6. Despertar de la loba

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No se cuanto tiempo a pasado

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No se cuanto tiempo a pasado. Sólo siento qué el tiempo se detuvo, qué el mundo dejo de girar. Luego de estar un rato en el suelo sentada, con mis rodillas pegadas a mi pecho, noto qué todavía estoy desnuda.
Cansadamente me paro, y miro la hora en el celular —11:40pm—En sólo minutos será mi cumpleaños, por ende mi transformación.

—Cariño, se qué quieres estar sola, pero es mi hora de salir, necesito qué vayamos al bosque—Dijo mí loba Maía por el link con tristeza. No le contesté.

Cómo una muñeca de trapo y fría, me vestí con ropa deportiva vieja. Salí por una enredadera y sorprendentemente nadie me ha visto. No me lleve mochila, sólo camine y camine, hasta llegar a la cascada como un ... fantasma viviente.

—Se qué estas muy adolorida Gissel, pero ahora qué yo salga, tú transformación será aún peor de lo que acabas de experimentar—Comentó. —Nuestra madre Luna, ha detenido el tiempo lo necesario, para qué nadie vea tú cambio, déjame todo el trabajo a mi—Terminó diciendo.

 —Nuestra madre Luna, ha detenido el tiempo lo necesario, para qué nadie vea tú cambio, déjame todo el trabajo a mi—Terminó diciendo

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—¡Ah!- Grité. Cayendo de espaldas al pasto sintiendo como mi espalda se doblaba en dos. —¡Ah!, ¡Ya no más—Continúe gritando mientras las lágrimas hacían acto de presencia.

Cada hueso ya fuera grande -o- pequeño se doblaba, mientras terminaban por romperse, sentía mis dientes caerse, siendo sustituidos por colmillos, de mis manos comenzaron a salir garras, y mi piel fue removida por un pelaje totalmente blanco...La cabeza me quería estallar.

—Por favor, ya basta!—Grite con mi ultimo suspiro.

Han pasado minutos –o– tal vez horas, el dolor no descansaba, ni se apagaba. Todo quedó en silencio. Lentamente abrí mi ojos y me encuentro parada en cuatro patas. Atraída por el reflejo del agua en la cascada, caminé hacía ella.

El reflejo me enseña, una loba blanca cómo la nieva pura. Con un tamaño descomunal, sus ojos grises plateados brillan demasiado. En el costado de la loba –a su lado izquierdo–se ven unas espigas con enrredaderas exquisitas, y una frase en caligrafía perfecta "le pouvoir et la justice". Pero lo más magnífico, es su aura, irradia poder, respeto, miedo, adoración.

 Pero lo más magnífico, es su aura, irradia poder, respeto, miedo, adoración

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—Eres muy hermosa Maía—Dije con admiración.

—Somos cariño, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!—Contestó con orgullo.

Mire con cariño nuevamente a mi loba atrás vez del agua, para luego de unos minutos más entender, qué debía emprender viaje hacía la mansión.

—Me debes muchas respuestas, pero ahora lo más importante. ¿Cómo cambio a mi forma humana?—Pregunté.

—Es muy sencillo, imagina tú forma humana y listo—Respondió. Hice lo qué me dijo.

—Gissel, el árbol qué tienes frente a ti, tiene escondido un bulto, cogelo y vístete, por ahora nadie debe ver mi forma de loba—Ordenó.

Al abrir el bulto, me encuentro con unos leggins negros, una camisa básica blanca, ropa interior negra de encaje –Se qué es encaje, porqué mi hermana los usa mucho– y unas sandalias. Mientras voy vistiéndome en silencio, recuerdo el tatuaje, –viendo bien mi cuerpo–también lo tengo tatuado en mi forma física.

—¿Maía, qué dice el tatuaje?—Pregunté.

—Le pouvoir et la justice, el poder y la justicia—Contestó.

—Gracias por estar a mi lado y perdón por reprocharte, solo no puedo creer lo que ha pasado en menos de 18 horas—Dije mientras caminaba hacia mi ático.

—Eres muy valiente, Gissel—Dijo mi loba con ternura.

Luego de caminar, haber trepado hacía mi ático, y hablar de cosas triviales con mi loba, veo a una muchacha joven entrar con altanería a mi cuarto.

—Tienes 25 minutos para bajar, es una orden—Sólo asentí viendo cómo azotaba la puerta.

Sin pensarlo mucho me quite la ropa qué Maía me había dado y me vestí con ropa el doble de mi talla, me hice una dona y me puse unos lentes grandes de leer.

—¿Quieres verte como nerd?, ¡Eres una diosa! ¿Porqué te escondes?—Rugió mi loba. Al parecer, lo bueno de haber cambiado, fue qué también lo hizo mi cuerpo.

—Por favor, no quiero qué me vuelvan mirar con lujuria—Dije mientras dos lágrimas bajaban por mis mejillas.

—Perdona cariño, tienes razón, bajemos—Contestó mi loba más serena.

Haciendo lo qué me pidió, baje las escaleras encontrándome con la mansión vacía. Una omega pasó por mi lado y mirándome habló rápidamente.

—Mi alfa ordenó, qué salgas hacía el bosque, ahí te esperan querida—Habló la chica.

Asentí con la cabeza agachada, mientras caminaba hacía donde me habían indicado. Al llegar me encontré con más de mil personas y una improvisada tarima. Todos miraron en mi dirección tan pronto llegué, con unas inmensas sonrisas.

¿Qué estaba pasando?.

Mi padre se me acercó, trato de tocarme y por instinto retrocedí con miedo. Con una mirada seria indicó qué lo siguiera al altar, donde se encontraba mi supuesto mate Emiliano y mi hermana Sara.

En ese momento lo sentí...nada acabaría bien.

nada acabaría bien

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