13. Nuevos sentimientos

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Cuando recupero la conciencia luego de que Seokjin abandona mi cuerpo, lo primero que veo es el rostro de Yoongi; luce asustado y mueve sus labios como si hablara pero no logro oír nada. No siento mi cuerpo y mis ojos vuelven a cerrarse, sumiéndome en la oscuridad.

Al abrirlos nuevamente, una luz natural pero muy tenue para mis ojos, me enceguece e impide ver a mi alrededor. Aprieto los ojos con fuerza y siento que mi cabeza se va a partir en dos.

— Por Dios, Kim. Ya estás consciente — la voz de Lina hace que mi dolor de cabeza se multiplique por mil. Me recuesto más arriba sobre mi almohada y distingo a Yoongi, dormido incómodamente en una silla. ¿Pero qué hace dormido así en mi habitación?

— ¿Puedes explicarme que hacías en un bar anoche, Kim? —  Yoongi abre los ojos y se para al lado de Lina, junto a mi cama.

Lo último que recuerdo es que Seokjin me utilizó... — le digo mentalmente. 

Juro que voy a enviarlo al infierno si es necesario a ese estúpido de Seokjin. ¿CÓMO PUDO HACERTE ESTO? — Lina suena muy enojada.

— ¿Y bien? ¿Qué hacías en ese bar? — me pregunta Yoongi. Más que un amigo, suena como un hermano mayor regañándome.  

— No lo recuerdo... — murmuro.

— Claro que no, en el estado en que te encontré, es lógico que no te acuerdes de nada — genial, ahora es sarcástico.  Le lanzo una mirada asesina pero parece no sentirse intimidado en lo absoluto. Si bien parezco estar muy mal, mi cuerpo se sanará en un par de horas sin problemas pero Yoongi no lo sabe. Lina necesita ir a trabajar y él quiere quedarse a cuidar de mi.

— Claro, utilízame de excusa para no ir al colegio — intento levantarme y él se sienta a mi lado. Es muy raro que no responda ante mi sarcasmo; en su lugar, me mira con una expresión de miedo y preocupación.

— Tuve miedo de que te pasara algo — su olor invade todos mis sentidos al abrazarme. Apoyo mi cabeza sobre su hombro y cierro los ojos para sentir más a fondo su contacto. Me dan ganas de decirle que no puede sucederme nada, de que no se preocupe, pero no puedo. Y aun si lo hiciera, como él no cree en los ángeles, me trataría de loca como a su hermana.

No voy a quedarme todo el día en cama, así que aprovecho el momento en que él se va a la cocina a prepararme el desayuno para levantarme. No sé que fue lo que hizo Seokjin con mi cuerpo anoche pero apesto a alcohol barato a 10 kilómetros de distancia, sin ser exagerada. Debo ducharme pero me siento incómoda con Yoongi dando vueltas por la casa.

— Yoongi, iré a darme una ducha.

— Ya era hora. No dije nada pero apestas... ¿necesitas ayuda? — me le quedo mirando sorprendida por su propuesta.

"Mierda, ¿qué acabo de decir? ¿cómo la voy a ayudar si es una chica? A no ser que se duche vestida..."

— ¿Quieres que me duche vestida para que me ayudes? — le respondo sarcásticamente. — Puedo sola, no te preocupes.

Después de desayunar, me obliga a regresar a la cama pero me niego. Me levanta en sus brazos y conmigo pataleando, me deposita en el sillón de la sala.

— ¡BIEN! Quédate aquí si quieres pero descansa — me apunta con un dedo, mandonéandome.

— ¿Qué pasa? — le pregunto al verlo que me observa serio.

— Tus heridas... — se arrodilla frente a mi y empieza a tocar mis piernas.

— ¿Qué con ellas? — quito su mano. Mi corazón comienza a latir rápido de la nada.

— ... ya están casi... ¿curadas? — levanta la vista y cruzamos miradas incómodas. Entro en pánico y es como si mi cerebro se bloqueara. ¿Qué digo? ¿Qué invento? MALDITA SEA KIM, PIENSA RÁPIDO EN ALGO.

— Tienes muy buena salud — dice Yoongi con una sonrisa y vuelvo a respirar aliviada. Casi me da un ataque. 

— Dame un masaje. Dormir en esa silla toda la noche me dejó con dolor de cuello y espalda — me ordena. 

— ¿Qué acaso no tienes tú que cuidar de mi y no al revés? — me responde sacudiendo sus hombros como un niño malcriado. Después de unos 10 minutos masajeando su espalda y cuello, Yoongi se recuesta sobre mis piernas con los ojos cerrados. Es como ver a un bebé satisfecho después de haber comido, listo para dormir la siesta. 

— Hey, ¿qué haces? — sacudo mis piernas levemente y él hace una mueca de disgusto.

— Tengo sueño y además así es la única manera en la que te quedes quieta y descanses — me responde sin abrir los ojos. No puedo quitar mi mirada de sus labios: se ven extremadamente esponjosos y sexy y... Kim, basta.

Con la tv está encendida, intercambio mi atención con ésta y Yoongi; no tiene nada de especial, es un ser humano gruñón y para nada gracioso. No entiendo que es lo que me atrae de él como para desear ser completamente humana.

* * *

[YOONGI's POV]

Chateando con mi primo, me convenció de salir a caminar un rato aunque sea de noche, para despejarme y es en esa caminata donde encuentro a Kim, tirada en puerta de un bar, toda lastimada e inconsciente como si se hubiese peleado con alguien. Nunca sentí tanto miedo en mi vida. Creí que iba a morir en mis brazos; apenas respiraba y su ropa estaba llena de sangre. Con la ayuda de mi primo, la llevo a su casa y me quedo junto a ella toda la noche. Necesito ver que abra los ojos y que está bien.

En la mañana finalmente lo hace, despierta y no puedo ocultar mi alegría, me apresuro a abrazarla con todas mis fuerzas. Después de verla tan mal herida, es un milagro que siga viva. Aunque no comprendo por qué Lina no decidió llevarla al hospital o llamar a algún doctor. Obviamente no iré al colegio y me quedaré a cuidarla. 

Está herida y no se queda quieta, qué testaruda que es. Mis retos no parecen surtir efecto, así que la tomo por la fuerza y la siento en el sillón de la sala. Me detengo a observar las heridas en sus piernas y, para mi sorpresa, parecen haber cicatrizado bastante ya. ¿Cómo es posible? De todos modos, está mejor y es todo lo que importa pero yo soy el que no está bien: mi cuello y espalda me están matando por dormir en esa maldita silla. 

Después de recibir un delicioso masaje de Kim, me siento algo adormilado y me recuesto sobre sus piernas. Son muy cómodas y suaves, al igual que sus masajes. Abro mis ojos y la veo mirar la tv muy entretenida; ella tiene algo que me hace sentir que es diferente a las demás. Me siento como si me transportara a otro lugar cuando estoy junto a ella. Es como si me completara de alguna forma; si algún día me llega a faltar, me sentiría perdido. Es raro porque Hyejin nunca me hizo sentir de esta manera. ¿Quién eres realmente, Young Kim, para llegar a mi vida y hacerme sentir cosas que nunca sentí antes?





|| Between Heaven & Earth || Suga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora