La maldita borrachera se me bajó de golpe dando paso al miedo y posible llanto. Todo ha quedado en un silencio pulcro y yo no puedo apartar mi vista. Empezando por sus pies descalzos hasta sus ojos ¿rojos?.
Todo tuvo sentido en menos de un segundo. Cogí por cuello con una mano a la pelinegra, y con la otra mano a la que se supone que es mi mujer.
—Joder, ¿Que mierdas es esto?—Brame furioso.
La neblina se hizo presente y odié con más intensidad que antes al maldito que no tardó en aparecer.
—Omar, Omar, ¿Que diría la dulce Gissel, si te hubiera visto?— Habló burlón.
Era nuestra maldición conjunta. Nadie ni siquiera mis padres espirituales saben porqué somos malditamente iguales. Lo que nos diferenciaba era su pelo negro carbón al igual que sus asquerosos ojos. Yo era el alfa real y él, el puto rey de los demonios.
Siempre nos hemos odiado a muerte, él tiene la manía de crear escenarios que no están ocurriendo para así hacer caer a sus víctimas. Y yo cada vez que puedo mato a sus demonios solo por joderlo. Antes de tan siquiera contestarle en un micro-segundo le arrancó el corazón negro a sus demonios sexuales.
Ganándome una fulminante mirada de su parte.
—Dale gracias al infinito qué somos inmortales y aún no sé cómo matarte, porqué créeme lo haré—Hablé.
Él solo se mofó antes de desaparecer.
—Carajo, como odio al maldito—Bramó Damon.
Simplemente camine hacia la salida ignorando a los demás. Tenía que llegar y ver con mis propios ojos que ella estuviera bien. Algunos de los guardias me llevaron directo al penthouse y una vez llegué me dirigí de prisa a mi habitación.
Las lágrimas de impotencia y desesperación se hicieron presentes. Cómo un león enjaulado caminaba de un lugar a otro dándole miradas a la hermosa mujer postrada.
Ya no tenía la paciencia necesaria, no después de que el maldito de Jonathan apareció. Crear un escenario en donde se suponía que le fuera infiel a mi mate, me daba asco eso jamas sucedería.
Desde antes de encontrarla prometí que una vez que la tuviera, no sólo la amaría, sino también le sería fiel en cuerpo y alma. Zachary está más que furioso quiere ir al maldito infierno y matarlo con sus propias garras. Tratando de calmarme me senté en la silla al lado de su cama. Los minutos pasaban lentamente en un silencio tortuoso.
Necesito que despierte para poder llevar acabo los castigos finales o lo haría yo, y no serían nada de encantador. Quiero que sea ella quien decida qué hacer y cómo acabar sus vidas.
Porqué si morirán.
También me está torturando la otra profecía. Si de verdad existe y para colmó se cumpliera me volvería loco. Joder con el destino y mis padres espirituales por no dejarme haberla encontrado antes.
Me culpo en mi mente cada segundo si algún momento de mi vida fui feliz, mientras ella no lo era. Tantos pensamientos y tantas responsabilidades me están pasando factura. Al encontrar mi mate sería estabilidad tanto emocional y física. La luna de la manada trae calma y apoyo moral, se haría cargo de todo lo que conlleva.
Necesito que despierte.
—Hola— Oí una voz sumamente tímida.
Taran... ¿Que tal el capítulo mis amores, todas ya estaban odiando a Omar, ahora que piensan del pobre y sobre todo que creen que la aparición de Jonathan? ¡Un besote!😘
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Deliciosa Agonía
Manusia Serigala"No todo debe ser color de rosas, también existe el negro del dolor". Creación de la historia: 16/agosto/2015 Se prohíbe terminantemente copia o cualquier adaptación a menos que hable directamente y lo apruebe. Está historia es solo ficción, sacada...