Tessa
Veo como a poco, los ojos de Chema se van cerrando, es tan sexy.
Veo su rostro su cuello ¿Puede haber cuellos sexy? Juro que el de el es sexy. Me imaginó besándolo y se que me sonrojo. Acaricio su mejilla y su pelo.-Te amo Chema- le susurro al oído
-Te amo Tessa
-¿Estas despierto?
-No me puedo dormir- pongo los ojos en blanco
-Te conozco lo suficientemente para saber que acabas de poner los ojos en blanco- si me conoce
-Pues te equivocas
-¿Ha si?
-Si- entonces sus manos empiezan a frotar mis costillas- ¡No! Cosquillas no, por favor- No puedo soportarlo. Me falta el aire «Soy tan malota. Que fingiré desmayarme»- Chema yo...-Entonces cierro los ojos de golpe y fingo un desmayo. Pero solo siento sus labios pegados a los mios.
-¿Por que me besas?-le pregunto con los ojos todavía cerrados
-¿No estabas desmayada?- abro los ojos, tiene una gran sonrisa en su rostro
-Mm... Si
-Entonces eres mi bella durmiente y yo soy tu príncipe
-Eres mi sapito verde
-Y tu mi princesa
-Te quiero
-Te quiero- el transcurso del viaje pasa en silencio. Pero no un silencio incómodo sino, tranquilo y relajante. Chema se durmió en mi hombro. Y de su boca salen pequeños suspiros diciendo mi nombre.
-Disculpe señorita- le habló a la aeromoza- ¿Cuanto tiempo falta para llegar?
-Pronto lo van a anunciar, pero seguramente una hora, hora y media
-Muchas gracias- y en ese mismo instante la voz del piloto se escucha por las bocinas del avion
-Queridos pasajeros, pronto el viaje llegara a su fin. Dentro de cuarenta y cinco minutos exactamente. Espero que haigan disfrutado de la estancia. Gracias
-¿Ya llegamos?- me pregunta Chema
-Cuarenta y cinco minutos
-Por eso odio los aviones