"No todo debe ser color de rosas, también existe el negro del dolor".
Creación de la historia: 16/agosto/2015
Se prohíbe terminantemente copia o cualquier adaptación a menos que hable directamente y lo apruebe. Está historia es solo ficción, sacada...
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Han pasado dos semanas y mi mujer no ha tenido ningún avance, tampoco ha despertado. El médico de cabecera me recomendó un neurólogo pero lo descarté. Ella solo necesita tiempo, despertará cuando lo crea posible.
Si de hoy a mañana no despierta, lo haré yo.
Estamos en la sala principal del penthouse dialogando o más bien discutiendo. Hoy es el cumpleaños de mi delta Zion, todo este tiempo a sido realmente difícil y cansado; más cuando hemos estado todos lejos de nuestras familias. Por eso quieren ir a algún club cercano, ha tener una noche de hombres o amigos como dicen ellos.
Pero mi respuesta es no.
Mientras mi mujer está postrada en una cama; yo tranquilo bebiendo, para nada. Por eso la discordia de qué es el cumpleaños, no han salido, necesitan relajarse, etc. Qué vayan ellos pero no los cabrones quieren incluirme.
—Maldición, si con eso se callan iré, pero solo una hora. Mi mujer me necesita aquí y no me perdonaría que despertara y no me viera—Hable gruñendo.
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Luego de haberme dado una ducha rápida, elegí cualquier atuendo del closet y me puse mi inseparable chaqueta de cuero. Antes de reunirme con los muchachos hice algunas llamadas de negocios y ahora estoy nuevamente caminando hacia mi habitación donde está mi nena postrada. Con un asentimiento hacia los guardias entro y la vista de ella me deja con una inmensa tristeza. Joder.
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