|| Between Heaven & Earth || Suga ||

17. ¿Hacer lo correcto o seguir mi corazón?

— ¡YOONGI! —

Grito cuando un hombre cubierto de pies a cabeza por una túnica negra se avalanza sobre Yoongi y lo mata. Cuando abro los ojos y me doy cuenta de que es sueño, el alma me vuelve al cuerpo. Todavía sigo sobre sus piernas y su mano reposa delicadamente sobre mi hombro. No hará mucho tiempo que se durmió porque tiene unas ojeras bastante marcadas bajo sus ojos. Me incorporo y, en ese momento, un ruido bastante fuerte proveniente de la puerta, me sobresalta y hace que Yoongi se despierte.

— Vete al cuarto de Boa y cierra la puerta — me ordena.

— ¿Por qué? 

— Sólo hazme caso y ve — me empuja hasta la habitación de Boa y me encierra allí. Mientras tanto, quien sea que esté golpeando la puerta, continua.

* * *

[YOONGI's POV]

Después de asegurarme que Kim está encerrada en la habitación, me fijo por el agujero de la puerta y es la persona que temía que iba a ser. Debo actuar normal o podría suceder algo malo.

— Buenas noches señor Jung — lo saludo.

— Oh buenas noches Yoongi. Disculpa la hora pero es que Hoseok se ha ido de casa y no logro contactar con él. ¿No está aquí por casualidad? — da un paso al interior del departamento y echa una mirada panorámica al lugar.

— No está aquí. Sólo somos mi hermana menor, que duerme, y yo — trato de que mi voz no muestre señal alguna de mi nerviosismo. Aunque de tan sólo pensar que este hombre le quiere hacer daño a Kim, me dan ganas de avalanzarme sobre él y no soltar su cuello hasta que se ponga violeta. Él es el causante del dolor de Kim y yo sólo quiero hacer que ella no siente más dolor.

— ¿Ya llamó a Taehyung? Quizás esté con él — le sugiero.

— Lo haré. Muchas gracias.

— Si me llama, le avisaré señor Jung — cierro la puerta y por fin puedo respirar normalmente de nuevo.  

* * *

Trato de no hacer ruido para que Boa no se despierte y apoyo mi oreja en la puerta. Escucho que Yoongi habla con alguien pero no logro reconocer a quien le pertenece esa otra voz.

¿Señor Jung? Maldita sea, ¿el padre de Hoseok, tal vez? Siento como el miedo se apodera de todos mis sentidos y para hacerlo aún peor, pienso en lo que acabo de soñar sobre Yoongi.

Por favor Dios, no permitas que algo le suceda a Yoongi. 

Cuando escucho la puerta principal cerrarse y la de la habitación de Boa abrirse, dejándome ver a un Yoongi sano y salvo, siento felicidad entre tanto miedo y preocupación. Lo abrazo con tanta fuerza que él pierde el equilibrio y casi se cae para atrás. Entierro mi rostro en su pecho y escuchar sus latidos es el sonido más hermoso que alguna vez pude haber oído.

Esta vez no sucedió nada, ni siquiera sospechó pero no puedo permitirme el lujo de que el señor Jung regrese y dañe a Yoongi, a Boa o a su madre por mi culpa. Aunque no quiera, debo irme lejos de ellos.

— Yoongi, debo ir a buscar a Lina — rompo el abrazo que él estaba correspondiendo. 

— ¿Estás loca? No te dejaré sola con ese hombre buscándote — me toma del brazo y me impide moverme. Trata de intimidarme con su mirada a pesar de que sólo veo preocupación y temor en ella.

— Conmigo cerca todos corren peligro; incluídas tu madre y Boa ¿no lo entiendes? — él no se da cuenta pero sólo está haciéndome esto más difícil de lo que ya es para mi. Alejarme de su lado es lo último que quiero pero es lo correcto.

— Tu hermana está muy lejos de aquí, no hay manera de que ese hombre de con ella, al menos hoy no. Hagamos esto: llámala y dile la identidad del cazador. En la mañana temprano cuando regrese mi madre, te acompañaré a buscarla.

Es un maldito terco; por favor Yoongi, haz que esto sea sencillo y déjame ir así sin más. Nos hemos conocido por unos meses nada más, no creo que nuestra amistad tenga un lazo tan fuerte como para dar la vida el uno por el otro.

— Yoongi, no creo... no creo que-

— Sólo bajo esa condición te dejaré ir, Kim.

Termino rindiéndome ante su pedido. Llamo a Lina y volvemos a sentarnos para dormir en el sillón. Después de unos 15 minutos tal vez con los ojos cerrados y sin moverme, los abro y miro de reojo a Yoongi que está sentado al lado mío; está dormido profundamente. Lo observo detenidamente para recordar cada detalle de su rostro: sus visiblemente suaves y rosados labios, los que me hubiese gustado probar aunque sea una vez; su pequeña nariz, que le gusta arrugar el 90% del tiempo; sus ojos que parecen negros comparados con su tez pálida; su cabello claro revuelto que deja al descubierto sus cejas que no fueron teñidas y conservan su color natural.

Ya me estoy arrepintiendo de lo que voy a hacer pero es lo correcto. Es por ellos: por Yoongi, por Boa y su madre, por Hoseok y Taehyung y por Lina también.

Si el cazador no logra cazarme, yo misma me mataría si algo les llegase a suceder a cualquiera de ellos.

Me inclino lentamente, deposito un beso en su frente y una lágrima mía cae sobre su remera.

Adiós, Yoongi.