Quiero ser más valiente pero este sentimiento de tristeza y sensibilidad es lo que me hace cobarde. De la noche a la mañana la vida puede dar un giro inesperado y tampoco deseado. ¿Donde quedo la Gissel valiente que se creÃa invencible estos últimos años? Se que debo luchar todavÃa no he cobrado venganza.
En el aire hay un leve olor a vainilla, siento unas suaves sabanas –seda– donde me encontraba acostada. Desde hace más de una hora contada en mi mente, habÃa despertado pero el abrir mis ojos y enfrentar mi realidad me daba pavor.
El recuerdo vivo de mi segundo mate está fresco en mi memoria. Tan hermoso como intimidante es lo que no me permite avanzar. El estar consiente que sabe toda mi verdad y me rechace no me deja en paz. Puedo sentir su tristeza como también los distorsionados pensamientos que están pasando por su mente. Se que está a mi lado su presencia no podrÃa pasar percibida.
Deja la cobardÃa, G y abre tus ojos de una vez.
—Hola—Salude tÃmidamente.
El magnÃfico hombre a mi lado dio un respingo. En lo que fueron los siguientes minutos nos perdimos cada uno en nuestras miradas. Sus ojos azules como el océano me invitaban a nadar en sus profundidades. Estaba casi segura que mis ojos reflejaban dolor, tristeza y esperanza de un futuro juntos. Y en él sus ojos solo me reflejaban un amor puro y sincero, parecÃan constelaciones.
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Deliciosa Agonía
Hombres Lobo"No todo debe ser color de rosas, también existe el negro del dolor". Creación de la historia: 16/agosto/2015 Se prohíbe terminantemente copia o cualquier adaptación a menos que hable directamente y lo apruebe. Está historia es solo ficción, sacada...