujeres presentes me miran con molestia.
—Luna de pantys—Dijo sarcásticamente Maía.
—¿Es un chiste, en fin, qué crees de ellos?—Pregunté mientras me sentaba con elegancia, aún ignorado los presentes.
—Es muy raro—Comentó Maía.
—¿Por?—Pregunté de nuevo, mientras observaba a cada uno.
—Al ver a Emiliano, no sentí a su lobo y mucho menos atracción, es como un cero a la izquierda—Contestó. Se, yo también lo había notado.
—Cómo si jamás, el enlace hubiese existido—Dijimos unísono. Aún seguía en silencio, pensarán que soy retrasada por no hablar.
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Deliciosa Agonía
Hombres Lobo"No todo debe ser color de rosas, también existe el negro del dolor". Creación de la historia: 16/agosto/2015 Se prohíbe terminantemente copia o cualquier adaptación a menos que hable directamente y lo apruebe. Está historia es solo ficción, sacada...