Un escalofrío recorrió mi espinal dorsal, el humo había desaparecido pero las letras escritas no. Abrumada seco con mis manos el espejo y entro a la ducha rápidamente asustada.
—¿Qué fue eso?—Preguntó Maía.
—No lose, pero normal no es—Contesté asustada.
—¿Aún así quieres ir? Gissel, estoy muy intranquila, algo va a suceder—Contestó
—Maía, ya, sólo hablaremos y nos iremos, lo prometo, nada va a suceder—Dije segura.
Me dispongo a darme un baño, luego de unos minutos salí al vestidor, viendo centenares de vestidos perfectamente colados. Término eligiendo un vestido color crema de seda, moldeado a mi cuerpo, una manga, con la pierna izquierda al descubierto, el pelo lo dejé con sus ondas naturales, maquillaje leve, tacones transparentes, y listo.
Verificó el reloj –7:36pm–bien todavía estoy a tiempo, cojo mi cartera, celular en mano y salí, encontrándome con Nicole una vez baje las escaleras, realmente estaba hermosa con ese vestido rojo y su pelo suelto.
—Exquisita y muy hermosa—Dije con sinceridad.
—G, no quiero qué te critiquen por llevarme, puedo quedarme en casa, de verdad—Dijo temerosa.
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Deliciosa Agonía
Hombres Lobo"No todo debe ser color de rosas, también existe el negro del dolor". Creación de la historia: 16/agosto/2015 Se prohíbe terminantemente copia o cualquier adaptación a menos que hable directamente y lo apruebe. Está historia es solo ficción, sacada...