Tessa
-Mama..- digo, abriendo lentamente la puerta de su habitación, está acostada boca abajo. La meneo un poco- ¿Estas bien? Ya esta el desayuno-comida
-Mas al rato. Que te valla muy bien en París. Me traes fotos. Te quiero- su voz no me convense, suena muy grave.
-¿Estas llorando?- intento voltearla pero se reciste.
-Estoy bien
-Bueno... Yo también te quiero mucho- salgo del cuarto.
Cuando llegamos al aeropuerto, todos los demás están en la entrada del estacionamiento. Mateo señala su muñeca drásticamente. Y me hecho a reír.
-Paris te va a encantar- me dice Chema mientras subimos al avión
-¿Ya haz ido?
-Montones de veces- dice Mateo. Y Chema le lanza una mirada de advertencia.
-Si, pero no fue nada
-Claro que si- dice Mateo y tragó saliva
-¿Que paso?- tal vez no quiera saber la respuesta pero necesito saber mas cosas de Chema. Mateo choca su lengua con su paladar
-Te lo diría... Pero mejor que te lo diga el- y se ríe. Eso no es buena señal. Cuando nos sentamos en nuestros asientos le pregunto:
-¿Y bien?. Espera ¿Me puedes dar el lado de la ventana?
-Claro- me gusta el lado de la ventana por que me siento libre. No se porque, también me gusta como se ve.
-Ahora si...habla
-Yo trabajaba allá
-¿Encerio?
-Si
-¿Eso es todo?
-Si
-¿Y porque Mateo lo decía con malicia?
-Por mamón
-Hey, tranquilizante, se escucha hasta aca- y su cabeza se asoma por arriba de nuestros asientos
-Señor puede sentarse- le dice una aeromoza
-Permitame- la chava pone los ojos en blanco y no le dice más- Fácil me la tiro en el baño
-¿Cuanto?- le pregunta Chema
-Tres pares de Vans
-Si traes un beso suyo en el cachete
-Vale- me hecho a reír
-Tienes cuatro horas- le digo
-Aceptó el reto
-Esa es mi niña- me dice Chema, y me besa
-¡Wiu!- dice Mateo y se regresa a su asiento.