Chema
Escucho varias risas detrás de mi. Maya y Mohamed, están mirando detrás de mi con los ojos muy abiertos.
-¿No piensas voltear?- es Jocelyn, lo se. Escucho un disparo y toda la gente de nuestro alrededor empieza a correr. Volteo y veo a Jocelyn, Peter y tres señores mas.- tu juegesito de salgan corriendo cada quien por su lado. Lamento decirte que no funciono
-¿Que les haz hecho?
-Shhh...
-Ten te regreso a este- se hace a su lado derecho y hai esta Santiago vendado de los ojos y la boca, y amarrado de las muñecas a su espalda. «¿Como estará Tessa? ¿Abusaran de ella?»
-¿Que quieres que haga? ¿Que quieres de mi?
-Mira te voy a decir algo...- empieza a decir Peter -Te doy a..¿Sofia? Si, si es Sofia y a Regina
-¿Y Tessa?- gazno
-Esa se queda conmigo- dice Peter
-¡No...!- doy un paso hacia ellos,pero entonces un señor de los tres que los dos tienen atrás me apunta con una pistola
-Es mejor que te quedes donde estas- me dice. No puedo morir, hoy no; tengo que salvar a Tessa. Alzó las manos en modo de derrota
-Entonces Tessa se queda contigo, Peter, y Jocelyn se lleva la satisfacción de hacerme sufrir, mientras olvido a Tessa
-¿No te interesa?- pregunta Jocelyn. «Claro que si, pero tengo que fingir que no, para que no le hagan daño mayor y sea mas fácil. La amo»
-Últimamente se ha portado muy mandona, y cae gorda. Yo quiero a chicas fáciles recuerdas- les digo, sabiendo que estoy mintiendo
-Bueno..te acuerdas que las cosas fáciles no me gustan..- empieza a decir Jocelyn
-¿Que quieres hacer?- preguntamos Peter y yo al unisolo
-Dispararte- antes de que pueda moverme. Empiezo a sentir un dolor penetrante en mi torso y pierna. Volteo, me ha disparando y estoy sangrando.
-Vamonos- dice Jocelyn al final. Caigo al suelo frío, mi cabeza azota el suelo. No siento nada mas que dolor, tristeza y enojo. Abro los ojos y Mohamed me dice algo que no puedo escuchar. Puedo ver sus labios moviéndose lentamente. Veo a Regina y Sofia en el mismo estado que nos han entregado a Santiago. Tessa sigue en sus manos y ahora no puedo hacer nada. Quiero gritarles a Mohamed, Mateo y Maya, que corran a perseguirlos pero no puedo. No siento mi cuerpo